El PSC aspira a ganar, pero su triunfo puede ser est¨¦ril
La victoria socialista en las elecciones generales en Catalu?a puede ser irrelevante si se mantiene el bloque soberanista, retroceden los comunes y avanza Ciudadanos
El independentismo catal¨¢n que tumb¨® al Gobierno de Pedro S¨¢nchez con su rechazo a los Presupuestos volver¨¢ a ser probablemente decisivo para investir al nuevo presidente que salga de las urnas el pr¨®ximo 28 de abril. Los valedores del proc¨¦spodr¨¢n inclinar por acci¨®n u omisi¨®n la balanza entre el tripartito de derecha o la alianza de izquierda. Aunque las encuestas apunten a que el Partit dels Socialistes (PSC) ¡ªsocio hist¨®rico del PSOE¡ª ser¨¢ el vencedor de los comicios generales en Catalu?a, sus cifras quedar¨¢n lejos de aquellos 25 diputados de 47 totales que logr¨® en 2008 por las cuatro circunscripciones catalanas, que junto a Andaluc¨ªa eran el granero del que se nutr¨ªan las grandes mayor¨ªas socialistas en el Congreso. La dispersi¨®n del voto entre seis fuerzas pol¨ªticas va camino de facilitar el eterno empate entre bloques.
La victoria socialista en Catalu?a puede perder brillo si el PSOE no logra construir una mayor¨ªa con Unidos Podemos y el PNV, sus aliados m¨¢s fiables, asegura un dirigente del PSC. Las dos ¨²ltimas contiendas electorales generales las gan¨® En Com¨² Podem, que obtuvo 12 actas en 2016, frente a las 9 de ERC, las 8 de Converg¨¨ncia, las 7 del PSC, las 6 del PP o las 5 de Ciudadanos. Ahora, sin embargo, la marca que lidera Ada Colau se encuentra en horas bajas. Su indefinici¨®n en el tema nacional catal¨¢n ¡ªentre el independentismo y el federalismo¡ª ha terminado por devorarla y ha provocado fugas de dirigentes, como el comunista Joan Josep Nuet a Esquerra Republicana. La decisi¨®n de que el cabeza de lista sea Jaume Asens, hombre de confianza de Pablo Iglesias y de Ada Colau y pr¨®ximo al independentismo, puede provocar un trasvase de votos hacia el PSC que contribuya a la victoria de la formaci¨®n de Miquel Iceta.
La cabeza de lista socialista, Meritxell Batet, ministra de Pol¨ªtica Territorial, ofrece un perfil dialogante y moderado ¡ªel PSC no se pierde en gesticulaciones como proponer la aplicaci¨®n del 155 a perpetuidad¡ª que puede atraer voto desde la izquierda federalista al centro-derecha exconvergente. Pero por primeros puestos que obtenga el PSC, los socialistas precisan un Podemos fuerte para reeditar un pacto de izquierdas en Espa?a. A menos que el PSOE trate de resucitar un acuerdo con Ciudadanos, que ya ha dicho que jam¨¢s pactar¨¢ con S¨¢nchez. Pero en pol¨ªtica, recordaba el conde de Romanones, nunca jam¨¢s es hasta ma?ana.
En una Catalu?a con los comunes a la baja y los socialistas al alza, queda por aclarar qui¨¦n se har¨¢ con la hegemon¨ªa en el polo independentista y, con menos misterio, en la derecha espa?ola. El gran reclamo que presenta el soberanismo que encarnan Esquerra y Junts per Catalunya son los l¨ªderes independentistas presos. Y aqu¨ª se plantea una clara competici¨®n. ERC presenta a Oriol Junqueras. Los exconvergentes han optado por el exl¨ªder de la Asamblea Nacional Catalana Jordi S¨¢nchez y los exconsejeros Jordi Turull y Josep Rull, todos ellos encarcelados. Para que no quede ninguna duda de que los candidatos postconvergentes han sido colocados siguiendo los designios de Carles Puigdemont, el expresidente ha querido dejar su huella indeleble situando a su abogado, Jaume Alonso-Cuevillas, como cabeza de lista de Girona y para el Senado a Josep Maria Matamala, el empresario y amigo que contribuye a su sostenimiento financiero. Una gesticulaci¨®n que desde el soberanismo algunos califican de ¡°neroniana¡±. Con esas listas de choque, Puigdemont pretende evitar que ERC sea la fuerza independentista m¨¢s votada, objetivo que logr¨® en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas del 21 de diciembre de 2017.
Ante una eventual investidura de Pedro S¨¢nchez, es probable que Esquerra fuera menos cicatera que Junts per Catalunya a la hora de dar sus votos al candidato socialista. La vieja Converg¨¨ncia se ha deshecho de sus diputados m¨¢s dialogantes, que de esta manera han pagado el tributo a Puigdemont por haber investido presidente a S¨¢nchez. Para Junts per Catalunya, cualquier negociaci¨®n que no lleve en el frontispicio el derecho de autodeterminaci¨®n no debe tener lugar, lo que en la pr¨¢ctica equivale al bloqueo pol¨ªtico. Esquerra, de momento, es esclava de no aparecer como traidora, lo que la lleva a hacer seguidismo de Puigdemont. Como guinda independentista, un sector de la CUP, Poble Lliure, est¨¢ dispuesto a concurrir a estas elecciones, lo que puede debilitar a las formaciones mayoritarias.
Si la hegemon¨ªa en el independentismo est¨¢ en discusi¨®n, en el otro polo retroalimentado por el proc¨¦s se da por seguro que Ciudadanos va a imponerse. La apuesta del PP por Cayetana ?lvarez de Toledo es una opa hostil en toda regla a Ciudadanos, vencedora de las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas de 2017 pero sexta fuerza pol¨ªtica ¡ªpor detr¨¢s de los populares¡ª en las pasadas generales. El PP se ha descarado jugando la carta anticatalanista al modo que lo hizo en su d¨ªa la formaci¨®n de Albert Rivera. Si los populares hab¨ªan participado hist¨®ricamente en los consensos ling¨¹¨ªsticos en Catalu?a, ahora han decidido tomar los derroteros de la confrontaci¨®n.
La designaci¨®n de ?lvarez de Toledo para enfrentarse a In¨¦s Arrimadas es un ¨®rdago que puede acabar en estrepitoso fracaso si los electores prefieren el original a la copia. En todo caso, est¨¢ por ver si Ciudadanos logra dar tambi¨¦n en Catalu?a ese gran salto que las encuestas le pronostican en las elecciones generales. Vox, por ¨²ltimo, ha recogido la herencia de la xen¨®foba Plataforma per Catalunya, y las encuestas le dan en esta comunidad un papel testimonial aunque podr¨ªan obtener un diputado.
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