La ley catalana de educaci¨®n cumple diez a?os sin ejecutar sus objetivos
La comunidad educativa denuncia la falta de democracia en los centros y la reducci¨®n del gasto p¨²blico en la ense?anza
La Ley Catalana de Educaci¨®n (LEC) ha cumplido esta semana 10 a?os con muchas cuentas pendientes y cada vez menos apoyos. El consenso pol¨ªtico con el que contaba cuando se aprob¨® ya no existe y algunos de los objetivos con los que naci¨® est¨¢n lejos de cumplirse. La norma recoge que el presupuesto educativo tiene que ser del 6% del PIB, pero hoy apenas llega al 3,5%. Los conciertos con colegios privados que avala la ley mantienen el rechazo de buena parte de la comunidad educativa. Y la segregaci¨®n escolar, principal problema del sistema educativo, sigue creciendo sin que la LEC despliegue herramientas para combatirla.
La LEC se aprob¨® en 2009 con un 89% de los votos favorables(ERC, PSC, ICV y CiU), aunque ICV ¡ªque formaba parte del gobierno con ERC y PSC¡ª vot¨® en contra de algunos art¨ªculos. Pero este consenso, que sustent¨® la norma durante una d¨¦cada pese a los cambios de gobierno, se ha esfumado. Entre otras cosas porque Ciudadanos, que vot¨® en contra, es ahora el principal partido de la c¨¢mara. Adem¨¢s, buena parte de la comunidad educativa que entonces rechaz¨® la norma, mantiene a¨²n su negativa a esta ley.
Pero independientemente de los eventuales apoyos que pudiese tener ahora, la LEC tampoco ha logrado ejecutar los objetivos que se marc¨®. Especialmente, aquellos que se refiere al gasto p¨²blico en educaci¨®n. La norma contempla que, en ocho a?os, el montante deber¨ªa estar, ¡°como m¨ªnimo¡±, en torno al 6% del PIB. Una d¨¦cada despu¨¦s, est¨¢ en el 3,56%. ¡°Para que las cosas funcionen se necesita dinero. Hay cosas que propon¨ªa la LEC, como la formaci¨®n de los maestros o la escuela inclusiva, que no se pueden hacer porque no hay dinero¡±, sostiene Maria Vinuesa, de la Asociaci¨®n de profesores Rosa Sensat, que en 2009 se posicion¨® en contra de la ley. El Govern present¨® un decreto para potenciar la escuela inclusiva, pero no se ha desplegado por falta de presupuesto. ¡°Estamos muy lejos del 6%. Estamos m¨¢s lejos que hace 10 a?os¡±, lamenta Manel Pulido, de CC OO.
¡°Si no se ha avanzado m¨¢s es por la losa de la crisis financiera que ha provocado muchos recortes¡±, justificaba el pasado jueves el consejero de Educaci¨®n, Josep Bargall¨®, en d¨¦cimo aniversario de la LEC. ¡°Y el contexto pol¨ªtico no ha sido propicio para desplegar la LEC¡±, agregaba, en alusi¨®n a la intervenci¨®n de la Generalitat con el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. En estos a?os, el PP tambi¨¦n llev¨® la norma, que blinda la inmersi¨®n ling¨¹istica, al Tribunal Constitucional. Los magistrados avalaron casi toda la ley, aunque no tocaron el art¨ªculo del catal¨¢n como lengua vehicular porque ¨¦ste no fue recurrido.
¡°La LEC ha dado m¨¢s p¨¦rdidas sociales¡±
¡°La LEC, como la LOMCE, es una ley neoliberal que se deber¨ªa derogar¡±, dice, tajante, Bel¨¦n Tasc¨®n, presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Madres y Padres (Fapac). Tasc¨®n asegura que la norma ¡°ha reducido la democracia en las escuelas¡± e introduce, adem¨¢s, la competencia entre centros, ¡°por lo que se deja de cooperar¡±.
¡°La LEC ha dado m¨¢s p¨¦rdidas sociales a la escuela que ventajas al sistema. Lo ¨²nico bueno era el aumento de la provisi¨®n de recursos y no ha sucedido. Se han reducido¡±, lamenta Tasc¨®n. La presidenta de Fapac sostiene que ¡°si el sistema educativo no ha naufragado es por el trabajo de los docentes y de las familias, no por la ley¡±.
La LEC tambi¨¦n cre¨® el Servicio de Educaci¨®n de Catalu?a, integrado por escuelas p¨²blicas y privadas concertadas. Este sistema equiparaba, de facto, las dos redes (antes la concertada era subsidiaria de la p¨²blica), lo que gener¨® el rechazo de la comunidad educativa. La ley recoge, adem¨¢s, que, para garantizar la gratuidad de la educaci¨®n, los centros concertados tienen que tener financiaci¨®n suficiente y proh¨ªbe que se impongan cuotas a las familias. Sin embargo, ninguno de estos art¨ªculos se ha cumplido y hay centros concertados que cobran hasta 800 euros al mes por cada ni?o escolarizado.
Esta situaci¨®n alienta, seg¨²n sindicatos, familias y docentes, la segregaci¨®n escolar, el principal problema de la escuela en Catalu?a. ¡°Los conciertos son un multiplicador de la segregaci¨®n¡±, zanja Ramon Font, de USTEC. ¡°La LEC no ha conseguido revertir la parte segregadora que ya anunci¨¢bamos que ser¨ªa mantener esta doble red¡±, agrega Vinuesa. Bargall¨® anunci¨® que revisar¨¢ los conciertos y no los renovar¨¢ a los centros que segreguen por sexo.
Otro de los elementos m¨¢s conflictivos de la norma fue la cesi¨®n de m¨¢s poder a las direcciones de los centros. La ley daba m¨¢s autonom¨ªa a los colegios al reforzar el papel de los directores ampliando sus competencias en gesti¨®n pedag¨®gica y de recursos humanos. Estas medidas han pasado factura a la democracia de los centros. ¡°Cosas que estaban bien, como la autonom¨ªa de centro, se han pervertido. Las direcciones tienen una capacidad de gesti¨®n del personal muy importante. Tienen mucha carga y se descuida el liderazgo pedag¨®gico. Hay bastantes conflictos¡±, apunta Pulido.
El poder de las direcciones
Vinuesa a?ade que el aumento de poder de las direcciones ha ido en detrimento del de los equipos. ¡°En estos 10 a?os, en la escuela ha habido cambios espectaculares en la pr¨¢ctica educativa que no van de acuerdo a la ley. Los cambios han ido por delante de la ley. Los han promovido las escuelas poniendo el acento en el equipo, en un proyecto en el que todos se sientan implicados. El proyecto educativo no tiene que descansar en la figura de una sola persona¡±, agrega la docente.
Algunos actores coinciden en la necesidad de revisar la LEC y adaptarla a los nuevos retos del sistema. Otros apuestan por evaluar la propia ley o incluso, derogarla. ¡°La LEC quer¨ªa una educaci¨®n mejor para Catalu?a y no lo ha logrado: el descontento, m¨¢s all¨¢ de las cuestiones econ¨®micas, es creciente¡±, apunta Vinuesa. ¡°Vamos peor que hace 10 a?os: m¨¢s segregaci¨®n, menos democracia en los centros y peor financiaci¨®n¡±, concluye Font.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.