Una ¡®procesi¨®n¡¯ electoral en Puente de Vallecas

¡°Con Rivera no, con Rivera no¡±. Los gritos con los que los militantes socialistas recibieron a Pedro S¨¢nchez en la sede del PSOE en Ferraz tras la victoria socialista en las elecciones generales del pasado 28 de abril son los mismos que ha escuchado este lunes el presidente del Gobierno durante su paseo vespertino en Puente de Vallecas, un distrito al sur de la capital. ¡°Presidente, con Rivera no, se lo pido de rodillas¡±, le ha espetado una se?ora tras tocarle la cara, como se hace con los ni?os rollizos. S¨¢nchez ha sonre¨ªdo y no ha dicho nada de un hipot¨¦tico pacto con Ciudadanos.

La entrada del presidente en la campa?a madrile?a se ha hecho esperar. No pudo estar en el acto de apertura, el pasado jueves, por encontrarse en la cumbre europea de Ruman¨ªa. El viernes y s¨¢bado, la familia socialista estuvo de duelo por el fallecimiento de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Hoy, S¨¢nchez ha ido a un basti¨®n socialista del sur de Madrid y ha realizado un paseo por la avenida de la Albufera, cuya estrecha acera no estaba preparada para tanto gent¨ªo.

Avanzar con una nube de c¨¢maras de v¨ªdeo, fot¨®grafos y periodistas ha sido complicado. Todos pastoreados por el servicio de seguridad presidencial, con grandes bigardos de traje que recib¨ªan ¨®rdenes por los pinganillos. ¡°Abrid paso por aqu¨ª¡±, dec¨ªa uno. Pero el ritmo era el mismo. Se avanzaba a paso de tortuga, unos junto a otros. Como en una suerte procesi¨®n, pero en lugar de sevillana, socialista. Como si llev¨¢ramos sobre nuestros hombros un trono con la figura de Pablo Iglesias (el socialista, no el de Podemos) y solo pudi¨¦ramos avanzar pasito a pasito. Una procesi¨®n electoral al estilo vallecano.

S¨¢nchez se ha detenido a cada momento a hacerse fotos con quien se lo solicitaba. Exhib¨ªa esa sonrisa como de anuncio de dent¨ªfrico, que sobresale por entre todas las cabezas dada la altura del presidente. ¡°Estos son los candidatos para Madrid¡±, le explicaba a una se?ora que le ped¨ªa una foto, se?alando a los candidatos socialistas a la Comunidad y el Ayuntamiento, ?ngel Gabilondo y Pepu Hern¨¢ndez. Pero a su lado hoy ambos parec¨ªan m¨¢s bien comparsas, los guitarristas de un grupo donde el famoso es el cantante. La sensaci¨®n se ha acentuado cuando cinco chicas adolescentes se le han acercado y, tras verlo de cerca, han empezado a gritar con ese caracter¨ªstico tonillo hist¨¦rico que m¨¢s bien suele dedicarse a los ¨ªdolos de la canci¨®n.

¡°Presidente, deme trabajo¡±, le ha dicho un hombre de mediana edad con acento latinoamericano que comentaba la jugada con un amigo junto a una sala de apuestas. ¡°Hay 12 salones de juego en menos de cien metros¡±, se ha quejado otro. Una se?ora se ha sentido feliz tras la en¨¦sima foto: ¡°Vamos para abajo, que hay mucha gente y ya lo he saludado¡±. Juli¨¢n, de 26 a?os, le ha pedido que le firme?Manual de resistencia, el libro sobre el (hasta ahora ef¨ªmero) paso de S¨¢nchez por la Moncloa. Por supuesto, se ha llevado la firma y una sonrisa perenne en la cara.

La gente sal¨ªa de bares y comercios para presenciar el acontecimiento. ¡°La foto nos ha quedado muy bonita¡±, se?alaban tres empleadas de una cadena de panader¨ªas que han conseguido una instant¨¢nea con el presidente. Hoy, el presidente es trending topic de su coraz¨®n vallecano. ¡°Tiene que cuidar las pensiones y tiene que intentar que no nos roben tanto¡±, le ha dicho otra se?ora. Un anciano que camina con dificultad con su bast¨®n dice entre dientes: ¡°Es el ¨²nico que est¨¢ haciendo algo por Espa?a y que no est¨¢ robando¡±. Imposible que le escuche entre tanto barullo. Casi parece que se lo estaba diciendo a s¨ª mismo.

Tras m¨¢s de media hora para recorrer 450 metros, la comitiva ha llegado a la Casa del Pueblo, sede de la agrupaci¨®n socialista del distrito, donde S¨¢nchez ha entrado y ha dejado a los periodistas en la puerta. ¡°?No va a hacer declaraciones?¡±, se preguntaban unos a otros. Y se han quedado con cara circunspecta bajo el sol.