20 versiones sorprendentes del primer mapa de Madrid
La revista ¡®Arquitectura¡¯ del COAM propone a las oficinas de arquitectura pensar variaciones de la ciudad sobre el plano de Teixeira
Una de las formas en las que el rey Felipe IV estableci¨® definitivamente la corte en Madrid fue el encargo a un cart¨®grafo portugu¨¦s, Pedro Teixeira, de un plano de la ciudad. ¡°Anteriormente la corte era itinerante, m¨¢s que un lugar era un s¨¦quito de personas que iban all¨ª a donde el rey iba¡±, explica Eduardo Castillo, codirector de la revista Arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM). As¨ª el rey consegu¨ªa acabar con las zozobras e incertidumbres de vecinos y especuladores, que ya los hab¨ªa.
¡°Lo que se destaca en el mapa no son simplemente calles, iglesias, hospitales o fuentes, sino los espacios cortesanos, los espacios de representaci¨®n del poder¡±, dice Castillo. El plano de Teixeira med¨ªa 210 por 180 cent¨ªmetros y estaba dividido en 20 partes. Completado en 1656, es considerado el primer gran mapa de Madrid. Ahora, recuperando una idea que ya explor¨® el proyecto Roma Interrotta a finales de los a?os 70 y que trataba de dar una nueva perspectiva del plano hecho por Giovanni Battista Nolli para la capital italiana, la revista Arquitectura ha invitado a 20 oficinas de arquitectura madrile?as a reinterpretar las 20 piezas que forman el mapa de Teixeira. La pregunta que se ha planteado es la siguiente: ¡°?C¨®mo ser¨ªa esta parte de la ciudad si t¨² hubieras sido el arquitecto de la Corte desde el momento en que lo dibuj¨® Texeira hasta nuestros d¨ªas?¡±.
El resultado, un vistoso ejercicio de imaginaci¨®n, arte y especulaci¨®n hist¨®rica o futurista puede verse en una exposici¨®n en el COAM hasta el 30 de noviembre, dentro de la muestra La Revista Arquitectura: cronista de Madrid, o en forma de conjunto de l¨¢minas que se distribuyen con la propia revista. ¡°Hay propuestas m¨¢s cr¨ªticas, m¨¢s propositivas, hay quien ha cogido parte de su producci¨®n arquitect¨®nica y la ha implementado como su propuesta para Madrid¡±, explica Castillo.
Por ejemplo, el arquitecto Eduardo Arroyo (estudio No.mad) ha creado un ir¨®nico Follansterium, una utop¨ªa o distop¨ªa, seg¨²n se mire, para la zona de la Casa de Campo al hilo de los falansterios que ide¨® Charles Fourier en el s. XIX, pero en plan hipster. ¡°Se trata de un zool¨®gico para humanos, para gente que cree en la ecolog¨ªa, la energ¨ªa solar, en el compartir, para que puedan sobrevivir a las manadas financieras. La cosa se acaba cuando esa gente tiene hijos y vuelve a reintegrarse en el sistema¡±, dice con sorna Arroyo.
¡°La Ciudad Universitaria es un lugar al que acuden diariamente miles de personas y que est¨¢ comprimido y limitado por asfalto¡±, dice la arquitecta y codirectora de la revista Arquitectura Raquel D¨ªaz de la Campa. Por eso en su trabajo propone eliminar todos esos l¨ªmites de asfalto ¡°para que se puedan realizar todas las conexiones entre las personas y este lugar sea una universitas real. A veces mejorando las infraestructuras destruimos la faceta m¨¢s humana de la ciudad¡±.
La oficina de arquitectura Elii junto con Maral Kekejian (directora hasta el momento del festival Veranos de la Villa) proponen activar el espacio p¨²blico de la ciudad, all¨¢ por donde se acaba en el distrito de Moncloa-Aravaca, con intervenciones fantasma, ¡°situaciones ef¨ªmeras que surgen en el espacio¡±.
El sur del distrito centro, donde Lavapi¨¦s se toca con Arganzuela, es repensado por Eduardo Castillo y ah¨ª se aplica un Plan Integral de Supresi¨®n Urbana: ¡°En vez de dejar que el urbanismo decida la ciudad y que la ciudad sucumba ante la especulaci¨®n inmobiliaria, se trata de construir una estructura de hormig¨®n divida la ciudad en sectores¡±, dice Castillo, ¡°los ciudadanos habitan cada sector como quieran y deciden comunalmente su devenir¡±. As¨ª resultan espacios residenciales de densidad absurda que son vecinos de espacios salvajes o de producci¨®n agraria.
H¨¦ctor Fern¨¢ndez Elorza reflexiona sobre el origen geogr¨¢fico del capital: su cornisa, aupada entre el Manzanares y el casco urbano, y desaprovechada, a juicio del autor, con vistas a¨²n puntuales y conexiones f¨ªsicas muy escasas. Pedro Pitarch imagina el futuro cercano (2025) con un parque de El Retiro trufado de viviendas sociales en las que se experimenta una nueva forma de vida comunitaria en la que la precariedad no es un problema sino un ¡°punto de partida¡±.
Caso curioso es el que le ha tocado en sorteo a Paula Curr¨¢s, tambi¨¦n codirectora de la revista: no se trata de una zona geogr¨¢fica de la ciudad, sino del emblema del mapa de Teixeira. Para recrearlo ha ideado una ilustraci¨®n sat¨ªrica que contrapone dos modelos de ciudad en liza. ¡°Frente al Madrid cortesano, megal¨®mano y sus pecados capitales, propongo un Madrid mucho m¨¢s honesto, por eso aparece el hotel Mediod¨ªa de Atocha, que no es nada pretencioso¡±, concluye la arquitecta.
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