El reto de minimizar el impacto
El principal desaf¨ªo al que se enfrentaban las mujeres y hombres del tiempo era precisar qu¨¦ zonas se ver¨ªan m¨¢s afectadas y a qu¨¦ horas
Estos dos ¨²ltimos d¨ªas han sido prol¨ªficos en titulares y noticias sobre el tiempo adverso que hemos sufrido en diferentes zonas de la Pen¨ªnsula y Baleares. No es la primera vez, ni ser¨¢ la ¨²ltima, que el verano se despide mostrando un rostro poco amigable y menos habitual del que nos tiene acostumbrados.
Sin entrar en detalles demasiado t¨¦cnicos y simplificando un poco, el pasado domingo tuvo lugar la formaci¨®n de lo que la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa calific¨® como una DANA o Depresi¨®n Aislada en Niveles Altos. Su imagen visual ser¨ªa similar a la de un ¨¢rea circular u ovalada situada en capas altas que encierra una masa de aire mucho m¨¢s fr¨ªa que la que le rodea y que gira en sentido contrario a las agujas del reloj. Si a esto le sumamos una superficie c¨¢lida t¨ªpica de estas fechas y con mucha energ¨ªa disponible, el resultado era un ambiente muy propenso a la formaci¨®n de fuertes tormentas. Otros factores tales como la configuraci¨®n del viento en la vertical, las convergencias en niveles bajos y el lento desplazamiento de las tormentas contribuyeron a aumentar la severidad y los da?os en determinados puntos del territorio a medida que la DANA se desplazaba desde el oeste peninsular hasta el ¨¢rea mediterr¨¢nea.
El principal desaf¨ªo al que se enfrentaban las mujeres y hombres del tiempo era precisar qu¨¦ zonas se ver¨ªan m¨¢s afectadas y a qu¨¦ horas. En este tipo de situaciones no es f¨¢cil especificar el cu¨¢ndo y el d¨®nde porque a priori todos los lugares afectados por la DANA son candidatos a sufrir tiempo adverso. Estos sistemas no son la t¨®nica habitual aunque tampoco son raros y pueden darse en cualquier ¨¦poca del a?o. Sus efectos en superficie no siempre han de ser catastr¨®ficos y algunas veces pasan desapercibidos.
A estas alturas del a?o estamos iniciando la transici¨®n entre dos estaciones y lo normal es que este cambio no se produzca de forma brusca sino gradualmente de modo que a veces el final del verano muestre ciertos tintes oto?ales o que el comienzo del oto?o a veces se comporte de manera estival (el famoso ¡°vero?o¡±).
Es un error pensar que la vulnerabilidad a este tipo de situaciones es cosa de ¨¦pocas pasadas. Al contrario, aun en pleno siglo XXI, con toda nuestra tecnolog¨ªa y avances, seguimos siendo sensibles a este tipo de situaciones y lo seguiremos siendo en el futuro. Las im¨¢genes de las inundaciones, granizadas, etc¨¦tera que hemos contemplado en los informativos se seguir¨¢n repitiendo. El reto est¨¢ en minimizar el impacto que ello pueda provocar. Por eso es primordial la coordinaci¨®n entre las diferentes administraciones, la suficiente dotaci¨®n de personal y financiaci¨®n de los servicios de predicci¨®n y protecci¨®n civil y la adecuada planificaci¨®n y desarrollo de las infraestructuras.
Benito Fuentes es meteor¨®logo.
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