M¨¢s de un culpable, un solo detenido
Defensa y acusaci¨®n particular coinciden en que en el asesinato de un constructor participaron varias personas
¡°Nunca habl¨¦ con Luis Lozano ni he entrado en su casa¡±, declar¨® este martes a la sala Nicolae S., un rumano de 37 a?os acusado por el asesinato del constructor, de 61. El ¨²nico detenido lleva m¨¢s de dos a?os en prisi¨®n preventiva porque su ADN apareci¨® en la cinta aislante que tapaba la c¨¢mara de seguridad y en el cableado situado en el s¨®tano de la vivienda del fallecido, en la urbanizaci¨®n Eurovillas de Villar del Olmo.
Sin embargo, a¨²n existen muchas inc¨®gnitas alrededor de este crimen que juzga la Audiencia Provincial de Madrid desde el lunes. La primera sesi¨®n apenas sirvi¨® para explicar el procedimiento a los nueve componentes del jurado popular. El veredicto depende de ellos: se considerar¨¢ culpable al detenido si as¨ª lo determinan siete miembros e inocente si son cinco los que no ven pruebas concluyentes. La fiscal¨ªa pide 20 a?os de prisi¨®n para el acusado; Antonio Serrano, abogado de la acusaci¨®n particular, solicita 25.
Nicolae lleg¨® tranquilo a declarar. Los polic¨ªas le retiraron las esposas y se sent¨® en el centro de la sala, de espaldas al p¨²blico. El detenido, rubio, delgado, bronceado y vestido de negro, respondi¨® a todas las cuestiones, aunque en la mayor¨ªa dijo no acordarse.
Lozano fue asesinado a las 23.45 del 17 de mayo de 2017 en su casa, poco despu¨¦s de abandonar el bar Boletus. La fiscal¨ªa concluye que el acusado circulaba a bordo de una furgoneta Citro?n Berlingo blanca de su propiedad por las proximidades, en compa?¨ªa de otras personas sin identificar y que entraron en la vivienda del fallecido, aunque la puerta no estaba da?ada ni se llevaron nada. Nicolae ha mantenido que, aunque no recuerda d¨®nde estaba aquella noche, su furgoneta permanec¨ªa inmovilizada en la calle de un amigo porque necesitaba una reparaci¨®n.
¡°He trabajado con amigos de ese hombre (Lozano) y les he vendido herramientas¡±, ha intentado explicar la aparici¨®n de sus huellas en la escena del crimen. No es la ¨²nica prueba en su contra: los repetidores de telefon¨ªa sit¨²an al detenido a pocos metros de la vivienda aquella noche. La fiscal tambi¨¦n ha recordado a Nicolae que su primera declaraci¨®n se produjo meses despu¨¦s del asesinato, el 26 de octubre, y que solo un d¨ªa despu¨¦s puso en venta la furgoneta, algo que ¨¦l ha negado. Los nervios del acusado aumentaron con las declaraciones de los agentes de la Guardia Civil.
Un miembro de la polic¨ªa judicial relat¨® que una furgoneta similar a la de Nicolae circul¨® por las inmediaciones de la vivienda de la v¨ªctima y que hizo ¡°una parada sospechosa¡± de unos segundos, seg¨²n recogieron unas c¨¢maras. Tambi¨¦n desgran¨® que siguieron otras dos l¨ªneas de investigaci¨®n, adem¨¢s de la del robo, principal hip¨®tesis. La primera se abri¨® porque unos testigos vieron a Lozano discutiendo con un empleado un d¨ªa antes de su muerte. La segunda, pasional, pues el fallecido manten¨ªa una relaci¨®n con una mujer casada.
Lo que s¨ª encontr¨® la polic¨ªa cient¨ªfica es una huella de tac¨®n femenino en el charco de sangre que rodeaba el cuerpo de Lozano, un hombre corpulento, motivo por el que no se descarta la implicaci¨®n de m¨¢s personas en el crimen. Todas las partes coinciden en ello, aunque la defensa subraya que el ADN de Nicolae est¨¢ mezclado con el de otras personas y que se encontr¨® en objetos m¨®viles, por lo que no se puede determinar su culpabilidad. ¡°En la casa de Lozano hab¨ªan robado dos veces en los ¨²ltimos meses, y no lo denunci¨®. Hay im¨¢genes con gente encapuchada¡±, sostiene Manuel Alonso, abogado defensor. Faltan 25 testigos por declarar y la sentencia no se espera hasta la ¨²ltima semana de este mes.
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