Que no vuelva la caspa

En la Antigua Roma se dec¨ªa damnatio memoriae (condena de la memoria) cuando el Senado enviaba a una persona al olvido: todo recuerdo de ese enemigo del Estado, toda inscripci¨®n, toda estatua, todo monumento ser¨ªan destruidos, toda menci¨®n borrada, como si el condenado nunca hubiera pisado la faz de la Tierra.

Ahora, leyendo los pactos que han firmado los partidos del nuevo gobierno municipal (pactos entre la derecha y la ultraderecha que en otros pa¨ªses m¨¢s avanzados hubieran sido objeto de esc¨¢ndalo; hay en el Consistorio un se?or con pinta de inspector de la Gestapo) y seg¨²n han explicado varios medios, parece que buena parte de la actividad prometida estar¨¢ destinada a borrar para siempre el paso de Manuela Carmena y Ahora Madrid, como si aqu¨ª nada hubiera ocurrido.

Como destruir Madrid Central ser¨¢ mal visto por la Uni¨®n Europea y dejar¨¢ a Madrid como una ciudad paleta que va en contra del flujo hist¨®rico global en pos de un planeta mejor, probablemente se har¨¢n algunas ?apas y se cambiar¨¢ el nombre, para diferenciarse y, como digo, borrar los restos de lo anterior. Dicen los conspiranoicos que no gusta que Madrid Central tenga las mismas iniciales (MC) que Manuela Carmena. Otros, m¨¢s extravagantes, pronostican que la almendra central se llamar¨¢ ¡°Almeida Central¡±, en honor al nuevo alcalde. Pero no se f¨ªen, son habladur¨ªas de los bares.

Uno de los puntos m¨¢s fuertes de Ahora Madrid fue la cultura y la nueva concejala de Cultura ser¨¢ Andrea Levy, la n¨²mero dos de Almeida, lo que quiz¨¢s quiera decir que se van a tomar la cosa en serio, esperamos que para bien. Porque la cultura importa mucho, sobre todo en una ciudad como Madrid.

Los Veranos de la Villa se deshicieron de la caspa y el elitismo, y se diseminaron por los barrios, m¨¢s imaginativos, m¨¢s modernos, m¨¢s populares. La programaci¨®n de los teatros y centros culturales municipales mejor¨® ostensiblemente, como las Fiestas de San Isidro, y se iniciaron proyectos prometedores, a¨²n en consolidaci¨®n, como la radio M21 (bautizada maliciosamente por algunos como Radio Carmena), que el PP prometi¨® cargarse de buenas a primeras.

A cambio se proponen cosas tan estrafalarias como un Museo de La Movida madrile?a, que no sabemos si existi¨® o no, si mereci¨® la pena o no, y que ya nos aburre soberanamente. Mejor se promov¨ªa una nueva y mejor Movida, en vez de musealizar la antigua. Otras son la reapertura de la escuela de maltratadores de toros o el cerril nuevo intento de que Madrid cumpla el sue?o ol¨ªmpico, que siempre acaba en pesadilla.

Levy ha tratado en los ¨²ltimos a?os de sacar partido a sus gustos culturales modernetes para dar una idea m¨¢s fresca y culta del PP y de s¨ª misma. Esperemos que esa vena cultural le otorgue el criterio suficiente para construir sobre lo anterior y mejorarlo, y no devolvernos a la caspa eterna.