As¨ª cambiar¨¢ Madrid en las pr¨®ximas d¨¦cadas

Madrid Nuevo Norte (MNN), la hist¨®rica Operaci¨®n Chamart¨ªn, se aprob¨® el lunes por unanimidad en el pleno municipal. Solo falta el visto bueno de la Comunidad a un plan urban¨ªstico llamado a transformar el norte de la ciudad en las pr¨®ximas dos d¨¦cadas. M¨¢s all¨¢ de este proyecto, ?c¨®mo cambiar¨¢ Madrid en 20 o 30 a?os? El Ayuntamiento de la capital cree que m¨¢s all¨¢ de los nuevos desarrollos urban¨ªsticos en marcha, como Valdebebas o Sureste ¡ªpor fases¡ª, y por venir, como la Operaci¨®n Campamento, el futuro de Madrid pasa por los proyectos de regeneraci¨®n y renovaci¨®n en la ciudad existente, especialmente en barrios degradados del sur y el este de la ciudad, y por la creaci¨®n de un anillo verde metropolitano. Expertos y urbanistas coinciden en que la regeneraci¨®n de Usera, Villaverde o Carabanchel ser¨¢ uno de los grandes retos de futuro de la ciudad, al igual que el cambio en la movilidad (para quitar sitio al coche) y la mezcla de usos (vivienda, oficinas y comercial), como tambi¨¦n apunta el Consistorio.

Uno de los cambios que vivir¨¢ la ciudad tiene que ver con los nuevos desarrollos de la periferia. Pero no ser¨¢ a corto plazo. ¡°Sureste y Madrid Nuevo Norte tienen un periodo de desarrollo de unos 25 a?os, mientras que Valdecarros y Los Cerros iniciar¨¢n su marcha de aqu¨ª a 20 a?os, pero requieren todav¨ªa de una mejora y una adecuaci¨®n de las necesidades a la sociedad actual¡±, explica Mariano Fuentes, delegado Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid. En MNN hay previstas unas 10.500 viviendas, adem¨¢s de edificios de oficinas y equipamientos p¨²blicos; en Valdebebas, ya en marcha, unas 12.500 viviendas. Los desarrollos del Sureste, que incluyen Los Cerros y Valdecarros, podr¨ªan llegar a albergar 105.000 pisos, pero se har¨¢n por fases. El ¨²ltimo gran desarrollo previsto, Campamento, tiene el planeamiento aprobado, pero el suelo es de titularidad estatal y todav¨ªa faltan muchos flecos para que se convierta en una realidad.

Ricardo Aroca, arquitecto y exdecano del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), critica estas ampliaciones de la ciudad: ¡°Son desarrollos m¨¢s te¨®ricos que reales. No veo qui¨¦nes van a ir a vivir a esos desarrollos, porque la poblaci¨®n de Madrid est¨¢ estancada desde hace 20 a?os, y no parece que vaya a seguir creciendo. Lo ¨²nico que pueden propiciar es un traslado de poblaci¨®n de localidades cercanas a la capital, pero no mucho m¨¢s¡±.

El urbanista Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, tambi¨¦n exdecano del COAM, opina que hay otras zonas donde la ciudad puede mejorar: ¡°La transformaci¨®n de Abro?igal en la M-30, la terminaci¨®n de M¨¦ndez ?lvaro, los suelos industriales obsoletos y vac¨ªos urbanos en Villaverde o Vallecas, las bolsas de deterioro residencial en espacios tan centrales como Valdeacederas (Tetu¨¢n), son tambi¨¦n espacios muy importantes para la ciudad que piden una actuaci¨®n urgente¡±.

La arquitecta Izaskun Chinchilla da otra clave: ¡°El c¨ªrculo entre la M-30 y la M-40 tiene muchos barrios con un parque de viviendas ineficaz energ¨¦ticamente, que se hicieron con muy poca calidad. Las Administraciones deber¨ªan comprometerse a una gran operaci¨®n de regeneraci¨®n urbana¡±.

El concejal Mariano Fuentes coincide con que, efectivamente, este es uno de los ¡°grandes retos¡± del futuro: ¡°Se trata de la regeneraci¨®n y transformaci¨®n de barrios degradados y que afectan a gran parte de la sociedad, que en estos momentos se encuentra en una situaci¨®n de vulnerabilidad¡±. En su opini¨®n, ¡°si se quiere transformar barrios que necesitan ser regenerados, como Villaverde, Carabanchel, Usera, Villa de Vallecas, hay que actuar desde una colaboraci¨®n p¨²blica privada y generar nuevos aprovechamientos que inciten a la regeneraci¨®n de esos barrios. Solo con las actuaciones dispersas de rehabilitaci¨®n no se transforma la ciudad¡±.

Por eso, el Consistorio quiere focalizar las actuaciones de regeneraci¨®n urbana en estas zonas del sur y este en el exterior de la M-30. Aunque tambi¨¦n piensa en la necesidad de usos diversos en barrios con falta de equipamientos, como Retiro.

Andr¨¦s Jaque, director de Arquitectura Avanzada de la Universidad de Columbia, va un paso m¨¢s all¨¢: ¡°A escala metropolitana, Madrid tiene que mejorar la calidad de su periferia. Existe una gran potencial en el cintur¨®n exterior a la M-30. Un tejido formado en gran parte por edificios exentos (de bloque abierto), al que ning¨²n Ayuntamiento ha prestado atenci¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas, y que es ahora mismo el gran potencial para Madrid¡±. En su opini¨®n, ¡°con muy pocos recursos ser¨ªa posible hacer un gran cintur¨®n verde conectando los espacios abiertos de Carabanchel, Usera, Vallecas, Moratalaz, San Blas, Hortaleza, Bego?a, Fuencarral, el Barrio del Pilar... Vertebrado por transporte p¨²blico adaptado, conectando nodos de equipamiento social y comercial, y por redes de carriles bici y pistas de deporte¡±. Y contin¨²a: ¡°Este Parque Periferia permitir¨ªa multiplicar un capital social y cultural que ahora est¨¢ compartimentado y debilitado¡±.

El Ayuntamiento de la capital comparte esta reflexi¨®n y piensa ya en impulsar un anillo verde metropolitano. ¡°Para nosotros es vital para cambiar la fisionom¨ªa de la periferia, empezar¨¢ en el Ca?averal, Los Berrocales, y que a partir de ah¨ª pueda acabar conectando con la Casa de Campo. No lo concebimos solo desde el punto de vista medioambiental, sino como planteamiento de ciudad¡±, se?ala Fuentes.

Nueva movilidad

La movilidad de las ciudades se ha transformado en los ¨²ltimos a?os: el transporte p¨²blico no deja de crecer, cada vez menos ciudadanos usan el veh¨ªculo privado para desplazarse y cada vez hay m¨¢s coches y motos el¨¦ctricos de alquiler y veh¨ªculos como patinetes el¨¦ctricos y bicicletas. Los ciudadanos piden m¨¢s espacios peatonales y menos coches. Esta transformaci¨®n seguir¨¢ en las pr¨®ximas d¨¦cadas. ¡°En 20 o 30 a?os el autom¨®vil privado habr¨¢ desaparecido en gran medida de la vida urbana, en su lugar habr¨¢ veh¨ªculos el¨¦ctricos compartidos de las m¨¢s diversas modalidades, y se incorporar¨¢n los veh¨ªculos aut¨®nomos¡±, prev¨¦ el urbanista Ezquiaga.

Izaskun Chinchilla opina que otro de los cambios fundamentales de las pr¨®ximas d¨¦cadas tendr¨¢ que ver con la mezcla de usos. La tradici¨®n del siglo XX consist¨ªa en dedicar ¨¢reas de la ciudad a un solo uso: industrial, terciario, viviendas... ¡°Pero ahora necesitamos hacer un cambio de uso del suelo, donde en un barrio central podamos tener oficinas, terciario y viviendas, para que en 10 o 15 minutos andando se pueda tener de todo¡±, dice la arquitecta.

Esa filosof¨ªa se recoge en el desarrollo de Madrid Nuevo Norte, pero la idea es llevarla a barrios dormitorio o a zonas industriales que est¨¢n quedando sin uso. ¡°Facilitar una movilidad de bajo impacto ¡ªcaminando o en bicicleta¡ª requiere que nuestros barrios puedan asumir esos cambios de uso, una hibridaci¨®n de la ciudad que ya se est¨¢ viendo en fen¨®menos como el coliving [viviendas compartidas] o el coworking [oficinas compartidas], que est¨¢ llevando nuevos centros de trabajo a zonas consolidadas de la ciudad¡±, a?ade Chinchilla.

Aurora Adalid, responsable de planificaci¨®n urbana de Zuloark, apunta otra idea: ¡°Si en unos a?os la temperatura de Madrid va a ser la que actualmente hay en Marrakech, m¨¢s nos vale aprender de esos urbanismos y arquitecturas para adaptarnos. Retiraremos asfalto para hacer superficies m¨¢s transpirables y la inteligencia ciudadana ser¨¢ muy protagonista para resolver grandes retos urbanos, como la turistificaci¨®n o la energ¨ªa, que puede llevar a cooperativas para tener placas solares compartidas¡±.

Todos los expertos consultados por EL PA?S consideran que la preocupaci¨®n por el medio ambiente y la ecolog¨ªa se traducir¨¢ en un aumento de las zonas verdes urbanas. ¡°Imagino una regi¨®n metropolitana surcada por grandes corredores verdes y, en el interior, una columna vertebral verde en torno al r¨ªo Manzanares, del cual parten dedos verdes que van uniendo los grandes parques urbanos¡±, resume Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga. Chinchilla a?ade: ¡°Habr¨¢ tambi¨¦n cambios en la forma de generar la alimentaci¨®n de la ciudad hacia un modelo m¨¢s sostenible. Las ciudades son deudoras de la huella ecol¨®gica que tiene sobre el medio rural, Madrid se tiene que volver a vincular con este medio rural¡±.