Gradas vac¨ªas en el estreno del Rayo femenino
El equipo convoc¨® a menos de un millar de aficionados en el Estadio de Vallecas en su empate contra el Barcelona. Los asistentes culparon al tiempo y al poco apoyo de la directiva
Ninguna previsi¨®n se cumpli¨® este domingo a mediod¨ªa. Ni la de lluvia ni la del aforo completo. Las gradas del Estadio de Vallecas lucieron vac¨ªas con el Rayo femenino. Su primer partido en liga en este campo, que acab¨® con un empate a uno contra el FC Barcelona, fue coreado por un reducido grupo de aficionados. El club lo cifr¨® en 925 personas. El mal tiempo y la poca promoci¨®n del encuentro por parte de la directiva tuvieron la culpa, seg¨²n analizaban los hinchas. Durante las ¨²ltimas semanas, los socios hab¨ªan debatido entre acudir a apoyar a sus jugadoras o continuar con el boicot que est¨¢n llevando a cabo desde el inicio de temporada. Los dos motivos principales, la subida del precio de los abonos y la gesti¨®n del presidente, Ra¨²l Mart¨ªn Presa.
Al final, pudo lo segundo. A pesar de quienes ped¨ªan por redes sociales una afluencia masiva y de que incluso la agrupaci¨®n de pe?as Plataforma ADRV public¨® un comunicado para abandonar las protestas y respaldar a las ¡®guerreras¡¯ (como se conoce a las jugadoras del Rayo femenino). Solo se llen¨® una esquina del estadio, con capacidad para 14.500 personas. ¡°Es una pena. Esperaba que viniera mucha m¨¢s gente¡±, lamentaba Javier, un vecino de 44 a?os con 12 de socio. ¡°Creo que el boicot, en este caso, no es favorable, porque quienes lo sufren son las chicas¡±, afirmaba a las puertas del estadio, donde la situaci¨®n distaba mucho del pasado viernes, ¨²ltima jornada del equipo masculino, contra el Racing Santander: entradas de metro descongestionadas, bares cerrados y una m¨ªnima presencia de puestos con ¡®merchandising¡¯ o golosinas.
¡°Me parece fatal. Me hubiera gustado que se llenara, pero las que estamos aqu¨ª somos las que no faltamos nunca¡±, dec¨ªa Cristina Ben¨ªtez, una mujer de 51 a?os que animaba desde el fondo sur, lugar reservado habitualmente para los Bukaneros. ¡°Nos han puesto aqu¨ª aunque nuestros carnets sean de tribuna preferente¡±, continuaba Ben¨ªtez despu¨¦s de que el club hubiese anunciado por la ma?ana que se iba a habilitar solo una parte de los asientos por la posibilidad de lluvias. Al lado se estiraban por las butacas Alicia, Ainara y Cristina, tres jugadoras del Rayo Vallecano en categor¨ªa juvenil. ¡°Ya era hora de que el partido fuera aqu¨ª. Deber¨ªan ser siempre en este estadio porque es m¨¢s c¨®modo para llegar y da otra energ¨ªa¡±, se?alaban.
La excusa que pone el club para que esto no suceda es, precisamente, la falta de p¨²blico. Alegan que no les sale rentable abrir las puertas de la cancha principal si ni siquiera llenan en la Ciudad Deportiva, actual lugar de juego. Sin embargo, desde la afici¨®n no est¨¢n de acuerdo. Creen que con una mayor publicidad y entradas m¨¢s baratas (en esta ocasi¨®n se vend¨ªan por 8 y 10 euros), las ¡®guerreras¡¯ atraer¨ªan a una gran parte de la hinchada del equipo masculino. Tambi¨¦n consideran que la nueva medida de separar los abonos por categor¨ªas no ayuda: ¡°Ahora pagan m¨¢s s¨®lo por las chicas [entre 30 y 60 euros] que lo que costaba el a?o pasado todo junto, y encima estaban en primera divisi¨®n¡±, contemplaba uno de los trabajadores del estadio frente a una pared en la que se le¨ªa ¡°Femenino s¨ª, Presa no¡±.
¡°He venido hoy con m¨¢s raz¨®n. Creo que a nuestras ¡®guerreras¡¯ hay que animarlas¡±, indicaba Juan, de 58 a?os, algo disgustado por el resultado: ¡°Me lo tem¨ªa, pero salimos muy orgullosos porque, pese a las dificultades y la nula ayuda de nuestra directiva, podemos presumir de equipo¡±. En los momentos de m¨¢s tensi¨®n ¨Cun tiro al poste, un contragolpe acabado en falta o el penalti que les ha colocado en duod¨¦cima posici¨®n de la tabla- los c¨¢nticos retronaban con vehemencia.
Carlos y Olga, de 34 y 31 a?os, eran de los que m¨¢s gritaban. Sin ser socios, se acercaron exclusivamente para respaldar al Rayo femenino. ¡°Nos imagin¨¢bamos que no iba a venir mucha gente y se le tiene que dar visibilidad¡±, argumentaban. ¡°Este es un barrio luchador y tenemos que dar ejemplo de igualdad. Adem¨¢s, es la manera de decirle a la directiva que hay que apoyarlas¡±, comentaba Jos¨¦ Antonio, de 43 a?os, junto a su hija, de tres, en sinton¨ªa con las pancartas que hab¨ªan colgado horas antes en la Ciudad Deportiva: ¡°Merec¨¦is un estadio lleno y no un demente en el palco¡±.
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