Santi Vila: ¡°Nadie sabe a qu¨¦ se refiere Quim Torra cuando dice ¡®lo volveremos a hacer¡±

Santi Vila (Granollers, Barcelona, 46 a?os) afronta una pena de un a?o y ocho meses de inhabilitaci¨®n y una multa de 60.000 euros. Vila, exconsejero de la Generalitat, se ape¨® del Govern horas antes de la frustrada declaraci¨®n de independencia de 2017. Ahora, tras librarse de la c¨¢rcel, da clases en la universidad y trabaja en una empresa. Asegura que ¡°lo de Catalu?a solo se arregla votando¡± y prev¨¦ que pronto habr¨¢ elecciones auton¨®micas.

Pregunta. Quim Torra insiste en el ho tornarem a fer (lo volveremos a hacer). ?Es un error?

Respuesta. Esa expresi¨®n tiene muchas caras. Una es la de Jordi Cuixart, que interpreto como una variante de decir que la democracia no se acaba yendo a votar, la democracia tambi¨¦n quiere decir el derecho a la manifestaci¨®n y a la protesta. Otra cosa es el ho tornarem a fer de Quim Torra, que ni su Govern sabe qu¨¦ quiere decir. El primero lo comprendo y lo respeto, el segundo no sabe nadie a qu¨¦ se refiere.

P. Torra habla de un momento refrendario. Un escenario similar al de 2017.

R. Las razones objetivas que explican el fracaso de la legislatura de 2017 se mantienen. Todos hemos aprendido que un refer¨¦ndum unilateral y sin reconocimiento no interpela al conjunto de la ciudadan¨ªa, sino solo a los que ya piensan de esta manera. La autocr¨ªtica de esta semana de Carme Forcadell, sobre la falta de empat¨ªa hacia los no independentistas, es muy valiosa. La hice en 2015 y fue tildada de herej¨ªa.

P. ?Torra es el problema?

R. ?l tiene una tensi¨®n moral muy fuerte que no ha sabido resolver bien, entre president y agitador. La responsabilidad del Govern es ser el Gobierno de todos, no solo de una parte. El problema es otro: como en cualquier sociedad moderna occidental, tenemos una generaci¨®n de j¨®venes frustrados y con muchas expectativas pero sin las seguridades de sus padres. Eso genera crispaci¨®n y explota de muchas maneras.

P. Expectativas generadas por un Govern que dec¨ªa tener la independencia al alcance de la mano.

R. Todos debimos haber sido m¨¢s responsables. Yo el primero. Me arrepiento de aquella legislatura. Qued¨® demostrado que, si se hacen pol¨ªticas que continuamente llaman a la estimulaci¨®n de los sentimientos, despu¨¦s es muy dif¨ªcil hacer volver a la ciudadan¨ªa a la raz¨®n.

¡°Alimentamos un discurso antisistema, tonteamos con ¨¦l continuamente¡±

P. J¨®venes que gritan contra un ¡°Estado represor¡±. ?Lo ve as¨ª?

R. Espa?a es un pa¨ªs homologable al resto de Estados europeos en todos sus defectos y sus virtudes. Otra cosa es que en Barcelona ahora es posible ir a ver Jocker y que cuando termina la gente aplauda. ?Por qu¨¦? ?Porque el protagonista dispara al s¨ªmbolo del poder? Culturalmente alimentamos un discurso antisistema, con el que tonteamos continuamente, y desdibujamos que un agente de la autoridad tiene un rol. Que habr¨¢ excesos, probablemente, pero tenemos mecanismos para depurarlos.

P. ?C¨®mo se puede reconducir eso ahora?

R. Teniendo pol¨ªticos en prisi¨®n ser¨¢ muy dif¨ªcil. A m¨ª no me cuadra mucho que si el Tribunal Supremo dice que todo fue una ¡°enso?aci¨®n¡± la sentencia sea la que es. Hay que ir a la gesti¨®n pol¨ªtica con el extintor, no con el lanzallamas. Tras las elecciones generales vendr¨¢n inevitablemente las catalanas y tendremos interlocutores v¨¢lidos. Ser¨¢ el momento para dialogar, pero con una propuesta que rompa el frentismo.

P. Por tanto, ?considera que Pedro S¨¢nchez no es ahora un interlocutor v¨¢lido?

R. No ayuda este contexto de cr¨®nica precampa?a electoral que vivimos. Ah¨ª los pol¨ªticos son una caricatura de s¨ª mismos. Confieso que me alegr¨¦ de que S¨¢nchez ganara, pero ha sido irresponsable dejar que Espa?a afrontara la sentencia con un Gobierno en funciones. El problema de Catalu?a solo se arreglar¨¢ votando.

P. ?Votando qu¨¦?

R. Puede ser un ajuste constitucional, un nuevo marco estatutario, un pacto de financiaci¨®n. Y puede ser que la ciudadan¨ªa no lo apoye, pero hay que proponer un contrato refundacional para un programa compartido del conjunto de los espa?oles. Se necesita audacia en Madrid y Barcelona.

P. Se le ha asignado el rol del traidor en toda esta historia. Le atacan hasta por su orientaci¨®n sexual. ?C¨®mo lo vive?

R. Lo vivo con resignaci¨®n. Algunos que me acusaban de traidor ya han probado su propia medicina [en referencia a Esquerra Republicana, entre otros]. Con el tiempo veremos que no hay ni h¨¦roes ni traidores, sino que actuamos como mejor consideramos. Me han sorprendido los ataques abiertamente hom¨®fobos, los atribuyo al juego del poder.

P. Se habla mucho de lo que ha aprendido el independentismo. ?Qu¨¦ ha aprendido el Gobierno?

R. Que el problema existe y que con terapia de palo no se arregla. Que en un momento dado habr¨¢ que pasar de las palabras amables a las propuestas. Desde 2010 no ha habido ninguna.