¡°El coleccionismo no es tan elitista, hay mucha clase media¡±
Jorge Fern¨¢ndez Vidal tiene en su casa una de las mayores colecciones de arte africano contempor¨¢neo en Espa?a
Una de las mayores colecciones de arte africano contempor¨¢neo en Espa?a se esconde entre dos viviendas de A Coru?a y Alcobendas. Son las casas del economista Jorge Fern¨¢ndez Vidal (A Coru?a, 1985), ejecutivo de una empresa de energ¨ªa. Atesora tantas piezas, m¨¢s de 370, que algunas tiene que guardarlas debajo de las camas y muebles por falta de espacio. Hace poco fue invitado por la galerista sudafricana Julie Taylor, de la galer¨ªa Guns and Rain, a pasar unas semanas conociendo el mercado del arte en Sud¨¢frica, Botsuana y Zimbabue.
All¨ª conoci¨® en persona al fot¨®grafo Letso Leipego, artista nacido en 1991. En su propio pueblo.
Sin duda, uno de mis artistas favoritos. Juega con la luz en sus fotograf¨ªas de una forma incre¨ªble. A veces parece sobrenatural. Pero es que en Lentsweletau, donde naci¨®, la luz es as¨ª.
?Entendi¨® su forma de trabajar?
Me ense?¨® bocetos de c¨®mo preparaba su trabajo. Los titulaba: planning my next shot [planeando mi pr¨®xima toma]. Se ve n¨ªtidamente el detalle de las fotograf¨ªas que va a sacar. Puede esperar durante cinco d¨ªas hasta que surge el momento exacto para sacar la fotograf¨ªa perfecta.
Conoc¨ªamos las residencias para artistas. ?Pero por qu¨¦ ofrec¨¦rselas a coleccionistas?
No es muy com¨²n, la verdad. Es t¨ªpico que lo hagan artistas, que en residencias pasan un tiempo lejos de casa aprendiendo y creando en otro lugar. Era com¨²n que los artistas parisinos viajaran a la Provenza francesa en busca de tranquilidad. La idea de la galerista que me lo ofreci¨® es que hubiese un intercambio de ideas a dos bandas. Por un lado, que yo conociera a artistas de estos pa¨ªses y, por otro, que diera mi perspectiva. Qu¨¦ queremos los que compramos arte, qu¨¦ esperamos del mercado o del artista.
?Y qu¨¦ esperan?
Se asume que a veces la otra parte desea o quiere algo y en realidad es justo lo contrario. Aprovech¨¦ para dar mi opini¨®n subjetiva y seguramente equivocada...
No sea modesto.
No, solo daba mi idea de lo que valoro en una obra, o c¨®mo enfoco la compra de una obra o que espero de una galer¨ªa o de un artista. En estos d¨ªas visit¨¦ 30 estudios de artistas, 10 galer¨ªas, cuatro museos, f¨¢bricas de producci¨®n de arte, litograf¨ªas, impresiones y tuve un mont¨®n de conversaciones. Tratas de entender el arte y el pa¨ªs. Al fin y al cabo el arte es un reflejo de la realidad social, econ¨®mica y pol¨ªtica de un pa¨ªs. Una experiencia magn¨ªfica.
Arco en Lisboa dedic¨® su ¨²ltima edici¨®n al arte africano.
As¨ª es. Quiz¨¢s tenga que ver con que los tres grandes centros coloniales en Europa siguen siendo el foco donde se valora y se crea el arte africano en la di¨¢spora: Lisboa, Par¨ªs y Londres. Hay apetito por obras africanas. Es el mercado que m¨¢s crece, claro que tambi¨¦n tiene que tenerse en cuenta que el arte africano comienza de una base m¨¢s baja.
El presidente franc¨¦s, Macron, prepara Africa 20/20.
Francia y el continente tienen una aproximaci¨®n cultural muy fuerte por razones evidentes. Detr¨¢s hay motivos geopol¨ªticos e intereses a todos los niveles, pero tambi¨¦n es el reconocimiento de que ?frica es vital para el futuro de Francia y de Europa. Para el arte africano, ego¨ªstamente, va a ser maravilloso.
Madrid est¨¢ fuera de ese foco de influencia en el arte africano.
S¨ª, no hay duda. La galer¨ªa Sabrina Amrani quiz¨¢s sea de las pocas que representa a varios artistas africanos, aunque su tem¨¢tica es mucho m¨¢s amplia. De hecho, no conozco a ning¨²n artista africano asentado aqu¨ª. Aunque quiz¨¢s lo haya.
Esto del coleccionismo le suena a la gente muy elitista.
Pues no lo es. Hay mucha clase media y mucha gente apasionada por el arte que, simplemente, hace sacrificios para poder tambi¨¦n disfrutar de obras que le encantan en su casa. Existe arte de mucha calidad y muy accesible, sobre todo cuando se trabaja con artistas j¨®venes que empiezan.
Esa obra que a veces tiene que guardar en muebles repletos y que desbordan su casa es un tesoro solo expuesto a sus ojos.
Qu¨¦ va. Siempre estoy dispuesto a exponer y me encantar¨ªa poder compartir mi colecci¨®n con otros. Pero muchos museos y espacios p¨²blicos tienen pocos recursos para financiar este tipo de exposici¨®n, y esto es siempre un problema. As¨ª que si a alguna instituci¨®n le interesa exponer obras de arte contempor¨¢nea africana y lee esto que me escriba y le presto las obras que quiera.
De artistas a coleccionistas residentes
El crecimiento en los ¨²ltimos cinco a?os del arte africano le llev¨® a ser invitado a visitar tres pa¨ªses para conocer el ecosistema art¨ªstico y la vida local. La experiencia de coleccionista residente, que ha tenido muy buena acogida en Francia, Portugal y Reino Unido, apenas ha empezado a difundirse en Espa?a.
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