Mecenas y musas
En verano Madrid se transforma, es cruel y te pone a prueba
Nac¨ª cerca del fin del mundo y ahora vivo al lado del kil¨®metro cero. En septiembre cumplo 20 a?os en Madrid, que son tres m¨¢s de los que ten¨ªa cuando llegu¨¦, y tiempo suficiente para hacer un balance: creo, sinceramente, que los madrile?os no existen. Es decir, en dos d¨¦cadas, he visto poqu¨ªsimos. El madrile?o no nace, se hace. Madrid es un invento, un gran recipiente para acoger a los ¡°de provincias¡± que llegamos a la capital parar quererla y criticarla, como pasa con casi todo lo que importa.
A lo largo del a?o, Madrid y yo pasamos por distintas fases. El verano, como tantas parejas, es siempre de crisis. Y no es por m¨ª, es por ella. En esos meses, Madrid se transforma, es cruel, sube disparatadamente los term¨®metros y te pone a prueba. Supongo que es una especie de criba que hace para liberar peso, para que la gente que se acumula esperando a que el sem¨¢foro se ponga en verde no impida al resto seguir circulando por la acera; para que las fotos que te hiciste todav¨ªa sirvan cuando llega el d¨ªa de tu cita para renovar el DNI; para que no se agote el agua de las fuentes, ni los v¨ªveres en el supermercado. El primer verano es el primer filtro: si sobrevives, te quedar¨¢s a?os, puede que toda la vida. No todos lo consiguen. Especialmente los que nacieron cerca del fin del mundo. Hay una fuerza magn¨¦tica, de olor a mar, a lluvia y a pan, que los llama de vuelta. Se llama morri?a.
Si te quedas, te das cuenta enseguida de que Madrid es, sobre todo, una oportunidad. Voy aproximadamente a un 1% de las exposiciones, obras de teatro y conciertos que desear¨ªa, pero me agrada saber que est¨¢n ah¨ª, como el chico que te gusta y que, mientras no se eche pareja, es un poco tuyo, es ¡°el que te gusta¡±. Madrid es la posibilidad de que pase algo nuevo cada d¨ªa, y en nuestro caso, el privilegio de poder contarlo. Para los novatos que llegan a Ciudad Universitaria con la ilusi¨®n de convertirse en algo (m¨¦dicos, arquitectos, periodistas¡), Madrid es el estreno de la libertad y el lujo de tener como ¨²nica responsabilidad ¨C no volver¨¢ a ocurrir despu¨¦s de eso- el aprobar unos cuantos cr¨¦ditos. Para los que salen de su pueblo despu¨¦s de decir ¡°mam¨¢, quiero ser artista¡± o ¡°mago¡± o ¡°monologuista¡± es la ilusi¨®n de que alguien los descubra. Para los que quieren cantar, pintar, escribir¡ Madrid es la capital de los mecenas y las musas.
Y es bien generosa porque aqu¨ª tienes varios intentos. Si algo no sale a la primera, puedes volver a empezar sin que se note. Siempre hay alguien que acaba de llegar.
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