La inclusi¨®n de Vox en el Gobierno de la Comunidad, primer escollo de las negociaciones de PP y Ciudadanos

El primer escollo en la negociaci¨®n del gobierno de la Comunidad de Madrid ha surgido antes incluso de que se abran las conversaciones entre los tres partidos de derechas. El PP ve con buenos ojos que Vox entre en ese Ejecutivo, como reclama la formaci¨®n de Roc¨ªo Monasterio, mientras que Ciudadanos rechaza esa opci¨®n. Pese a que el PSOE de ?ngel Gabilondo se impuso en los comicios del pasado domingo, las tres formaciones conservadoras tienen los diputados suficientes para alcanzar una mayor¨ªa si llegan a un acuerdo.

¡°Nuestro objetivo es hacer valer nuestros esca?os y s¨ª, probablemente entrar en el Gobierno es la mejor manera de hacerlos valer y que se vea sobre todo el trabajo que queremos desarrollar¡±, dijo este lunes Monasterio.

¡°Lo que quiero es respetar y tener en consideraci¨®n a los votantes del PP, Cs y Vox. No puedes ir por ah¨ª pretendiendo que te apoyen a cambio de nada¡±, reconoci¨® inmediatamente Isabel D¨ªaz Ayuso, la aspirante del PP, cuando le preguntaron si incluir¨ªa en el Ejecutivo a representantes de sus dos posibles socios. ¡°Yo quiero que el votante de Vox sienta que es escuchado, porque si gracias a sus votos soy presidenta, tengo que recompensar a esos votantes¡±, ha a?adido este martes en Onda Cero.

¡°En el gobierno que quiero negociar solo habr¨¢ miembros del PP y Cs¡±, ha subrayado, por su parte, Ignacio Aguado, de Ciudadanos.

Esas tres frases confrontan dos modelos opuestos de afrontar la negociaci¨®n. Vox reclama una mesa a tres en la que se visibilice que es parte del pacto y en la que se debata si puede encabezar alguna de las consejer¨ªas del pr¨®ximo Ejecutivo. Ciudadanos, sin embargo, no quiere aparecer en la foto con el partido de extrema derecha.

Por eso recalca una y otra vez que solo negociar¨¢ con el PP. As¨ª, aboga por un modelo de negociaci¨®n a dos bandas, en el que el PP se siente por separado con Ciudadanos y con Vox para articular una mayor¨ªa.

Justo lo que hicieron los tres partidos en Andaluc¨ªa, cuando lograron los votos suficientes para acabar con 40 a?os de gobiernos socialistas. Y justo lo que rechaza Vox para Madrid. Como dijo Santiago Abascal, el l¨ªder nacional de la formaci¨®n de extrema derecha: ¡°Vox es determinante. Vox va a hacer valer sus votos. ?Y esto qu¨¦ significa? Significa que no vamos a admitir cordones sanitarios de ning¨²n tipo, insultos, etiquetas de aquellos que para gobernar tendr¨¢n que pactar con nosotros. Algunos tienen que tener muy claro que quien quiera contar con nuestro apoyo para construir mayor¨ªas alternativas tendr¨¢ que ser respetuoso y flexible¡±.

Aguado ya explicit¨® durante la campa?a su veto al PSOE y su voluntad de no firmar acuerdos directamente con Vox. ¡°Hoy por hoy no puedo formar gobierno con un partido que no cree en las autonom¨ªas¡±, resumi¨® el candidato. ¡°Otra cosa es que voten nuestra investidura. Eso ya es decisi¨®n suya y en lo que no podemos entrar¡±, destac¨® entonces, elucubrando con la posibilidad de armar un programa de gobierno tan atractivo como para que fuera irrechazable para Vox.

Esa misi¨®n, sin embargo, corresponde ahora a D¨ªaz Ayuso, la candidata de derechas que m¨¢s votos logr¨® en las elecciones. Y ella, al contrario que Aguado, s¨ª est¨¢ dispuesta a tener un contacto directo con Vox¡­ e incluso a incluirlo en un Gobierno con tres almas.

No es una discrepancia menor. Describe una grieta entre los partidos de derechas que el PSOE intentar¨¢ ensanchar para investir a Gabilondo como presidente con el apoyo de Cs y M¨¢s Madrid. A cambio, el primer partido podr¨ªa lograr la alcald¨ªa de la capital ¡ªsiempre y cuando el equipo de Manuela Carmena validara la operaci¨®n¡ª y el segundo podr¨ªa conseguir que ??igo Errej¨®n entrara en el Gobierno y se apuntara el tanto de acabar con 24 a?os de gobiernos del PP.

¡°Hay que sangrar a Ciudadanos si finalmente pactan con la ultraderecha, o aprovechar esa ventana de oportunidad, rara, pero que existe, de intercambiar posiciones en Madrid regi¨®n y en la capital¡±, resumi¨® uno de los l¨ªderes socialistas de la Comunidad, apuntando a las presiones que recibir¨¢ Aguado para que levante su veto a Gabilondo y que su partido logre a cambio la capital.

En ese escenario, los ocho concejales logrados por el PSOE ser¨ªan claves. Pero si eso no ocurre, arreciar¨¢n las cr¨ªticas al resultado electoral que ya empiezan a despuntar en un PSOE tensado por la oportunidad perdida de desplazar al PP del poder regional y mantener a la izquierda con el bast¨®n de mando en la capital. Distintos integrantes de la direcci¨®n del PSOE de Madrid llegaron a la reuni¨®n de este martes de la c¨²pula de la federaci¨®n que lidera Jos¨¦ Manuel Franco con la idea de pedir la dimisi¨®n de Hern¨¢ndez, que en su presentaci¨®n en el teatro La Latina se comprometi¨® a no hacerlo en caso de que los n¨²meros no le acompa?aran el 26-M.

Todos los cuadros del partido consultados coincid¨ªan en diferenciar entre Gabilondo y Hern¨¢ndez. El PSOE no ganaba las elecciones auton¨®micas desde hac¨ªa 32 a?os y recuper¨® ayuntamientos del cintur¨®n rojo como Alcorc¨®n y Parla, en manos del PP. Mantuvo los ayuntamientos de las grandes ciudades y adem¨¢s se hizo con San Fernando de Henares, en el corredor del mismo nombre. El candidato a la Comunidad fue el m¨¢s votado en la capital con m¨¢s de 418.000 votos mientras que el candidato al Ayuntamiento pasaba de tercera a cuarta fuerza con 223.582 votos (13,7%), 25.000 menos que en 2015 (15,3%). El secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Luis ?balos, destac¨® la pacificaci¨®n de la federaci¨®n realizada por Jos¨¦ Manuel Franco. Lo mismo que Gabilondo en el cierre de la campa?a. Pero salvo sorpresa no resultar¨¢ suficiente para dar un vuelco en Madrid.