Los Secretos ahondan en la f¨®rmula de la juventud eterna
La banda madrile?a celebra sus 40 a?os revitalizando el repertorio con las canciones de un nuevo ¨¢lbum, ¡®Mi para¨ªso¡¯
Lo bueno de Los Secretos, casi dir¨ªamos que lo milagroso, es que celebran su 40 aniversario y el primer impulso pasa por sugerirles otros 40 a?os m¨¢s. Las cuentas no acaban de salir, seg¨²n los par¨¢metros cl¨¢sicos de la biolog¨ªa, pero asombra tener por veteranos a unos tipos a los que solo consideramos experimentados; gente de solvencia probada despu¨¦s de muchas horas de vuelo, pero a la que resultar¨ªa improcedente situar a las puertas de la jubilaci¨®n. Y as¨ª, en esa ambivalencia entre la frescura y la sabidur¨ªa con que se manejan los maduritos interesantes, pod¨ªa suceder que los madrile?os se convirtieran en candidatos id¨®neos para inaugurar una nueva edici¨®n del Universal Music Festival, ese programa con el que cada mes de julio la m¨²sica popular se infiltra entre las anta?o sacrosantas paredes doctas y cl¨¢sicas del Teatro Real.
Esta nueva pica (la quinta) del pop y la canci¨®n de autor en el Flandes de la ¨®pera y la m¨²sica sinf¨®nica permiti¨® anoche que escuch¨¢ramos 'Y no amanece', 'Pero a tu lado', 'Ojos de gata', 'Buena chica' o la inaugural (y conmovedora) 'Ag¨¢rrate a m¨ª, Mar¨ªa' justo en el mismo escenario sobre el que la pr¨®xima semana acontecer¨¢ ese 'Il Trovatore' con el que Verdi, por muy decimon¨®nico que se nos ponga, sigue reventando las taquillas. Bien pensado, era buena ocasi¨®n para caer en la cuenta de que pocos nombres entre los que han estado operativos a lo largo de este ¨²ltimo medio siglo resultan ya tan cl¨¢sicos como el de Los Secretos. Y de que los sobrinos o hermanos peque?os siguen poco a poco incorpor¨¢ndose a esas canciones incombustibles con las que quienes les preceden aprendieron a emocionarse, a probar las mieles y hieles del amor, incluso a lamerse los ara?azos del fracaso. Argumentos eternos, irresolubles conflictos del alma, p¨¢ginas sin fecha de caducidad.
?lvaro Urquijo, el teclista Jes¨²s Redondo y el guitarrista Ram¨®n Arroyo son los custodios leg¨ªtimos de aquellos nueve discos -algunos ciertamente decisivos- que se sucedieron entre 1980 y la fat¨ªdica noche de noviembre de 1999 en que el mundo se qued¨® sin la voz de Enrique Urquijo. Se trata de un legado fabuloso al que recurren con el fervor de quien se sabe due?o de un tesoro para la posteridad, pero que han ido apuntalando con nuevas canciones que entregan en dosis prudentes. Ayer estrenaron varias de las que en el ¨²ltimo tramo del a?o dar¨¢n forma a un nuevo ¨¢lbum, 'Mi para¨ªso', t¨ªtulo quiz¨¢ algo almibarado que esconde una de las mejores canciones de ?lvaro en lustros. Se titula 'Si pudiera parar el tiempo', nadie la hab¨ªa escuchado hasta anoche y llora el vac¨ªo que han ido dejando Enrique, Antonio Vega, Bowie o Glenn Frey (Eagles) sin que surja nadie lo bastante legitimado para "ocupar su precioso lugar".
El peque?o de los Urquijo tambi¨¦n maneja los resortes de la melancol¨ªa, sin duda, y lo demostr¨® en otro de los estrenos absolutos: 'Lejos', country-folk de libro, con arpegios preciosos y ese deje a derrota que tanto le aproxima a su admirado Ron Sexsmith, ese bardo canadiense que tampoco ha querido nunca decirle del todo adi¨®s a la tristeza. La vertiente vaquera la cubre 'P¨¢rpados pintados'. Y la faceta m¨¢s luminosa de ?lvaro, la que sublim¨® a principios del nuevo siglo con 'Gracias por elegirme', se filtra en la pieza que da t¨ªtulo al nuevo trabajo.
Una cosa parece segura: a los seguidores de toda la vida, los secretistas con trienios, el nuevo ¨¢lbum les va a saber a gloria bendita. Y como insuflar savia nueva le sienta bien a cualquiera, incluso a los maduritos interesantes, el quinteto ha decidido reforzarse con un cantautor estupendo, el madrile?o Txetxu Altube, que aporta ac¨²stica, segundas voces y buen gusto manifiesto. Otro hijo putativo evidente de los Urquijo, claro.
Este festival de los arietes del pop llamando a las puertas del templo cl¨¢sico se toma ahora una semanita de descanso (turno para 'Il Trovatore', recuerden) para regresar el d¨ªa 15 con uno de los veteranos m¨¢s venerables a¨²n en danza, Paul Anka. Se incorporar¨¢n despu¨¦s jazzistas ligeros (Jamie Cullum), flamencos o aflamencados de distinta intensidad (Jos¨¦ Merc¨¦, S¨ªlvia P¨¦rez Cruz con Toauinho y Javier Colina), una jovencita con todo por descubrir (Aitana) y la emocionante despedida mundial de Joan Baez, el domingo 28. La antigua musa de Dylan lo deja, salvo sorpresa, tras seis d¨¦cadas de oficio. Los Secretos, como aspirantes a la juventud eterna, se proponen superarla en longevidad. Todo se andar¨¢.
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