Un Parlament sin autoestima
En el hemiciclo catal¨¢n se toman menos decisiones que en otros de comunidades con menos expectativas
El Parlament de Catalunya sufre una crisis de autoestima. No se quiere, camina con la cabeza gacha como un aficionado del Espanyol que se crey¨® lo de que ahora s¨ª, hab¨ªa un nuevo proyecto deportivo. Cada sesi¨®n plenaria es la calcoman¨ªa de la anterior. Sus debates ofrecen menos variedad que la armon¨ªa de un canto gregoriano.
Ciertamente, la acci¨®n del Govern es dif¨ªcil de fiscalizar. ?Por su excelencia? No, por los mismos motivos por los que resulta imposible chutar una pompa de jab¨®n. En la sesi¨®n de ayer, el l¨ªder de la CUP Carles Riera se quejaba precisamente de falta de decisiones gubernamentales, a lo que el president Quim Torra ha respondido contundente (sic): ¡°Gobernamos, y gobernamos republicanamente¡±. ?Y c¨®mo se gobierna republicanamente?, se preguntar¨¢n. Al parecer de Torra, la clave son las reuniones que mantiene el F¨®rum C¨ªvic i Social per al Debat Constituent ¡ªtambi¨¦n conocido como ¡°lo de Llu¨ªs Llach¡±¡ªpor pueblos y ciudades recogiendo ideas, c¨ªvicas y sociales por supuesto, para constituir en un futuro inmediato/pr¨®ximo/lejano/imperfecto esa rep¨²blica. Genial, ya s¨¦ de qu¨¦ puedo hablar en la cola del pan.
Pero esa inanidad no es exclusiva del Govern. Los portavoces independentistas, por ejemplo, podr¨ªan leer en cada sesi¨®n el mismo discurso henchido de ret¨®rica y agravio sin que nadie lo notara (tal vez lo est¨¦n haciendo). Y los diputados de Ciudadanos han agotado las f¨®rmulas creativas para colar mensajes anti-proc¨¦s (que es otra manera de hacer procesismo). Ya ni se esfuerzan en disimular. A la segunda frase, la diputada Sonia Sierra ya solt¨® lo de ¡°el dinero de todos los catalanes¡±, y otra parlamentaria ciudadana, Mar¨ªa Luz Guilarte, meti¨® con calzador el asunto en una cr¨ªtica a la pol¨ªtica tur¨ªstica, diciendo algo parecido a ¡°consellera, el turismo bla bla huy qu¨¦ mal el proc¨¦s¡±. Todo da igual, lo que sea con tal de cumplir el objetivo de Ciudadanos: que se hable de la independencia.
Esa es la realidad del Parlament de Catalu?a, y los escasos intentos de plantear asuntos distintos recuerdan a los esfuerzos desesperados de un programa de televisi¨®n que trata de remontar unos ¨ªndices de audiencia que se hunden imparables. Esos esfuerzos no suelen dar resultado y el programa acaba saliendo de la parrilla en un tiempo breve. No deja de ser una paradoja que el parlamento de una comunidad que aspira a ser algo m¨¢s que una simple descentralizaci¨®n administrativa tome menos decisiones para el gobierno del d¨ªa a d¨ªa que cualquier otro con menos expectativas.
En este parlamento sin autoestima se ha desencadenado una huida de diputados que parece la de Steve McQueen y sus colegas de La Gran Evasi¨®n, todos corriendo hacia las listas de las elecciones generales, donde est¨¢ hoy por hoy el magro aut¨¦ntico de la pol¨ªtica. Ayer era el ¨²ltimo pleno catal¨¢n de In¨¦s Arrimadas (C¡¯s), Laura Borr¨¢s (Junts per Catalunya), Andrea Levy (PP) y el vicepresidente segundo del Parlament, Jos¨¦ Mar¨ªa Espejo-Saavedra (C¡¯s). Y ya hace unos d¨ªas que sali¨® Joan Josep Nuet en su personal huida desde la izquierda radical hacia el centro.
En este Parlament tan animado como una reuni¨®n de l¨ªquenes en la Groenlandia norte a¨²n son¨® m¨¢s nost¨¢lgica de lo imaginable la glosa del exdiputado socialista Eduardo Mart¨ªn Toval, que muri¨® hace unas semanas de un ataque al coraz¨®n. El repaso biogr¨¢fico que hizo de ¨¦l Miquel Iceta ¡ªalgo fr¨ªo, por cierto¡ª traslad¨® a los m¨¢s viejos ¡ªlevanto el dedo por alusiones¡ª al tiempo en que se tomaban decisiones. Malas o buenas, pero reales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.