¡®Capitana¡¯ P¨¤mies
El 'Any Teresa P¨¤mies' arranca como una oportunidad para ordenar y revalorar el legado de la comprometida autora de ¡®Testament a Praga¡¯ y ¡®Va ploure tot el d¨ªa¡¯
Si algo enmarc¨® la producci¨®n literaria de Teresa P¨¤mies fue, calidad aparte, que pod¨ªa leerse como una cr¨®nica de su tiempo en los convulsos a?os previos a la Guerra Civil y los a¨²n m¨¢s tristes del exilio y sus miserias, todo siempre sujetado con un transparente pero insobornable y contundente hilo cr¨ªtico, especialmente con los suyos y, m¨¢s de una vez, consigo misma. Si ese esp¨ªritu pudiera impregnar el hoy ya s¨®lo por ello habr¨¢ tenido exitosa raz¨®n de ser el Any Teresa P¨¤mies, que, a los siete a?os exactos de su muerte, ha presentado la Instituci¨® de les Lletres Catalanes (ILC), a rebufo del centenario del nacimiento de la autora de Testament a Praga o Quan ¨¦rem capitans.
¡°Es una declaraci¨®n de intenciones¡±, define el director del ILC, Joan-Elies Adell, un programa de actividades que, habitual ¨²ltimamente en estos actos promovidos por la Generalitat, ni est¨¢ cerrado ni presenta presupuesto espec¨ªfico, si bien ¡°tendr¨¢ dinero para lo que se ha de hacer¡±. Entre las decenas de eventos cl¨¢sicos previstos, donde abundan adaptaciones teatrales de una autora que nunca escribi¨® una pieza dram¨¢tica que se sepa y se apunta una exposici¨®n itinerante a base de seis paneles, sobresale un acto institucional central desde un espect¨¢culo a partir de Testament a Praga, con Emma Vilarasau i Jordi Bosch (sin fecha ni lugar a¨²n). Tambi¨¦n est¨¢ prevista una biograf¨ªa a cargo de Montserrat Bacard¨ª, la recuperaci¨®n de t¨ªtulos hoy inencontrables como Gent del meu exili, Mem¨°ria dels morts o Amor clandest¨ª (Testament a Praga y Va ploure tot el dia gozan de vida activa en las librer¨ªas) y el simposio Teresa P¨¤mies. Pol¨ªtica, mem¨°ria i literatura, previsto para octubre.
¡°Era muy querida a nivel popular, pero siempre tuvo la impresi¨®n de que la Academia la miraba de reojo y eso le pesaba; ahora habr¨¢ una visi¨®n cient¨ªfica de su obra de la que hasta ahora no ha gozado¡±, se felicita el escritor Sergi P¨¤mies, en nombre de todos los hijos (Antonio, Tom¨¤s y Pau) y de los nietos de una ¡°sagrada tribu¡± que aprovechar¨¢ el centenario, admite, para ordenar el legado de su madre. ¡°Permitir¨¢ desenterrar cajas con papeles y cintas de radio y de tele que no toc¨¢bamos; se han tirado y perdido cosas y habr¨¢ otras que saldr¨¢n¡ por no saber, no sabemos ni cu¨¢ntos libros ha escrito mi madre¡±, admiti¨® Sergi P¨¤mies. Por el momento, son 47, nueve de ellos en castellano, seg¨²n se ha contabilizado ahora. ¡°Es una autora que necesita ser revisitada y mirada desde hoy¡±, coinciden Adell y la escritora, periodista y fil¨®sofa Montse Barderi, comisaria del Any Teresa P¨¤mies, que piensa que las tesis que sustentan su obra (descubrimiento del pasado reciente, poner l¨ªmites al poder econ¨®mico y pol¨ªtico, mantener la dignidad o reivindicar el esfuerzo individual sobre los desastres colectivos) son plenamente vigentes.
El caso de Teresa P¨¤mies (Balaguer, 1919-Granada, 2012) tiene, de por s¨ª, una novela. Hija de un dirigente marxista de Balaguer, con 10 a?os lectora de versitos panfletarios encaramada a la mesa del bar del pueblo o vendiendo la revista La batalla del Bloc Obrer i Camperol, con 16 a?os ya participa en el m¨ªtico mitin que Lluis Companys y Federica Montseny encabezan en la Monumental de Barcelona. Lo hizo en representaci¨®n de la Alian?a Nacional de la Dona Jove, encuadrada en las Joventuts Socialistes Unificades de Catalunya, donde tambi¨¦n dirigir¨¢ el semanario Juliol. La mitolog¨ªa de la tribu recoge que estuvo instigando una de las ¨²ltimas barricadas, en la plaza de la Bonanova, con las que frenar la entrada de las tropas franquistas en Barcelona el mism¨ªsimo 26 de enero de 1939.
¡°Ella nos hablaba del resplandor del sol de aquella ma?ana en las bayonetas de los fascistas, pero bueno¡ en cualquier caso, ah¨ª est¨¢¡±, admite Sergi P¨¤mies, que record¨® que su madre, tras un largu¨ªsimo exilio con etapas en Francia, Rep¨²blica Dominicana, Cuba, M¨¦xico (donde estudi¨® periodismo), Yugoslavia (Belgrado), Checoslovaquia (Praga) y finalmente Par¨ªs, lleg¨® a la literatura con 51 a?os, con Testament a Praga. ¡°Todo lo anterior que hab¨ªa escrito era vocaci¨®n corporativa, fruto del exilio, el comunismo¡, textos que mayormente firmaba con el pseud¨®nimo N¨²ria Pla¡±. Todo cambi¨® en 1970, cuando decidi¨® enviar al premio Josep Pla las memorias de su padre Tom¨¤s, que ella no s¨®lo hab¨ªa pasado a m¨¢quina sino a las que les fue intercalando sus opiniones y miradas, hasta cuestionar las opciones vitales de su progenitor o chocar frontalmente ante la invasi¨®n sovi¨¦tica de Checoslovaquia.
Comunista con historial, casada con el dirigente del PSUC Gregorio L¨®pez Raimundo, tuvo que pedir un visado para poder acudir a recoger el premio. ¡°El dinero se gast¨® todo en la mudanza de ella y tres de sus hijos, en una decisi¨®n contra todo y contra todos, incluido el partido comunista; se justific¨® diciendo: ¡®veo m¨¢s vitalidad en la Barcelona de Franco que en el Par¨ªs de los exiliados¡±.
A partir de ah¨ª, se libera de la carga de los encargos; ¡°se volvi¨® un ser creativo¡±, dice su hijo. Nacer¨¢ as¨ª una prol¨ªfera obra tan bella como cr¨ªtica y comprometida, que acabar¨¢ siendo reconocida con la Creu de Sant Jordi (1984) o el Premi d¡¯Honor de les Lletres Catalanes (2001). ¡°Lleg¨® tarde a la literatura, pero con la ventaja de un poso vital inusual, un compromiso pol¨ªtico, moral y ¨¦tico cargado de catalanismo, comunismo, socialismo, izquierdismo, feminismo con el que se llenaban las charlas a la hora de comer y que nos hac¨ªa murmurar a los hijos: ¡®?Ya est¨¢ bien!'¡ Era m¨¢s idealista y altruista que nosotros los j¨®venes y eso nos chocaba; en cualquier caso son temas y cosas que no son muy habituales hoy¡±, constata Sergi P¨¤mies.
El escritor tambi¨¦n recuerda la participaci¨®n de su madre en una de las primeras jornadas sobre la mujer que se realizaron en Barcelona en 1976. En un momento dado, irrumpieron unas j¨®venes radicales, que, para protestar por la composici¨®n de una mesa que consideraron de mujeres maduras, les lanzaron sostenes. Una de las que encabez¨® la curiosa maniobra fue la hoy televisiva Karmele Marchante. ¡°As¨ª es la vida¡¡±, resume Sergi P¨¤mies.
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