Un nuevo espacio para el flamenco celebra los 100 a?os de Lorca en Madrid

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El disgusto de Lorca: sin plaza en la Residencia de Estudiantes

Do?a Rosita la soltera, en una reproducci¨®n del dibujo a manos de Federico Garc¨ªa Lorca, vigila con atenci¨®n cuanto acontece en el escenario del nuevo Centro Cultural Flamenco de Madrid donde, desde el pasado 14 de febrero, se representa Lorca poeta flamenco, un espect¨¢culo dirigido por la core¨®grafa y bailaora de origen sefard¨ª Leilah Broukhim. Producci¨®n con la que se ha inaugurado este espacio y que permanecer¨¢ en cartel hasta final de a?o. El montaje, con la direcci¨®n musical del guitarrista Vicente M¨¢rquez Tomate, conmemora el centenario de la llegada a Madrid a la Residencia de Estudiantes, en 1919, del autor de La casa de Bernarda Alba.

"El espect¨¢culo est¨¢ inspirado en el Lorca m¨¢s luminoso, en sus primeros poemas herederos del Cancionero popular andaluz, en la alegr¨ªa que se disfruta en la Vega de Granada en primavera, cuando est¨¢ exultante. Yo, que tambi¨¦n soy granadina, conozco esa luz y ese sentimiento y es lo que hemos intentado plasmar en Lorca poeta flamenco, que huye de sus textos tr¨¢gicos", explica Rosana de Aza, tambi¨¦n poeta y directora del nuevo espacio ubicado en el madrile?o barrio de Chueca, calle Conde de Xiquena 6. El espect¨¢culo, con el baile de Broukhim y de Anabel Moreno, el cante de David V¨¢zquez y el toque de Tomate, se basa en letras sacadas de Poema del cante jondo y Primeras canciones; mezclados con algunos temas populares.

Para Leilah Broukhim, nacida en Nueva York de padres iran¨ªes y formada como bailaora en Sevilla en el seno de la familia Farruco, este es su cuarto espect¨¢culo como core¨®grafa y directora art¨ªstica. La bailaora, que ha trabajado junto a Eva Yerbabuena y Rafael Amargo entre otros, juega con el mant¨®n, la bata de cola y las casta?uelas para recrear la sensualidad y la picard¨ªa de las artistas de los caf¨¦s cantantes que, como en el caso del Centro Cultural Flamenco, trabajaban a muy poca distancia del p¨²blico. El martinete con el que Diego Berm¨²dez, El Tenazas de Mor¨®n, gan¨® el famoso Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922 ¡ªque organizaron, entre otros, Garc¨ªa Lorca y Manuel de Falla¡ª, la pegadiza Los pelegrinitos o el Anda jaleo forman parte de este homenaje al poeta que puede verse en dos funciones de jueves a domingo (18.30 y 20.00).

En un peque?o auditorio, con capacidad para 53 espectadores, y en 60 minutos desfilan ante el espectador cantes y bailes que lo transportan a la atm¨®sfera de la d¨¦cada de los veinte del siglo pasado, cuando Garc¨ªa Lorca lleg¨® a la capital y el barrio estaba lleno de caf¨¦s cantantes en los que triunfaba el flamenco. El vestuario, la m¨²sica y la caracterizaci¨®n de los artistas..., todo en colores claros y alegres, remite a la est¨¦tica de esa ¨¦poca. Y, como testigo de excepci¨®n, en un rinc¨®n del escenario, la silla en la que tantas tardes se sent¨® el poeta en la taberna a la que acud¨ªa cuando estudiaba en la Facultad de Filosof¨ªa y Letras y Derecho en Granada. "Yo tambi¨¦n estudi¨¦ en esa facultad y muchas tardes me sentaba en un rinc¨®n, al lado de una ventana, a escribir. El tabernero, don Enrique, siempre dec¨ªa 'la ni?a se sienta en la silla del poeta'. La conoc¨ªa porque todo el mobiliario era viejo y las sillas, distintas. Cuando, en los setenta, cerr¨® la taberna mi padre compr¨® la desvencijada silla de enea y, para darme una sorpresa, la llev¨® para que le echaran un asiento nuevo", recuerda De Aza, quien cuenta que entonces se llev¨® dos disgustos: por haber perdido el asiento original y por el cierre de la taberna.

Rosana de Aza, poeta y experimentada empresaria, fund¨® en Sevilla en 1999 la Casa de la Memoria, un centro cultural en torno al flamenco que ofrece tambi¨¦n programaci¨®n diaria en peque?o formato, y en 2004 abri¨® la Casa de Sefarad en C¨®rdoba, un museo y centro de documentaci¨®n sefard¨ª para conocer el pasado jud¨ªo de la ciudad. "A finales del siglo XIX en Madrid hab¨ªa m¨¢s de 80 caf¨¦s cantantes y algunos bastante famosos estaban por esta zona", explica la autora del poemario Libro de las mujeres desgraciadas de Kioto (1999) que ha abierto su nuevo espacio tambi¨¦n al arte, con una exposici¨®n de obra gr¨¢fica de la valenciana Inma Coll, las conferencias y las presentaciones de libros. Todo relacionado con el flamenco.