La precariedad laboral vac¨ªa las playas de socorristas

Salarios bajos, jornadas laborales largas y escaso reconocimiento social. El sector del socorrismo lamenta sus condiciones laborales y las empresas denuncian la falta de profesionales para cubrir la temporada de verano. Algunos municipios no consiguen cubrir las plazas previstas y contratan observadores sin capacidad para saltar al agua en caso de necesidad. Seg¨²n una estimaci¨®n de la Federaci¨®n Catalana de Salvamento y Socorrismo, Catalu?a necesita unos 7.000 profesionales este verano, aproximadamente 1.000 m¨¢s de los inscritos en el Registro Oficial de Profesionales del Deporte (ROPEC), requisito para ser contratado.

En Cunit (Baix Pened¨¨s), el Ayuntamiento ten¨ªa previsto contratar a 17 socorristas este verano. Pero ante la falta de candidatos, incorpor¨® a 10. Ahora pretende ampliar la plantilla con observadores sin capacidad para saltar al agua. No es un caso ¨²nico: en Viladecans (Baix Llobregat), la empresa externa que gestiona el servicio de vigilancia traslad¨® al gobierno municipal semanas antes del inicio de la temporada de ba?o su temor por no cubrir la demanda profesional. Sus casos reflejan los problemas de municipios y sociedades para encontrar socorristas.

"Fuera de Barcelona, el socorrismo se ha convertido en un trabajo precario, denigrante y miserable", denuncia Salvador Zettelmann, secretario general de las playas de Barcelona. "Se puede cobrar unos 1.000 euros al mes trabajando 60 horas a la semana y sin cumplir las horas de descanso". Agust¨ªn Soca, socorrista en Salou, reconoce que algunos compa?eros llegan a cobrar cinco euros la hora. "Se nos valora muy poco", razona. Zettelmann coincide: "Mucha gente tiene la imagen de un trabajador tomando el sol en la playa, y no es as¨ª. Tenemos mucha responsabilidad, pero falta reconocimiento. No se nos considera un cuerpo de emergencias". En la capital catalana, seg¨²n Zettelmann, las retribuciones alcanzan los 1500 euros mensuales. "Estamos organizados laboralmente", justifica.

El pasado mes de enero entr¨® en vigor el r¨¦gimen sancionador de la Ley de Profesiones del Deporte de Catalu?a, que obliga a las empresas a contratar a profesionales inscritos en el ROPEC. Actualmente se calcula que el registro cuenta con unos 6.000 socorristas alistados, menos de los necesarios para cubrir el verano. La Federaci¨®n de Salvamento y Socorrismo asegura que el sector requiere 7.000 profesionales, y la Asociaci¨®n de Empresas Catalanas de Salvamento Acu¨¢tico (AECSA) aumenta la cifra hasta los 9.000. "La Generalitat no quiere ver que hay un problema con esta normativa", critica Albert Calabuig, presidente de AECSA. "Faltan profesionales aut¨®ctonos", lamenta. La empresa Emerg¨¨ncies Setmil empez¨® a buscar hace meses socorristas para Cornell¨¤, Pineda y Matar¨®: "Tuvimos miedo de no llegar a tiempo", aseguran.

Moratoria

La presi¨®n empresarial llev¨® a la Generalitat a aprobar una moratoria que evita las sanciones a las compa?¨ªas y municipios que no cumplan el reglamento. "Es un agravio comparativo con otros sectores del deporte", denuncia Pere Manuel, presidente del Colegio de Licenciados en Educaci¨®n F¨ªsica y Deporte. "En lugar de hacer moratorias, deber¨ªan elaborar planes de ocupaci¨®n juvenil. No es cierto que no haya socorristas. El problema es que los sueldos no se corresponden".

Agust¨ªn Soca dejar¨¢ el socorrismo. "Quiero dedicarme al crossfit. En el socorrismo deber¨ªan pagarnos m¨¢s. Es un trabajo de riesgo", conviene. La precariedad laboral vac¨ªa las playas de socorristas.