La partida de p¨®ker de las negociaciones pol¨ªticas
Los partidos juegan a colocar mensajes en los medios de comunicaci¨®n, lanzan faroles, pero se guardan en la manga la informaci¨®n m¨¢s importante
Los pol¨ªticos tienen mucho de actores, como los jugadores de p¨®ker. Estos d¨ªas de pactos postelectorales despliegan sus mejores artes interpretativas para presionar al adversario, marcarse faroles y lanzarse gui?os, pero los ases se los guardan en la manga. La partida no puede eternizarse, sin embargo. Este martes deber¨¢n haber cerrado un acuerdo para repartirse los siete puestos de la Mesa. En el Ayuntamiento tienen hasta este s¨¢bado, cuando los gobiernos municipales de todo el pa¨ªs toman posesi¨®n. Mientras tanto, asistimos al teatro de las negociaciones, en las que Ciudadanos pasa de tener un papel de reparto a uno protagonista. De ellos depende que gobierne la derecha o no, pero sus decisiones vienen marcadas tambi¨¦n por los equipos negociadores nacionales.
En p¨²blico, los partidos fijan sus posiciones con mensajes clave y ponen en valor su marca con un punto de dramatizaci¨®n. Vox ha cargado durante d¨ªas contra Ciudadanos por no querer sentarse con ellos y por tratarles como ¡°apestados¡±. Cs se ha mantenido inflexible, con su veto al PSOE y su negativa a hablar con Vox. Finalmente, Roc¨ªo Monasterio (Vox) e Ignacio Aguado (Cs) se reunieron ayer despu¨¦s de dos semanas de desacuerdo.
El PSOE en la Comunidad ha escenificado una ronda de contactos como el partido m¨¢s votado y M¨¢s Madrid le ha dejado la mano tendida a Cs. El relato que todos marcan ahora les servir¨¢ para el resto de la legislatura y tienen que aprovechar los focos.
Los principios b¨¢sicos de unas negociaciones postelectorales pasan por ¡°no precipitarse ni en un sentido ni en otro, no renunciar a nada y saber realmente con qu¨¦ fuerza se cuenta¡±, seg¨²n Luis Arroyo, presidente de Asesores de Comunicaci¨®n P¨²blica. Esa fuerza, ¡°hay que ponerla en valor, por peque?a que sea¡±, a?ade Toni Aira, director del m¨¢ster de Comunicaci¨®n pol¨ªtica de la Universidad Pompeu Fabra. La segunda regla es ¡°desplazar la presi¨®n medi¨¢tica al otro y restarse el m¨¢ximo de presi¨®n a uno mismo¡±, dice. Y la tercera, y m¨¢s importante para ¨¦l: ¡°Que la negociaci¨®n real sea lo menos visible posible¡±.
Mientras las discusiones importantes ocurren a puerta cerrada ¡ªy se suceden las llamadas y, tambi¨¦n, las presiones de los grupos de inter¨¦s¡ª sin que trascienda casi nada, los pol¨ªticos se dedican a un ¡°juego medi¨¢tico¡±, como lo llama Aira. ¡°Si con esto consigues que haya una mayor¨ªa de medios a favor de lo que pretendes, ?bingo! porque igual acabas haciendo plausible algo que parec¨ªa improbable o imposible¡±, se?ala el experto en estrategia.
En esa cascada de declaraciones y gestos, el PSOE intenta fijar un marco en el que reclama su legitimidad para gobernar como la fuerza m¨¢s votada. Sabe que lo tiene complicado y no lo niega, pero el candidato ?ngel Gabilondo est¨¢ haciendo una ronda de contactos con todos los partidos. ¡°Si al final el Gobierno que sale es del PP, si el PSOE ha trabajado bien el marco mental de la primera fuerza, el resto de la legislatura va a poder emplear el relato de que la derecha le ha usurpado su puesto¡±, se?ala, Ver¨®nica Fumanal, asesora de comunicaci¨®n.
¡°Hay gesticulaci¨®n hacia fuera para cargar culpas o pretender dibujar qui¨¦nes son los responsables o los culpables de que haya o no acuerdo¡±, apunta el polit¨®logo Pepe Fern¨¢ndez Albertos. Se ha visto en ??igo Errej¨®n, el candidato de M¨¢s Madrid a la Comunidad, cuando esta semana ha se?alado que Aguado comete ¡°un error hist¨®rico¡± si pacta con la derecha y le entrega ¡°la llave a Vox¡±.
Fern¨¢ndez Albertos recuerda adem¨¢s que con los mensajes que los l¨ªderes intentan colocar en los medios tambi¨¦n pretenden fortalecer posiciones internas. ¡°Dentro de los partidos hay preferencias diferentes por tipos de gobiernos y de coaliciones, y a trav¨¦s del discurso haces m¨¢s dif¨ªcil a los contrincantes internos una determinada estrategia¡±, se?ala. Esto encaja con Ciudadanos, con las presiones que se han visto de sectores m¨¢s centristas que cuestionan el veto al PSOE. ¡°Romper o difuminar esa l¨ªnea roja le abrir¨ªa un espacio de negociaci¨®n mucho m¨¢s potente¡±, contin¨²a. Ser el partido que pueda decidir que gobierne un bloque u otro, ¡°en las teor¨ªas de las negociaciones le deber¨ªa dar mucho poder¡±. En Castilla y Le¨®n ya se abren a negociar con el PSOE.
Teatro y realidad ?
En este juego que se traen, ?cu¨¢nto hay de teatro y cu¨¢nto de real en las posiciones ¡°maximalistas¡±, como las llam¨® el PP, de Cs y Vox? ¡°Lo que se consigue con la pol¨¦mica es encarecer ese pacto, en caso de que se d¨¦¡±, opina Aira. Los dos partidos intentan presionar al PP con conflictos, como el intento de Cs de reivindicar la alcald¨ªa de Madrid para Bego?a Villac¨ªs. Quieren que los populares vean que la imagen de victoria que proyect¨® en la noche electoral, con Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida e Isabel D¨ªaz Ayuso dando por conquistados el Ayuntamiento y la Comunidad, no est¨¢ tan clara. Consiguen as¨ª ¡°que el PP tambi¨¦n tenga que remangarse y poner sobre la mesa unas opciones para desencallar la situaci¨®n¡±, dice el asesor pol¨ªtico. ¡°Quien dice opciones dice cargos y concesiones para conseguir su apoyo¡±.
En esta partida, como en las de p¨®ker, resistir es vencer. Los l¨ªderes pol¨ªticos tienen que poner al l¨ªmite sus posibilidades, intentar aparentar, al menos de cara al p¨²blico, que tienen mejores cartas de las que realmente tienen. Pero aunque jueguen a tensionar, como Vox y Ciudadanos, hay un momento en el que tienen que ceder. Qued¨® claro ayer con la reuni¨®n de ambos partidos. Cs trat¨® de circunscribirla a la cortes¨ªa parlamentaria, pero Vox asegur¨® que se trataba de ¡°estudiar propuestas de programa¡±. ¡°Saber hasta d¨®nde puedes aguantar y que no se proyecte la idea de que te has rendido antes de tiempo¡± es tan importante como todo lo dem¨¢s, seg¨²n el profesor de comunicaci¨®n pol¨ªtica.
El juego termina cuando se forma gobierno. No gana solo quien lo preside. Tambi¨¦n quien puede vender que ha contribuido a formarlo o, al menos, que ha puesto en valor mejor que nadie sus votos. Aunque el contenido de las negociaciones sea un iceberg del que solo vemos la punta, el relato que se construye estos d¨ªas marcar¨¢ los pr¨®ximos cuatro a?os.
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