Constitucionalistas cuestionan el pacto con Vox en la Mesa de la Asamblea de Madrid
M¨¢s Madrid recurrir¨¢ ante el Tribunal Constitucional argumentando que no se respet¨® que tiene m¨¢s diputados
Hay motivos para que M¨¢s Madrid presente un recurso ante el Tribunal Constitucional contra el pacto de PP, Cs y Vox para controlar la Mesa de la Asamblea de Madrid y que el partido de extrema derecha tenga un puesto en el organismo. Esa es la opini¨®n compartida por cinco de los seis catedr¨¢ticos consultados por EL PA?S tras la votaci¨®n de la C¨¢mara, en la que la formaci¨®n de ultraderecha logr¨® un puesto en el organismo en detrimento de la de izquierdas, que tiene m¨¢s diputados (12 frente a 20). El Estatuto de Autonom¨ªa explicita la obligatoriedad de que ¡°los grupos participen en proporci¨®n al n¨²mero de sus miembros¡±.
La votaci¨®n para elegir a los siete miembros de la Mesa de la Asamblea de Madrid ¡ªel ¨®rgano que controla el d¨ªa a d¨ªa de la C¨¢mara¡ª ha provocado un enfrentamiento sin precedentes entre los partidos. El PP y Cs maniobraron para que Vox, la quinta fuerza m¨¢s votada en las elecciones, obtuviera un puesto en el organismo. M¨¢s Madrid, el cuarto partido m¨¢s apoyado en los comicios, se qued¨® fuera. Y por eso ??igo Errej¨®n plantear¨¢ un recurso ante el Tribunal Constitucional, que tendr¨¢ que decidir si es legal que un partido con menos diputados desplace a otro que tiene m¨¢s gracias a una alianza que ha dejado la C¨¢mara en manos de las derechas: controlar¨¢n cinco de los siete puestos de la Mesa. [Consulta el pact¨®dromo tras el 26M].
Aguado veta que Vox tenga cargos de cualquier nivel en el Ejecutivo
Ignacio Aguado (Cs) explicit¨® ayer que solo pactar¨¢ con el PP un gobierno de coalici¨®n a dos, basado en un programa de reformas que luego se le presentar¨¢ a Vox para que decida si lo apoya o no ¡ªlos votos de las tres formaciones son imprescindibles para que haya un Ejecutivo de derechas en la Comunidad¡ª. Como inform¨® este diario, el l¨ªder regional del partido de Albert Rivera se mostr¨® taxativo en su oposici¨®n a que la formaci¨®n de Santiago Abascal ocupe cargos en la estructura de ese gobierno ¡ªincluyendo cualquier ente de la Administraci¨®n, como han pactado Vox y PP en un preacuerdo¡ª. Y vincul¨® su capacidad para hacer valer esa posici¨®n, que transmitir¨¢ al PP por escrito, a que es caso contrario no habr¨¢ acuerdo.
¡°La instrucci¨®n que tengo de mi Ejecutiva es muy clara: los Gobiernos, si son de coalici¨®n, lo ser¨¢n de dos partidos, y eso implica todas las estructuras del gobierno regional¡±, dijo Aguado en una entrevista en Cope. ¡°Si somos capaces de llegar a un acuerdo program¨¢tico con el PP, y tambi¨¦n de estructura de gobierno, presentaremos ese documento al resto de formaciones y tendr¨¢n que decidir¡±, sigui¨®. ¡°En el caso de Vox, tendr¨¢ que decidir si permite que se ponga en marcha (¡). No queremos tripartitos ni f¨®rmulas extra?as de gobierno¡±, a?adi¨®, descartando que Vox pueda ocupar puestos gubernamentales de menor rango que el de consejero. ¡°Gobierno implica todo [tambi¨¦n entes]. Habr¨¢ que ir a la ley [para ver hasta qu¨¦ nivel administrativo se puede considerar Gobierno] Nuestro objetivo es pactar con el PP, solamente con ellos y que el resto decidan¡±.
No obstante, la direcci¨®n nacional de Cs ha transmitido que podr¨ªa estudiarse la opci¨®n de que Vox ocupe puestos menores de la Administraci¨®n.
El PP no lo ve igual. ¡°Cuando se negocia todos tienen que ceder¡±, dijo ayer Ana Beltr¨¢n, que forma parte del comit¨¦ negociador nacional formado por los populares, que querr¨ªan ofrecerle a Vox puestos intermedios en las consejer¨ªas que controlen en el pr¨®ximo Gobierno. Justo lo que rechaza Aguado.
¡°El principio de representaci¨®n proporcional de los grupos parlamentarios exige el respeto a una regla de prelaci¨®n: los partidos no pueden utilizar la divisi¨®n de sus votos para favorecer a un grupo parlamentario menor dejando fuera de la Mesa a un grupo que tiene m¨¢s representantes que aquel al que se respalda o cede votos¡±, razona Alberto L¨®pez Basaguren, catedr¨¢tico de la Universidad del Pa¨ªs Vasco. ¡°La Asamblea, en una situaci¨®n que el reglamento no regula con suficiente seguridad, ha permitido una votaci¨®n que vulnera ese principio¡±, a?ade, haciendo hincapi¨¦ en que la proporcionalidad no implica que todas las formaciones tengan representaci¨®n en el ¨®rgano, puesto que las plazas de la Mesa son finitas (siete) y el n¨²mero de partidos con representaci¨®n puede ser potencialmente mayor. ¡°En la medida que ha promocionado a la Mesa al representante de un grupo con menos representantes que otro, esa votaci¨®n es nula¡±, prosigue. ¡°Lo que pasa es que el Constitucional va a tener un problema para restituir el derecho del grupo M¨¢s Madrid a estar en la Mesa¡±.
¡°El recurso tiene recorrido, claro que lo tiene¡±, coincide Javier P¨¦rez Royo, catedr¨¢tico de la universidad de Sevilla. ¡°La pretensi¨®n de M¨¢s Madrid est¨¢ plenamente justificada. El art¨ªculo 12 del estatuto es claro. Hay una vulneraci¨®n¡±, sigue. Y opina: ¡°El Constitucional amparar¨¢ [al recurrente] y obligar¨¢ a que la C¨¢mara vuelva a tomar la decisi¨®n. Lo que en ning¨²n caso se puede hacer es poner a Vox y sacar a M¨¢s Madrid. Eso son matem¨¢ticas. No es opcional¡±.
Seg¨²n los c¨¢lculos de M¨¢s Madrid, cada puesto de la mesa equivale a un 14,28% de los votos sumados en las elecciones. Sin embargo, el partido de Errej¨®n logr¨® superar ese porcentaje (14,65%) y se qued¨® sin representante en el organismo que dirigir¨¢ la C¨¢mara, mientras que Vox lo logr¨® habiendo registrado solo el 8,86% de los sufragios. ?C¨®mo ocurri¨® eso? PP, Cs y Vox votaron en bloque para que Juan Trinidad (Cs) fuera el presidente de la Asamblea. Luego, se combinaron para que el PP tuviera una vicepresidencia y Vox otra. Y tambi¨¦n para que Cs y el PP lograran dos secretar¨ªas. La vicepresidencia y la secretar¨ªa restantes, hasta completar los siete integrantes de la Mesa, fueron para el PSOE. Y M¨¢s Madrid se qued¨® fuera porque tampoco convenci¨® a los socialistas de que le prestaran votos (como hab¨ªan hecho entre s¨ª los partidos de derechas) para garantizar que tuviera voz en el organismo.
¡°Esto es flagrante¡±, opina Juan Jos¨¦ Solozabal, catedr¨¢tico de derecho constitucional de la Aut¨®noma de Madrid. ¡°La decisi¨®n es frontalmente contraria a la proporcionalidad, que el Tribunal Constitucional ya ha encarecido que debe respetarse¡±.
¡°El estatuto habla de proporcionalidad, es cierto. El recurso de amparo parlamentario tiene sentido. Y puede tener ¨¦xito¡±, ampl¨ªa otro catedr¨¢tico, que pide opinar desde el anonimato porque desempe?a un puesto con relevancia p¨²blica. ¡°Pero es el reglamento el que ha de concretar la proporcionalidad¡±.
El Estatuto encarga a los redactores del reglamento de la C¨¢mara que establezcan los mecanismos que deben asegurar la proporcionalidad. Y el ¨²nico que existe en esa norma es que un partido podr¨¢ ocupar cuatro de los siete puestos de la Mesa como m¨¢ximo. Una salvedad prevista para los tiempos del bipartidismo de PP y PSOE, cuando garantizar la presencia de dos formaciones en el organismo era una salvaguardia suficiente. Las cosas, sin embargo, han cambiado: habr¨¢ seis grupos pol¨ªticos en la C¨¢mara por primera vez (PSOE, PP, Cs, M¨¢s Madrid, Vox y Podemos).
¡°Creo que jur¨ªdicamente tal recurso de amparo no tiene recorrido de acuerdo con la doctrina del TC en su sentencia 199/2016¡±, discrepa el catedr¨¢tico Francesc de Carreras, que cree que el recurso incluso podr¨ªa ser inadmitido. ¡°Otra cosa, de naturaleza pol¨ªtica, es que los reglamentos de las c¨¢maras deber¨ªan adaptarse al actual multipartidismo", argumenta. ¡°Por ¨²ltimo, creo que los partidos que han obtenido un puesto en la Mesa de la Asamblea madrile?a no han sido sensibles a la nueva pluralidad de esta c¨¢mara lo cual me parece un error pol¨ªtico para su buen funcionamiento¡±. Esta sentencia del TC sobre el Parlamento de Andaluc¨ªa avala que lo importante son los votos que se suman en la votaci¨®n de la Mesa, no los de las elecciones.
En aquel caso de 2015, el PP sum¨® votos suficientes para tener un puesto en la mesa de edad, el?¨®rgano de gobierno de car¨¢cter transitorio que preside las sesiones de una c¨¢mara tras unos comicios. Pero?el presidente de esa mesa, del PSOE, se lo arrebat¨® para d¨¢rselo a Izquierda Unida (IU), pese a que IU hab¨ªa tenido menos votos. El TC se podr¨ªa agarrar a ese precedente para inadmitir el recurso de M¨¢s Madrid: Vox logro m¨¢s votos que M¨¢s Madrid en la votaci¨®n de la Mesa, como el PP entonces.
¡°El recurso se puede plantear, pero hay una contradicci¨®n entre someter algo a votaci¨®n y exigir que la votaci¨®n vaya en una direcci¨®n¡±, matiza ?ngel Rodr¨ªguez, catedr¨¢tico de la Universidad de M¨¢laga, poniendo el acento en que el reglamento de la C¨¢mara no recoja con detalle c¨®mo cumplir con la proporcionalidad a la que obliga el Estatuto. "Hay que arbitrar un procedimiento de votaci¨®n que sea acorde con lo que quieres que refleje el resultado", a?ade.
Cuando el PP conoci¨® que M¨¢s Madrid quer¨ªa plantear un recurso ante el Constitucional, sus representantes emitieron una advertencia. Quedan por negociar las presidencias de las comisiones y la composici¨®n de sus mesas. De nuevo ah¨ª puede funcionar el rodillo de la derecha. O no: puede ser la excusa para la paz, con una compensaci¨®n a M¨¢s Madrid y Podemos por no haber logrado un puesto en la Mesa de la Asamblea.
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