Sant Jordi, al asalto de Semana Santa

Sant Jordi es un caballero curtido en mil lides (desde lluvia a caer en Viernes Santo, en domingo¡­) y este a?o afronta otro reto: ser el primer d¨ªa laborable tras la rentr¨¦e de las vacaciones de Semana Santa. El carisma de la diada est¨¢ fuera de toda duda, pero, por si acaso, el sector del libro se cura en salud e intentar¨¢ que todos esos d¨ªas festivos sean Sant Jordi. Para ello, habr¨¢ firmas y venta de libros en zonas de turismo fuera de Barcelona (en Girona el d¨ªa 20; en Vic, el 13 de abril aprovechando la Fira del Ram, Torroella de Montgr¨ª, en Tarragona y Lleida¡­.) pero, sobre todo, se permitir¨¢ que las librer¨ªas, acogi¨¦ndose a la ley del comercio, puedan abrir el Viernes Santo en las zonas de playa y el Lunes de Pascua, especialmente en el centro de Barcelona; eso s¨ª: sin aplicar el famoso descuento del 10%, que la normativa reserva exclusivamente a la jornada festivo-cultural.

¡°La ley es clara: si se aplica el descuento est¨¢ mal hecho; el gremio no es una polic¨ªa, pero si algunos lo aplican y tenemos conocimiento, deberemos notificarlo a inspecci¨®n de la Generalitat¡±, alerta el secretario del Gremi de Llibreters de Catalunya, Mari¨¤ Marin. Restado as¨ª el reclamo de la rebaja, s¨®lo queda que se haga la compra por hallarse uno fuera de su residencia habitual o para ahorrarse las aglomeraciones del 23 de abril. En cualquier caso, no se pueden hacer muchas bromas: las ventas de ese solo d¨ªa pueden llegar a significar de un 7% a un 30% de la facturaci¨®n de todo el a?o (seg¨²n el tama?o y ubicaci¨®n de la librer¨ªa) y el sector calcula que los 1,2 millones de ejemplares que se vender¨¢n permitir¨¢n incrementar entre un 1% y un 2% los 22 millones de euros alcanzados el a?o pasado (que ya fue un 2% m¨¢s que en 2017). ¡°Se trata de que la gente pueda comprar un par de veces: en su lugar de vacaciones y, luego, en su ciudad el mismo d¨ªa de Sant Jordi¡±, lanza Carme Ferrer, presidenta de los libreros.

Habr¨¢ unos 380 puestos de libros en las calles de toda Catalu?a. Barcelona se lleva la parte del le¨®n: 210. En un contexto de estabilidad de ventas (los ¨²ltimos cinco a?os han sido de tendencia positiva de recuperaci¨®n en el sector), los organizadores se han centrado en mejorar la experiencia festiva y, en consecuencia, comercial, especialmente en la capital catalana, que ha vivido un proceso de masificaci¨®n y colapso que se ha ido agravando en los ¨²ltimos siete a?os. El periodo multielectoral con el que coincide este a?o tampoco ayuda. ¡°El Ayuntamiento de Barcelona se ha comprometido a que las peticiones de libreros sean prioritarias, pero Sant Jordi es de todos y quien tenga licencia podr¨¢ vender o estar ah¨ª¡±, admite Mar¨ªn.

La apuesta ha pasado por esponjar el centro de la ciudad y, al un¨ªsono, expandir la diada por nuevas ¨¢reas de la ciudad. En el primer caso era urgente: seg¨²n c¨¢lculos de la Guardia Urbana, durante Sant Jordi han llegado a contabilizarse el paso de 1,2 millones de personas en s¨®lo tres calles: passeig de Gr¨¤cia, Rambla de Catalunya y Ramblas. Por ello, se han puesto m¨¢s paradas en las tres calles que hacen de conectores (C¨°rsega, Consell de Cent y Diagonal, que por vez primera alcanza ya la altura de Muntaner). El polo de descongesti¨®n que se cre¨® hace cinco a?os en el passeig de Sant Joan (alrededor del mundo infantil y juvenil, sector al alza en ventas) se refuerza y salta la barrera de plaza Tetu¨¢n hacia el Arc de Triomf, mientras que por arriba alcanza la Diagonal. En esa l¨ªnea y como embri¨®n en el af¨¢n por ir exportando la festividad por los barrios, la plaza Vicen? Martorell del Raval acoger¨¢ un grupo de puestos dedicados a libros sobre arte, dise?o y fotograf¨ªa.

¡°Puedo intuir qu¨¦ libros se vender¨¢n m¨¢s, pero no los dar¨¦; precisamente, por Sant Jordi se vende de todo¡±, certifica Ferrer. Los n¨²meros la respaldan: se cifran en unos 50.000 t¨ªtulos distintos los que se venden por la diada. Y entre ellos, los best-sellers nunca han superado el 8% del total de las ventas, aseguran. Otra de las proezas del caballero Sant Jordi.