Un canto a la vida
Oriol Tarras¨®n ha escrito 'Un dia qualsevol' a la medida de Imma Colomer, que act¨²a con Quimet Pla y Pep Ferrer revolucionando una residencia de ancianos
Un d¨ªa cualquiera, uno de tantos de aburrimiento, de sentarse en el jard¨ªn ¡°a hacer la fotos¨ªntesis¡±, de aquellos en que en la residencia (de la tercera edad) Bon rep¨°s las horas pasan muuuuy despacio, irrumpe Marta. Es decir, Solange (¡°siempre me he querido llamar as¨ª, y a partir de ahora ser¨¦ Solange¡±, dice). Y revolucionar¨¢ la vida de la residencia con su ilusi¨®n y sus ganas de disfrutar de la vida. S¨ª, de la vida, all¨ª, en el Bon rep¨°s. Mateu (Pep Ferrer) y Ernest (Quimet Pla), dos residentes cascarrabias, se har¨¢n c¨®mplices de la reci¨¦n llegada (Imma Colomer) para acabar con la tranquilidad de aquel espacio as¨¦ptico, previsible, amodorrado.
Es la nueva apuesta de la compa?¨ªa Les Antonietes, en la sala Villarroel, en el contexto del Grec ¡ªen cartel hasta el 28 de julio¡ª. ¡°Quer¨ªa escribir sobre la situaci¨®n de la gente mayor explicada por la gente mayor, sin pena, con humor, y el mejor lugar para hacerlo era un geri¨¢trico¡±, avanza Oriol Tarras¨®n, autor y director de la obra.
El texto es ¨¢gil, divertido e ir¨®nico y, como pretend¨ªa, arranca risas sinceras y despierta ternura. Pasa con naturalidad de la comedia al drama con ritmo, a veces desfasado, y con una credibilidad que los int¨¦rpretes acaban de redondear. ¡°Quer¨ªa hacer una reflexi¨®n sobre c¨®mo queremos vivir, la obra es un canto a la vida hecho por las personas que m¨¢s han vivido. ¡®La vida es demasiado corta para vivir solo cien a?os¡¯, dice con clarividencia en un momento dado Mateu¡±. Los tres protagonistas, bajo el control (presuntamente f¨¦rreo) de la enfermera (Annabel Castan), luchan contra el sentimiento de culpa, sobre todo en relaci¨®n con los hijos: ¡°Solange no entiende por qu¨¦ ya no recuerda en sue?os a su marido, fallecido solo tres meses antes, pero, sobre todo, no entiende a su hija, que considera que si su madre no est¨¢ triste quiere decir que le falta un tornillo¡±, explica Tarras¨®n. Ernest quiere creer que su hijo lo vendr¨¢ a buscar y que si no lo hace es ¡°porque est¨¢ muy ocupado¡±. Y Mateu no se atreve a mirar el resultado de unos an¨¢lisis.
Oriol Tarras¨®n, cuando empez¨® a escribir, ten¨ªa clara otra cosa: ¡°Ten¨ªa que salir un tr¨ªo¡±, dice divertido. ¡°Quer¨ªa plasmar la idea grotesca de tres abuelos que se excitan, desde el cari?o y el respeto", admite. ¡°Ellos tambi¨¦n piensan en sexo¡±, subraya, despu¨¦s de haber puesto la oreja durante meses en conversaciones de gente de la tercera edad y de haber investigado las actitudes de la gente mayor. ¡°He visto documentales, reportajes, he hablado con ancianos...¡±.
Imma Colomer, que da vida (?y qu¨¦ vida!) a Solange, ha sido la pieza clave de la obra. ¡°La escrib¨ª para ella¡±, revela Tarras¨®n. ¡°Pensaba en ella y ella estuvo encantada de participar. El resto vino despu¨¦s¡±. La actriz, veterana de la escena catalana ¡ªfue una de las fundadoras del Teatre Lliure y de Els Comediants¡ª, forma (aparte de hacerlo) un tr¨ªo de gamberros con los Hern¨¢ndez y Fern¨¢ndez, como denominan a sus compa?eros: Quimet Pla, que desde de una silla de ruedas ofrece todo un abanico de recursos, y Pep Ferrer, el gran animador de la residencia desde los micros de R¨¤dio Di¨¤lisi.
Una cl¨¢sica residencia
La obra sumerge literalmente en esta cl¨¢sica residencia. De hecho, por el teatro pululan venerables ancianos y ancianas que llenan la escena cuando conviene. Estas personas, elegidas en un c¨¢sting, hacen de aut¨¦nticos sparrings y tienen su funci¨®n en el transcurso de la trama. ¡°Les estamos muy agradecidos¡±, dice Tarras¨®n. ¡°Poco a poco, se van asentando en esta residencia y hacen la obra cada vez m¨¢s suya¡±.
Un dia qualsevol tiene la particularidad la que la ha escrito el mismo director de una compa?¨ªa que ha apostado mucho m¨¢s (no ¨²nicamente) por versionar cl¨¢sicos. Lo hicieron con Tx¨¨khov (V¨¤nia), con Shakespeare (Othello y MMolt soroll per res), Ibsen (Stockmann, versi¨®n de Un enemigo del pueblo) o los escritores americanos del siglo XX (Somni americ¨¤). ¡°Yo no he parado de escribir, en realidad¡±, dice el autor.
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