Todo embarazo necesita su serie

Fueron momentos de m¨¢xima felicidad. No de esos que te marcan la vida, pero s¨ª de los que recuerdas porque estabas plet¨®rica: helado de chocolate belga con pepitas, sof¨¢, postura horizontal, barriga de ocho meses, kilos y kilos en el cuerpo... y esa m¨²sica que me acompa?¨®, la melod¨ªa de Sexo en Nueva York. Carrie Bradshaw hizo que me olvidara del s¨ªndrome nido ¡ªnecesidad irrefrenable de limpiar, ordenar... a lo Marie Kondo¡ª, de la canastilla y de las contracciones de Braxton Hicks. De hecho incluso limit¨¦ las visitas subrayando que el m¨¦dico recomendaba descanso. Compr¨¦ sus seis temporadas en DVD y engull¨ª un cap¨ªtulo tras de otro hasta que lleg¨® el d¨ªa de dar a luz. A las cinco de la ma?ana, cuando el terror por lo que ten¨ªa que venir me invad¨ªa y la mente me ped¨ªa poner orden en el s¨¦ptimo caj¨®n de la ropa, arrancaba otro cap¨ªtulo de Sexo en Nueva York.

Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker ¡ªOhio, 1965¡ª) marc¨® a muchas como yo, con las hormonas por las nubes ¡ªen mi caso por mi primer embarazo¡ª, sobre todo por su extenso armario (todo le quedaba bien), por su larga lista de manolos (zapatos) que calzaba estilosa, por las meriendas copiosas con cup cakes y las farras con sus mejores amigas ¡ªsiempre listas para ayudar¡ª y por su recurrente amor con Mister Big. Ellas, las chicas, demostraron que los hombres no eran necesarios para pasarlo bien. Y para eso sirvi¨® mucho la serie, adem¨¢s de para hablar sin tapujos de cosas como el c¨¢ncer o los abortos.

No estoy sola en la pasi¨®n por esta serie en la redacci¨®n. Casi sin preguntar, mi compa?ero de mesa, Jordi, empieza a recitar un di¨¢logo del antepen¨²ltimo cap¨ªtulo de la ¨²ltima temporada. Me doy cuenta de que ¨¦l sabe mucho m¨¢s que yo. En Splat!, Carrie va a una fiesta con su pareja (el pintor franc¨¦s) y se encuentra con Lexi Featherston, una antigua amiga con la que sal¨ªa. En un punto de la serie en el que las cuatro amigas han dejado atr¨¢s gran parte de la vida de las primeras temporadas (sexo, fiesta, hedonismo...), Lexi (40 a?os) es el ejemplo de la que se ha quedado, anclada en el pasado, atrapada en la nostalgia de lo que fue y ya no es. ¡°Me gust¨® porque me re¨ª mucho. Es como una moralina de la serie: Sexo en Nueva York. S¨ª, pero no toda la vida con el mismo ritmo (?incluso Samantha acaba con novio!)¡±, explica mi compa?ero.

Algo m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s, en Internet permanece el rastro de esta serie. Coincidiendo con su aniversario, en Vanity Fair escribieron un art¨ªculo ordenando los cap¨ªtulos de peor a mejor. Aplaudo sobre todo el mejor, ¡°la idea de que la elecci¨®n final de Carrie no sea tanto entre dos hombres como entre dos ciudades es un acierto¡±. No fui la ¨²nica que tiempo despu¨¦s viaj¨® a Nueva York y pas¨® por algunos de los lugares de la ruta ya bendecida por la serie, como esperar mesa en el restaurante asi¨¢tico Tao.

Tiempo despu¨¦s, con la ni?a ya corriendo, me enter¨¦ de que no todo fue tan dulce. Jessica Parker confesaba que no se sent¨ªa identificaba con ella. Ese fue el primer hachazo. ¡°Es comprensible que la gente piense que me parezco mucho a Carrie Bradshaw, pero solo compartimos el afecto y cari?o por la ciudad de Nueva York. Todas las decisiones que ella ha tomado son totalmente diferentes a las que yo habr¨ªa tomado: su relaci¨®n con los hombres, con el dinero, la moda, los zapatos, sus amistades...¡±, afirm¨® la actriz Parker en una entrevista con EL PA?S. Despu¨¦s lleg¨® la confesi¨®n. Kim Cattrall, Samantha, y Carrie no se pueden ni ver. Despu¨¦s de que Cattrall anunciara un d¨ªa de 2018 la muerte de su hermano Chris, Parker le envi¨® por las redes un amable mensaje de condolencia. La reacci¨®n de la primera fue hostil: ¡°D¨¦jame que te deje esto muy claro (si no lo he hecho ya): no eres mi familia. No eres mi amiga¡±.

Menos mal que para entonces yo ya esperaba otra ni?a, ten¨ªa en marcha otra serie que me abri¨® otro mundo y me convenci¨® de que mi verdadera vocaci¨®n no estaba en las p¨¢ginas en blanco sino en los quir¨®fanos: y as¨ª empec¨¦ Anatom¨ªa de Grey.