Lecciones italianas
Es verdad que Salvini podr¨ªa aliarse con Berlusconi, pero no salen los n¨²meros y, la alianza l¨®gica para gobernar Italia sigue estando, como en 2018, entre el Partido Democr¨¢tico y las 5 Estrellas
Del presidente de la Rep¨²blica o del gobierno de Italia (?Giuseppe Conte!) hay apenas noticia pero todo el mundo sabe qui¨¦n es Matteo Salvini: vicepresidente, ministro del interior y el m¨¢s desacomplejado seguidor del precoz Silvio Berlusconi, temible cuando todav¨ªa Donald Trump no hab¨ªa vivido la humillaci¨®n p¨²blica m¨¢s costosa de los ¨²ltimos a?os. Barack Obama se rio de ¨¦l en p¨²blico y poco despu¨¦s era Melania, la mujer de Trump, quien lloraba desconsolada, seg¨²n Michael Wolff, porque incre¨ªblemente su marido hab¨ªa ganado las elecciones de 2016 y empezaba su sabotaje estructural.
Todo hab¨ªa empezado venturosamente bien dos a?os atr¨¢s, hacia 2014. Ustedes recuerdan como recuerdo yo la fotograf¨ªa (recortada) del tr¨¦bol de camisas blancas de la socialdemocracia: Manuel Valls, Matteo Renzi y Pedro S¨¢nchez. Abanderaban una juventud pol¨ªtica en red, poscapitalista y adicta al m¨®vil con servidor cautivo. A Macron, otra camisa blanca, le va hoy mucho mejor que a Valls, a S¨¢nchez no le va mal y a Renzi empieza a pon¨¦rsele de cara el futuro. La egolatr¨ªa es de patas cortas y ritmo veloz pero tiende a la caducidad del impulso y el fervor, como posiblemente le caduque a Matteo Salvini la estrella neofascista que lidera hoy en Italia. Puede haber cometido un grave error t¨¢ctico y estrat¨¦gico al reventar desde mediados de agosto su alianza con la izquierda de las 5 Estrellas. Ya nadie los asocia con Podemos, pero Podemos era su hermano silvestre, como lo era m¨¢s org¨¢nicamente de Syriza en Grecia.
Hoy casi ninguno est¨¢ donde estaba, pero la hibrys o la inconscencia de los l¨ªmites pueden regalar a Europa, y no solo a Italia, la remisi¨®n de su peor lacra interna. Matteo Salvini ha promovido entre ba?o y canallada de verano, como dijo Javier Cercas, una convocatoria adelantada de elecciones e incre¨ªblemente no ha previsto ¡ªo ha calculado mal¡ª la afinidad social y pol¨ªtica que qued¨® arrasada (y aplazada) con el estramb¨®tico acuerdo de gobierno entre Salvini y Di Maio para hacer a Giuseppe Conte presidente del gobierno.
Lecciones, lo que se dice lecciones, no saco ninguna porque en pol¨ªtica no existen lecciones sino aprendizajes
Es verdad que Salvini podr¨ªa aliarse con la Forza Italia de Berlusconi, pero no salen los n¨²meros y, a d¨ªa de hoy, o de hace unos d¨ªas, la alianza l¨®gica para gobernar Italia sigue estando, como a principios de 2018, entre el Partido Democr¨¢tico (con otra v¨ªctima de la hybris dentro, Matteo Renzi), y las 5 Estrellas. Para que 5 Estrellas limpie la culpa de haberse dejado aplastar medi¨¢ticamente por Salvini y su Liga Norte har¨¢n falta m¨¢s de dos d¨ªas, pero alg¨²n tipo de gobierno con Di Maio y un resucitado Renzi, tendr¨ªa el aire de haber sacado del ropero la camisa y haberla planchado para blanquear con ella el sepulcro de sus pasados pecados. Lo que arruin¨® el acuerdo Salvini-Di Maio fue la continuidad de una idea respetable del gobierno italiano porque Salvini control¨® la agenda medi¨¢tica como quiso: casi nadie sab¨ªa ya fuera de Italia que el presidente era un jurista prestigioso, Giuseppe Conte, y el otro vicepresidente pertenec¨ªa a las 5 Estrellas y se llama Di Maio.
Lecciones, lo que se dice lecciones, yo no saco ninguna porque en pol¨ªtica no existen lecciones sino aprendizajes. Igual que el Partido Dem¨®crata de Estados Unidos err¨® al promover a su lastrada candidata Hillary Clinton para enfrentarse en 2016 con el venenoso y patri¨®tico triunfador Trump (aunque poqu¨ªsimos hab¨ªan previsto el resultado), puede ser que hoy Salvini est¨¦ equivocando su estrategia en plena ducha de autoestima narcisista y exposici¨®n medi¨¢tica. Podr¨ªa estar abriendo la puerta de atr¨¢s para un gobierno italiano reconectado con Macron y con el nuevo prestigio (inestable) de Pedro S¨¢nchez en Europa, como si la moviola en pol¨ªtica s¨ª existiese (y aunque Manuel Valls est¨¦ hoy fuera de Francia, pero no de Europa).
En Espa?a no hay gobierno pero puede haberlo. Un portugu¨¦s con ascendente en la izquierda espa?ola acaba de redactar una invitaci¨®n al pragmatismo pol¨ªtico en un breve art¨ªculo de hace unos d¨ªas sin re?ir a nadie y sin exhibir la influencia que sabe que tiene en los dirigentes de Podemos. Boaventura de Sousa Santos apuesta por ¡°alianzas que defiendan la democracia¡±, como si Espa?a tuviese todav¨ªa algo que decir en Europa, y lo hace desde el pragmatismo del mundo real, de la experiencia vital y de la asesor¨ªa amistosa a la izquierda, y a Podemos en ella.
Del gobierno de Italia (?Giuseppe Conte!) hay apenas noticia pero todo el mundo sabe qui¨¦n es Matteo Salvini
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