Atacar al sistema pas¨¢ndoselo pipa
En los a?os 90 las calles de Madrid fueron escenario de una efervescencia del arte l¨²dico y pol¨ªtico
El grupo artista y activista La Fiambrera Obrera colgaba carteles en las estatuas de la ciudad para denunciar el n¨²mero de parados ¡°p¨¦treos¡± que hab¨ªa en Espa?a. La organizaci¨®n Sabotaje Contra el Capital Pas¨¢ndoselo Pipa (SCCPP) animaba al hurto en grandes superficies a trav¨¦s de la iniciativa Yomango. La Radical Gai y LSD se manchaban las manos de sangre delante del Ministerio de Sanidad para protestar por la crisis del sida y luchaban por la visibilizaci¨®n de los colectivos LGTBI. Los miembros de Estrujenbank bajaban al metro disfrazados de payasos en una campa?a para fomentar ¡°la desinformaci¨®n y el analfabetismo¡±.
Eran los a?os 90 y en Madrid se viv¨ªa cierta efervescencia del arte echado a la calle y a la cr¨ªtica sociopol¨ªtica, muchas veces a trav¨¦s del juego y la iron¨ªa, siguiendo la tradici¨®n de vanguardias hist¨®ricas como el dada¨ªsmo, el surrealismo o el situacionismo. La exposici¨®n Resistencias l¨²dico-pol¨ªticas en el Madrid de los 90, que se puede ver hasta el 7 de febrero en el museo Reina Sof¨ªa, recoge material documental y fotogr¨¢fico de la ¨¦poca comisariado por los alumnos del M¨¢ster de Historia del Arte Contempor¨¢neo y Cultura Visual impartido en el Centro de Estudios del museo en colaboraci¨®n con la Universidad Aut¨®noma (UAM) y la Universidad Complutense (UCM). ¡°Muchos de los materiales, como carteles, flyers de fiestas, revistas que pasaban de mano en mano, no ten¨ªan el car¨¢cter hist¨®rico que aqu¨ª hemos querido otorgarles¡±, explica Maite D¨¢vila, comisaria de la muestra.
Ahora forman parte de una historia del arte reciente en Madrid que ya se ha empezado a hacer en instituciones como el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), donde se han visto exposiciones sobre hitos noventeros como el Espacio P o la fotograf¨ªa del Miguel Trillo, o en Centro Centro, que acogi¨® en 2017 la exposici¨®n La Cara Oculta de la Luna, enfocada tambi¨¦n en el arte colectivo y combativo de aquella d¨¦cada.
Este tipo de acciones art¨ªsticas ocurr¨ªan al tiempo que Espa?a entraba oficialmente en la modernidad, con el annus mirabilis de 1992 en el que se celebraron los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, la Expo de Sevilla y Madrid era Capital Europea de la Cultura. ¡°Por entonces la cultura viv¨ªa un proceso de espectacularizaci¨®n e institucionalizaci¨®n, estos colectivos denuncian esta situaci¨®n y quieren hacer un arte m¨¢s cr¨ªtico y llevarlo a la gente¡±, explica Alberto Medina, coordinador de la exposici¨®n. Un arte que no deja obra, creado de forma colectiva, fuera (o en contra) del mercado e implicado en la transformaci¨®n social.
Uno de los epicentros m¨¢s activos de estos movimientos fue el barrio de Lavapi¨¦s, cuyos centros sociales okupados (como los diferentes Laboratorios o la Eskalera Caracola) sirvieron de caldo de cultivo y centro de operaciones. Incluso en aquellos a?os ya hab¨ªa quien denunciaba la gentrificaci¨®n y el problema de la vivienda que ahora llega a cotas m¨¢ximas, como la Fiambrera Obrera que otorgaba el premio Cascote de Oro a la vivienda m¨¢s precaria o tra¨ªa un trozo de c¨¦sped del barrio de Chamber¨ª para el deleite de los vecinos lavapieseros. ¡°Pasar de la ocurrencia al sistema formal es lo que hace todo arte. Nosotros pas¨¢bamos de la formalizaci¨®n al compromiso con los movimientos sociales¡±, explica Jordi Claramonte, miembro de la Fiambrera, en una de las entrevistas asociadas a la exposici¨®n que se pueden ver en YouTube dentro de la cuenta de la revista Acta. ¡°Es interesante que en aquellos a?os ya se ponen las semillas de muchas cuestiones pol¨ªticas que preocupan a las generaciones actuales: la cuesti¨®n de g¨¦nero, lo LGTBI, la okupaci¨®n, la gentrificaci¨®n, etc¡±, se?ala D¨¢vila. Una buena cr¨®nica de aquellos a?os en el barrio de Lavapi¨¦s es el libro Space invaders.
Intervenciones art¨ªstico-pol¨ªticas en un territorio en disputa: Lavapi¨¦s (1997-2004) (Brumaria), de Jes¨²s Carrillo, que se exhibe en la exposici¨®n, junto con otros vol¨²menes como los Textos y declaraciones colectivas del Grupo Surrealista de Madrid (Pepitas de Calabaza), del longevo y prol¨ªfico grupo, que sigue en activo, o ejemplares de la revista objeto La M¨¢s Bella. Tambi¨¦n los fanzines Amano (Internet todav¨ªa no era lo que es ahora) realizados por el colectivo situacionista Industrias Mikuerpo, implicado tambi¨¦n en la promoci¨®n de Huelgas del Arte durante varios de aquellos a?os y que incitaba a artistas y trabajadores de la cultura a suspender sus actividades, iniciativa que no tuvo demasiado seguimiento, como tantas otras causas perdidas.
En su reciente ensayo Alta cultura descafeinada. Situacionismo low cost y otras escenas del arte en el cambio de siglo (Siglo XXI Editores), el te¨®rico del arte Alberto Santamar¨ªa denuncia c¨®mo en el arte contempor¨¢neo la cr¨ªtica sociopol¨ªtica se ha convertido en un clich¨¦ para competir en el mercado y la vanguardia en un estilo m¨¢s que en una transgresi¨®n. En los 90, en Madrid, este arte antagonista parec¨ªa gozar a¨²n de cierta coherencia y autenticidad. ¡°Aunque algunos de los protagonistas de aquellos movimientos han abandonado la actividad art¨ªstica, muchos siguen involucrados en las luchas pol¨ªticas¡±, concluye Medina.
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