La ¡®madame¡¯ que trafic¨® con sus propias hermanas

El viaje de Mercy (nombre ficticio) comenz¨® en Benin City en el verano de 2016 y acab¨® a casi 4.000 kil¨®metros de distancia, en las calles del pol¨ªgono industrial Marconi, tradicional epicentro de la explotaci¨®n sexual de la capital. All¨ª, durante cinco meses, la menor ejerci¨® la prostituci¨®n. Lo hizo obligada. Aterrorizada. Y sin descanso. "Todos los d¨ªas de la semana. Durante largas y arduas jornadas", seg¨²n describe la Fiscal¨ªa de Madrid, que explica c¨®mo la joven actu¨® en todo momento bajo ¡°las ¨®rdenes y el control¡± absoluto de Sandra, una madame nigeriana que hab¨ªa desembarcado a?os antes en Espa?a. Una mujer que supuestamente forma parte de una mafia dedicada a la trata y el tr¨¢fico de inmigrantes, que utiliz¨® el vud¨² para someter a su v¨ªctima, y que lleg¨® a introducir en el pa¨ªs a sus dos propias hermanas para que se dedicaran tambi¨¦n a la prostituci¨®n.

Toda una trama que est¨¢ previsto que se juzgue el pr¨®ximo noviembre en la Audiencia Provincial, seg¨²n se?alan fuentes jur¨ªdicas. Sandra se sentar¨¢ entonces en el banquillo, junto a otros dos presuntos miembros de la organizaci¨®n criminal, para enfrentarse a una petici¨®n de hasta 14 a?os de c¨¢rcel por tres delitos de tr¨¢fico de personas, uno de trata de seres humanos y otro de aborto; seg¨²n consta en el escrito de acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa, fechado el pasado 15 de febrero y al que ha tenido acceso EL PA?S. Un documento donde se detalla el intenso y largo sufrimiento que padeci¨® Mercy.

Las penurias comenzaron con una mentira. Cuando la menor se encontraba todav¨ªa en Benin City, "la acusada le ofreci¨®, a sabiendas de la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica que atravesaba, la posibilidad de ir a Europa y tener un buen trabajo con el que ganarse la vida, indic¨¢ndole que ella se ocupar¨ªa de gestionarle el viaje y de sufragar los gastos". Ilusionada y convencida, por tanto, de poder disfrutar de un futuro mejor al otro lado del Mediterr¨¢neo, emprendi¨® el duro viaje.

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Mercy sali¨® el 3 de junio de 2016. Desde Nigeria se dirigi¨® hasta Tamaraset (Argelia) con otros tres inmigrantes ¡ªentre ellos, una hermana de Sandra, que s¨ª sab¨ªa que a su llegada tendr¨ªa que prostituirse¡ª. Despu¨¦s continu¨® hasta Tr¨ªpoli (Libia), donde embarc¨® en una patera que le llev¨® a la costa italiana, desde donde la trasladaron a un campamento en Lecce. "Desde all¨ª y siguiendo instrucciones de la acusada y gracias a su ayuda econ¨®mica, fueron hasta Mil¨¢n, y de all¨ª a Par¨ªs, desde donde se desplazaron a Madrid", apostilla el ministerio p¨²blico. Era la parada final. La llegada al infierno.

Seg¨²n el relato de la Fiscal¨ªa, entre amenazas, la madame la encerr¨® entonces en una casa y no la dej¨® salir durante un mes. Transcurrido ese tiempo, le comunic¨® que hab¨ªa contra¨ªdo con ella una deuda de 25.000 euros y que ten¨ªa que acostarse con hombres para pagarla. "A lo que la joven no pod¨ªa negarse". Carec¨ªa de cualquier recurso econ¨®mico. Se encontraba en un pa¨ªs extranjero donde se hablaba un idioma que ignoraba. No ten¨ªa familiares aqu¨ª. Ni ning¨²n amigo. Y, por encima de todo, se sent¨ªa obligada a obedecer a Sandra por la ceremonia de vud¨² a la que se hab¨ªa prestado antes de partir de Benin City.

"Antes de iniciar el viaje, fue sometida por indicaci¨®n de la acusada a un ritual, donde tuvo que jurar que no se iba a escapar ni a denunciar los hechos. Y que devolver¨ªa la deuda que hab¨ªa contra¨ªdo por traerla a Europa. De modo que, si no cumpl¨ªa su promesa, se volver¨ªa loca", detalla el escrito del ministerio p¨²blico, que relata hasta qu¨¦ punto le influy¨® su creencia en esta pr¨¢ctica: "[Padeci¨®] un grave da?o moral y psicol¨®gico. Tras denunciar los hechos, sufri¨® episodios de agitaci¨®n psicomotriz, con auto y heteroagresividad e ideaci¨®n autol¨ªtica, que requirieron su ingreso en un hospital psiqui¨¢trico". La joven recibi¨® tratamiento, pero persiste en ella "un s¨ªndrome de estr¨¦s postraum¨¢tico que le produce problemas para conciliar el sue?o, falta de motivaci¨®n, ansiedad, tristeza y episodios depresivos". "Por lo que requiere atenci¨®n constante y supervisi¨®n para realizar las tareas b¨¢sicas de la vida", apostilla el escrito de la acusaci¨®n p¨²blica.

Un aborto obligado

Los medios dedicados a luchar contra la trata preocupan en la Fiscal¨ªa de Madrid. Como indicaba el ministerio p¨²blico en su ¨²ltima memoria, los 28 procedimientos judiciales incoados por este tema en 2018 suponen "un considerable descenso respecto al a?o anterior": "Debido a la dr¨¢stica disminuci¨®n de investigaciones realizadas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cuesti¨®n que resulta preocupante".

Adem¨¢s, este tipo de delito se encuentra relacionado con otros. "En este caso, de mujeres tra¨ªdas para explotaci¨®n sexual, est¨¢ muy vinculado al de aborto", explica Polonia Castellanos, presidenta de la Asociaci¨®n de Abogados Cristianos, tambi¨¦n personada en la causa como acusaci¨®n particular. Una de las presuntas v¨ªctimas de Sandra se qued¨® embarazada y fue obligada a interrumpir la gestaci¨®n en una cl¨ªnica de Madrid, seg¨²n consta en la investigaci¨®n, impulsada por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 40, que lleg¨® a abrir una pieza ¡ªcerrada posteriormente¡ª para estudiar si en dicho centro m¨¦dico se hab¨ªa cometido alguna irregularidad.

El sometimiento de Mercy acab¨® el 3 de marzo de 2017. Ese d¨ªa consigui¨® escapar del control de la madame?y huir lejos. Le cont¨® entonces todo el horror a la polic¨ªa. Aunque el sufrimiento no termin¨®: ella y su madre recibieron amenazas telef¨®nicas, que ahondaron en el da?o psiqui¨¢trico. Ahora podr¨¢ contarlo todo ante un tribunal.?