Mir¨®, del derecho y del rev¨¦s
La fundaci¨®n del pintor realiza, cara al p¨²blico, trabajos de conservaci¨®n del tapiz de una tonelada de peso
![Jos¨¦ ?ngel Monta?¨¦s](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F45a6787b-f09a-4af5-ba68-f1ec9123cd75.jpg?auth=eee481b14a48776da9b9ca7e9f328cb7a1672470bdc72b07a1a28d0c3766f9e3&width=100&height=100&smart=true)
![La restauradora de la Fundaci¨®n Joan Mir¨®, Elisabet Serrat, durante los trabajos de conservaci¨®n en el gran tapiz.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PEOH2SIAU6UTENKNJZYARBRJ7E.jpg?auth=351570f66fb9c2f62d98273c23aa585161bcdfadd14587a0231469c812fd6079&width=414)
Cuatro d¨¦cadas de vida son muchas. M¨¢s si todo ese tiempo se ha estado, inm¨®vil, pegado a una pared. Es lo que le ha ocurrido a una de las obras m¨¢s ic¨®nicas que conserva la Fundaci¨®n Joan Mir¨®: el gran tapiz que cre¨® el artista Joan Mir¨® en 1979 con ayuda de otro gran artesano textil, Josep Royo que permiti¨® dar vida y cuerpo a muchos de los sue?os del pintor. Sus dimensiones, 11 por 5 metros, y su peso, m¨¢s de una tonelada, han hecho imposible moverlo desde entonces. Hasta ahora. La Mir¨® ha puesto en marcha un ambicioso proyecto para llevar a cabo los primeros trabajos de conservaci¨®n para conseguir que est¨¢ obra tenga una vejez sin achaques.
Hab¨ªa curiosidad por saber c¨®mo hab¨ªa afectado el paso del tiempo a la parte posterior de esta obra ya que se hab¨ªa colocado un forro posterior para protegerlo. La sorpresa ha sido ver que estaba casi como el primer d¨ªa; incluso conservaba los colores m¨¢s vivos que en el derecho. El 18 de febrero comenz¨® la parte m¨¢s complicada del proceso: colocar dos vigas de hierro con poleas para poder separar el tapiz de la pared. Desde el 4 de marzo se est¨¢ llevando a cabo las labores de conservaci¨®n in situ. La responsable es la restauradora Elisabet Serrat. ¡°Est¨¢ perfecto. Los hilos de algod¨®n de la urdimbre han soportado perfectamente el peso y no se ha destensado. En el reverso no hemos encontrado desperfecto alguno. Tan solo, se ha aplicado vapor para rebajar la tensi¨®n de la fibra y se han limpiado los flecos de los bajos¡±, explica, metida entre la enorme tela y la pared.
![La lanzadera con hilo verde que ha estado, escondida, 40 a?os.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UEOZ5KJ3T4WZJA65YFK3IZMPIQ.jpg?auth=c9909fe75bd905353e36d0b4b0958a72680784eb76ef8cd66045bd12d0ac2c53&width=414)
Entre el 26 de marzo y hasta el 12 de mayo todos los que visiten la fundaci¨®n podr¨¢n disfrutar de esta oportunidad ¨²nica de ver la obra por detr¨¢s y dar la vuelta para experimentarla como un objeto y no solo como una imagen plana en dos dimensiones. As¨ª, tan cerca, es m¨¢s que evidente comprobar la fuerza de los materiales y los detalles del trabajo con las que fue realizado.
La composici¨®n de la obra, formada por una urdimbre de hilos de algod¨®n entre la que se tejen enormes hebras de lana, pero tambi¨¦n lino, yute y algod¨®n, anudadas tanto por el derecho como por el rev¨¦s visibilizan la importancia que daba Mir¨® a las dos partes de la obra y su inter¨¦s para que se pudiera ver tambi¨¦n por detr¨¢s, algo que hasta ahora no ha sido posible. La primera idea, explic¨® la conservadora jefe de la fundaci¨®n, Teresa Montaner, fue colocar la obra en la sala de la rampa, en la que est¨¢n las esculturas, ¡°para que la gente al subir por ella la viera por detr¨¢s. Pero al final el tapiz acab¨® siendo mayor y m¨¢s pesado y el techo de esa zona no estaba preparado¡±.
Ahora, a dos metros de la pared, el tapiz se aprecia como una enorme escultura, rotunda y contundente, que adquiere un protagonismo in¨¦dito hasta ahora. El efecto se ve potenciado tras retirar las dos obras que estaban colocadas al lado: el Sobreteixim de los ocho paraguas (1973) y Manos volando hacia las constelaciones (1974), una pintura de grandes dimensiones con la misma vocaci¨®n mural que el tapiz.
![Los trabajos en la parte posterior del tapiz de la Fundaci¨®n Mir¨®.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TSZ4DQF72NSNNG2TNEUA7XGC2I.jpg?auth=9d3cb65106e9bfe6c3afdb095cc65b19d06a337dab23362f7d1409942ab8d905&width=414)
El aspecto t¨¢ctil de la obra se ve tan potente en el anverso como en el reverso, logrado a trav¨¦s de relieves y texturas, y el predominio de los colores elementales (blanco y negro) y los primarios (amarillo, azul y rojo), junto a secundarios como el verde, naranja y violeta; una gama crom¨¢tica caracter¨ªstica de la producci¨®n mironiana de esos a?os. La figura de la mujer, de grandes pies y forma piramidal, ocupa casi todo el tapiz, como si levitara. El mundo celestial aparece en una estrella de ocho puntas y una luna azul.
La historia del tapiz y la del edificio de Sert est¨¢n muy relacionadas. El 7 de junio de 1979 se present¨® la obra despu¨¦s de que durante seis meses, seis tejedores anudaran y tejieran metros y metros de lana de vivos colores. Era su tercera pieza textil por tama?o. Mir¨® ten¨ªa 86 a?os, y reaparec¨ªa por primera vez tras una grave ca¨ªda que hab¨ªa sufrido en 1978.
![El director Marko Daniel, y el nieto del artista, Joan Punyet Mir¨®, a la derecha, durante la presentaci¨®n de los trabajos en el tapiz.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QANUVYQXA74XGYGL3TD4XMZELQ.jpg?auth=ee4a1164ce50626bc5636782511f9ad9f23d518eef0ab9ff4d72b89b1793a79f&width=414)
Antes, Mir¨® y Royo hab¨ªan realizado en el taller de Tarragona que ten¨ªa el artesano textil otras obras similares, que surg¨ªan, no por imposici¨®n del pintor sobre el artesano, sino por largas deliberaciones. En 1970 el Tapiz de Tarragona, a medio camino entre la pintura, el collage y la tapicer¨ªa. En 1974 se inaugur¨® el gran Tapiz del World Trade Center, que fue aplastado y destruido el 11 de septiembre de 2001, el mismo d¨ªa en que las Torres Gemelas fueron derribadas en el atentado terrorista; una pieza desaparecida para siempre pero de la cual la fundaci¨®n Mir¨® conserva la maqueta original del proyecto. ¡°No se han puesto en contacto nunca con nosotros para ver si se podr¨ªa volver a hacer¡±, explic¨® Montaner. En 1997 crearon el Tapiz de la National Gallery de Washington que sirvi¨® para que el artista y su colaborador pensaran en crear uno para el edificio de su fundaci¨®n que estaba en construcci¨®n.
La enorme pieza ¡ªque tuvo que realizarse en medio de una enorme complejidad con telares seguros hechos a media¡ª guardaba en el reverso una sorpresa inesperada: una de las lanzaderas utilizada para confeccionar la obra todav¨ªa hilvanada de lana verde, testigo callado de un trabajo excepcional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Jos¨¦ ?ngel Monta?¨¦s](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F45a6787b-f09a-4af5-ba68-f1ec9123cd75.jpg?auth=eee481b14a48776da9b9ca7e9f328cb7a1672470bdc72b07a1a28d0c3766f9e3&width=100&height=100&smart=true)