No hacer nada en pol¨ªtica ?para qu¨¦ sirve?
Barcelona es la ciudad m¨¢s ruidosa de Europa. ?Alguien sabe por qu¨¦ en verano es un tormento vivir en un barrio con las ventanas abiertas?
Hace un tiempo, antes de las ¨²ltimas elecciones municipales, pude hablar con un alto cargo del Ayuntamiento de Barcelona sobre varias cuestiones que me parec¨ªan que estaban incomodando a los barceloneses. Algunas de ellas, m¨¢s severas que otras. Por ejemplo, la seguridad. Pero eso fue casi al final de nuestra charla, cuando todav¨ªa no se hab¨ªa agravado, no s¨®lo en percepci¨®n si no sobre todo en delitos cuantificados de todo tipo. Yo prefer¨ª tantear el terreno con un asunto menor, si lo comparamos con la inseguridad. El de los perros en Barcelona. Con ese alto cargo municipal comentamos la invasi¨®n perruna que estaba sufriendo la ciudad. Parques pr¨¢cticamente inabordables. Aceras llenas de caca. Paredes de las mismas y aceras carcomidas por los orines de los canes. Le pregunt¨¦ si adem¨¢s de algunas ordenanzas que nadie hac¨ªa caso, ten¨ªan pensado hacer algo m¨¢s.
Coincidimos en varios aspectos del problema. Obviamente los ayuntamientos no tienen competencias en pol¨ªticas de natalidad que revirtieran en un estado estad¨ªstico ¨®ptimo para salvar las jubilaciones del futuro. Sali¨® el tema de la natalidad porque con el alto cargo coincidimos en que cada vez se ven en Barcelona m¨¢s parejas en edad de tener hijos, pero que dada las precarias oportunidades que se les ofrece en materia de faena, alquileres y ayudas familiares, se resignan a criar chuchos. (Eso sin contar a los paseadores de perros, profesionales, por llamarles de alguna manera, que a falta de algo m¨¢s estable, cobran por pasear los perros de otros).
En Barcelona el ruido est¨¢ casi institucionalizado. Como si formara parte de los paquetes tur¨ªsticos
De todo esto hablamos ese d¨ªa con el alto cargo. ?Ten¨¦is pensado alguna medida de choque para neutralizar esta epidemia? Se me qued¨® mirando como si no entendiera que alguien le pudiera hacerle una pregunta de respuesta tan obvia. ¡°Los due?os de perros se han constituido en un lobby. No podemos hacer nada, si no queremos perder votos¡±. Tambi¨¦n a?adi¨®: ¡°No podemos hacer nada, excepto evitar que la cosa se agrave¡±. Y se qued¨® como si la resignaci¨®n fuera lo que se tuviera m¨¢s a mano. En esa materia, en verdad, no se ha hecho absolutamente nada. Barcelona tiene ahora mismo m¨¢s perros que hace unos a?os. Incluso he visto parques dise?ados solo para canes como el de Paseo de Sant Joan con Travessera de Gr¨¤cia. Y tambi¨¦n en solares donde el Ayuntamiento pudo haber construido vivienda social.
Los due?os de los perros se han constituido en un 'lobby', me dicen cuando pregunto sobre la ¡®epidemia¡¯ de chuchos
Pasamos a otro asunto. No menos grave que otros que hab¨ªamos comentando. Por ejemplo, el ruido. (Recuerdo este asunto porque en el mismo instante en que escribo este art¨ªculo, un altavoz est¨¢ emitiendo m¨²sica caribe?a. Si se tratara de la Quinta de Beethoven, igualmente me irritar¨ªa). Barcelona, he le¨ªdo estos d¨ªas, es la ciudad m¨¢s ruidosa de Europa. Me consta. Estuve en Oporto hace unos meses y es una gozada caminar por sus calles, cenar en sus restaurantes sin otra cosa que un murmullo de fondo que nos indica que la gente habla pero en voz baja. Les aseguro que en Grecia ocurre algo parecido. En Barcelona el ruido est¨¢ casi institucionalizado. Como si formara parte de los paquetes tur¨ªsticos. O de la idiosincrasia de los catalanes. ?Alguien sabe por qu¨¦ en nuestra ciudad en verano es un tormento vivir en un barrio con las ventanas abiertas? ?Alguien sabe por qu¨¦ de pronto en una calle se monta una especie de kermese, con atracciones dignas del antiguo Tibidabo y orquestas que dan la matraca hasta la una o dos de la ma?ana? Y sobre todo, ?alguien sabe por qu¨¦ el Ayuntamiento no regula estas actividades llenas de insoportable espontaneidad? Le pregunt¨¦ al alto cargo y me contest¨® que si encima de las crisis, la falta de trabajo o trabajos mal pagados y precar¨ªsimos, les quitamos el circo, puesto que el pan ya se lo quitaron, qu¨¦ les quedar¨ªa. ¡°No podemos ni queremos prohibir que la gente se divierta¡±, me contest¨®. No se atrevi¨® a decirme que la producci¨®n de ruidos molestos e inasumibles para el o¨ªdo y la paciencia humana, constitu¨ªan otro lobby. Seg¨²n qu¨¦ lobbies, conviene no tocarlos, ya sabes por qu¨¦, le falt¨® rematar.
Dejamos la inseguridad para el final. ¡°En seguridad tenemos a una persona muy competente¡±, me dijo casi antes de que le preguntara nada. Le contest¨¦ que la seguridad es el trabajo sucio de todo ayuntamiento. Pero que siempre es mejor que lo gestione la izquierda que no la derecha. No supe percibir si hab¨ªa asimilado mi insultante pragmatismo. Y dimos por terminada la conversaci¨®n.
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