La pol¨ªtica del mal vestir

Miquel Iceta (PSC) bail¨® al ritmo de Queen. Cayetana ?lvarez de Toledo (PP) luci¨® un significativo jersey amarillo en el debate de TV3. Anna Gabriel (CUP) abandon¨® su caracter¨ªstico flequillo cuando huy¨® a Suiza. Todav¨ªa en la retina est¨¢ el Dirty Lips Mood brillante sobre la camiseta negra de la exvicepresidenta Joana Ortega en su comparecencia junto a Artur Mas e Irene Rigau para reaccionar ante la petici¨®n de Fiscal¨ªa de inhabilitarles por la causa del 9-N.

Los cocineros tienen raz¨®n: somos lo que comemos. Pero tambi¨¦n somos lo que vestimos y c¨®mo nos expresamos. Algunos m¨¢s que otros. Y para rajarnos vivos, siempre desde la bondad, y explicar qu¨¦ dice nuestra ropa est¨¢ Patrycia Centeno (A Coru?a, 1983) ¡ªescribe su nombre como su madre quiso¡ª, experta en comunicaci¨®n no verbal y periodista, que acaba de publicar Sin decir ni mu (ediciones Destino) para hablar no solo de moda sino tambi¨¦n de comunicaci¨®n corporal.

Centeno es una experta en comentar la indumentaria de los pol¨ªticos, de izquierdas y de derechas. Lo hace activamente en las redes sociales (@PoliticayModa). ¡°Los pol¨ªticos hoy en d¨ªa no visten bien, acaban todos mimetizados, con una desidia est¨¦tica que lo ¨²nico que representa es tambi¨¦n una gran mediocridad ideol¨®gica o mental. S¨ª que han ocurrido cosas. Celebro que en el Congreso de los Diputados o en el Parlament haya una pluralidad de estilos, indumentarios tambi¨¦n, porque lo que refuerza es que tenemos una democracia. Pero no es una democracia que defendamos. Nuestros abuelos hac¨ªan lo posible por vestir bien, pese a sus recursos econ¨®micos. Por una parte, hemos perdido la percepci¨®n de lo que nos podr¨ªa aportar la ropa y, por otra, hemos vivido una crisis econ¨®mica y cultural pero tambi¨¦n filos¨®fica. La desidia sigue siendo la misma en todos los estilos, lleven tejanos o americana¡±. Y a?ade: ¡°Nos han hecho creer que no preocuparse por su imagen es una garant¨ªa de que son personas fiables y que se dedican al pensamiento y a mejorar la vida¡±.

?C¨®mo se viste bien o se tiene estilo? Para Centeno no es cuesti¨®n de dinero. Las grandes marcas han ¡°democratizado¡± la moda, la han hecho accesible a todo el mundo. ¡°Las grandes cadenas de ropa r¨¢pida funcionan como la comida r¨¢pida. No podemos decir que la gente que consume fast fashion, que somos la mayor¨ªa, tenga una buena dieta¡±.

¡°Gabriel Rufi¨¢n puso a parir a Amancio Ortega y a Inditex y luego apareci¨® en la televisi¨®n con Risto Mejide con una americana de Zara. Rufi¨¢n dijo: ¡®No pasa nada, todos vestimos de Zara¡±. Centeno sube el tono: ¡°S¨ª que pasa, todos vestimos de Zara, pero t¨² cobras un buen sueldo al mes y est¨¢s de representante p¨²blico y basta ya de representantes p¨²blicos que van de influencers. Lo que necesitamos son referentes, no influencers. Nosotros como sociedad debemos ser m¨¢s exigentes, es que lo toleramos todo. ?Represent¨¢is al pa¨ªs con esas fachas? ?en serio? ?Y no se os cae la cara de verg¨¹enza?¡±

Bajar a la arena con Centeno y comentar el look de unos y otros es de lo m¨¢s interesante. Uno de los pol¨ªticos mejor vestidos de Espa?a ¡°e incluso de Europa¡±, seg¨²n esta analista, es Xos¨¦ Manuel Beiras, gallego, de izquierdas, ¡°que nunca ha tenido que vestir un traje y una corbata para vestir bien. ?l es una persona sensible con los materiales, la combinaci¨®n de colores, c¨®mo lleva la barba, el cuidado... ?c¨®mo saber si es un buen gobernante? Las apariencias no enga?an, los que queremos ser enga?ados a veces somos nosotros. En la clase pol¨ªtica actual es muy dif¨ªcil verlos bien vestidos¡±. Y de los mal vestidos, la periodista gallega tiene una larga lista, pero se me ocurre preguntar por Quim Torra, presidente de la Generalitat. ¡°Es un desastre; un desastre porque est¨¢ la autoimposici¨®n de pensar que ponerte un traje y una corbata te hace presidente. Odio las camisas de manga corta, pero casi que me lo creer¨ªa m¨¢s si fuera con camisa de manga corta y unas espardenyes; ser¨ªa m¨¢s cre¨ªble, m¨¢s coherente¡±. Hay otros a los que Centeno ve un poco mejor, ¡°aunque clasicorros¡±, como Josep Antoni Duran Lleida y Xavier Trias. Y destaca uno especialmente: ¡°No es elegante pero es coherente, es David Fern¨¢ndez. Lo importante es ver si el mensaje es coherente con el discurso¡±. Camisetas como la que luci¨® el entonces diputado de la CUP en la C¨¢mara catalana con el lema ¡°Vull but¨¤¡± (quiero butano) estampado en su camiseta, que suena igual que ¡°vull votar¡± (quiero votar). Corr¨ªa marzo de 2014.

La realidad es que en Espa?a no est¨¢ profesionalizada la asesor¨ªa de comunicaci¨®n no verbal a los partidos pol¨ªticos. ¡°Vemos totalmente natural las personas que trabajan con el relato, maquillando palabras para que ellos hablen, y sabemos perfectamente que nos est¨¢n mintiendo con la palabra; pero, en cambio, vemos como una perversi¨®n ayudar a proyectar a trav¨¦s de la imagen¡±.

Y llorar, ?lloran mucho los pol¨ªticos? Centeno escribe en Sin decir ni mu: ¡°Llorar muestra una forma de vulnerabilidad que algunos pueden percibir como una debilidad. Pero que un l¨ªder no se siente molesto por expresar su fragilidad tambi¨¦n deber¨ªa considerarse como una aut¨¦ntica proeza (tal vez la m¨¢s poderosa)¡±. Nos queda mucho por llorar, y tambi¨¦n por mejorar en nuestro armario pol¨ªtico.

P. D. Patrycia Centeno firma el an¨¢lisis de las dos fotos que ilustran esta cr¨®nica.