La m¨²sica es tambi¨¦n un recuerdo
La programaci¨®n musical de las fiestas ha combinado la memoria con propuestas de futuro
Si no fuese porque de s¨®lo hace treinta a?os, podr¨ªamos decir que el BAM se despidi¨® de La Merc¨¨ 2019 recordando sus ancestros. Llegaron desde Leeds, se llaman The Wedding Present, y en un acto cada vez m¨¢s recurrente en el mundo del pop, acechado por su propia memoria con el consecuente regocijo en su pasado, el cumplea?os de Bizarre, treinta ha cumplido el ¨¢lbum, fue uno de los puntos centrales de la ¨²ltima noche de fiestas. Los que llegaron para cambiar el mundo, todos los j¨®venes lo han pensado, pocos han logrado que el mundo no les cambie a ellos, aquellos que saltaron a la fama con George Best, un disco basado en una ruptura emocional, como explica detalladamente el documental Something Left Behind, volv¨ªan a Barcelona con las canciones de su segundo disco para de nuevo acalambrar con sus guitarras nerviosas y sus melod¨ªas de juventud inquieta. No podr¨¢ decirse que parec¨ªa no haber pasado el tiempo, pero s¨ª afirmar que David Gedge, l¨ªder de un grupo por el que han pasado casi 20 miembros en sus diferentes etapas, a¨²n mantiene el nervio que un d¨ªa le permiti¨® dolerse alegremente en p¨²blico.
A partir de este punto de la noche, el baile se ense?ore¨® de los escenarios del BAM, particularmente con Charlotte Adig¨¦ry, una belga de origen caribe?o que desdibuj¨® los perfiles tradicionales de canci¨®n para plantear una especie de sesi¨®n continua en la que los ritmos pod¨ªan alcanzar los 120 bpm's (para entendernos, n¨²mero de acentos r¨ªtmicos por minuto). Este escenario, Joan Coromines, ha visto renovada su estructura este a?o y ya es t¨¦cnicamente un escenario m¨¢s que competente. M¨¢s tarde, en la contigua ?ngels la electr¨®nica del d¨²o holand¨¦s Weval cerr¨® el BAM, un festival dentro de la Merc¨¨ que este a?o ha coronado lo iconoclasta con Conan Osiris, todo un personaje, Mar¨ªa Jos¨¦ Llergo, si nada se tuerce se oir¨¢ hablar de esta cantaora m¨¢s all¨¢ de los circuitos de los enterados o Duckwrth, un excitante rapero californiano. En realidad se ha hecho justicia al cartel de las fiestas, protagonizado por una persona negra de la misma manera que la m¨²sica negra en todas sus variantes ha pautado la m¨²sica del BAM, el festival de las descubiertas, y de buena parte de la Merc¨¨.
Por lo que hace a la hermana mayor del BAM, la programaci¨®n general de la Merc¨¨, ha vuelto a poner las cosas en su sitio. Pau Riba recibi¨® su homenaje al Dioptr¨ªa en un concierto que result¨® mucho mejor que el ofrecido el pasado mes de abril en Barnasants. Tambi¨¦n recibi¨® su homenaje el poseedor de la rauxa pausada, como defini¨® Sisa a Pascal Comelade, quien se despidi¨® de los escenarios en la Catedral en un concierto tan juguet¨®n como popular, con esos sonidos hundidos en la tradici¨®n pero tocados con el fr¨¢gil e iconoclasta esp¨ªritu infantil. De igual manera el guitarrista flamenco Chicuelo fue profeta cerca de su tierra, ¨¦l es de Cornell¨¢, y Baloji, en el Moll de la Fusta, escenario que este a?o han compartido Merc¨¨ y BAM al no disponerse del de Rambla del Raval, evidenci¨® la pujanza del hip-hop africano. Como despedida, una espl¨¦ndida Melanie Di Biasio, sustituta de Oumou Sangare, cerr¨® la Catedral con un concierto soberbio de artista contenida y dominadora capaz de atreverse con el I'm Gonna Leave You de Nina Simone. Por su parte, el previo concierto de Luis Pastor dej¨® en el aire la sospecha de que por mucho que la historia se repita, Pastor es censurado hoy igual que durante el franquismo, la evoluci¨®n de la m¨²sica no cesa, por lo que aferrase a formas que tuvieron sentido manteniendo formalmente un discurso de protesta setentero s¨®lo conduce a que las nuevas generaciones consideren el pasado como una batallita de sus abuelos. El arte de Pastor es leg¨ªtimo, pero su utilidad no va m¨¢s all¨¢ de los ya convencidos.
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