Colau y Torra reh¨²yen el desalojo de la acampada de Barcelona

Ni el Ayuntamiento de Barcelona ni la Generalitat de Catalu?a quieren ser quienes den la orden de desalojar la acampada de estudiantes, en la plaza de Universitat de Barcelona, que corta la Gran V¨ªa desde el mi¨¦rcoles por la tarde y el acceso a la ronda de Universitat. Fuentes de la Generalitat aseguran que es una cuesti¨®n de ocupaci¨®n del espacio p¨²blico, y por lo tanto, competencia del Ayuntamiento decidir si se debe actuar.¡°Si nos los piden, los desalojamos¡±, aseguran fuentes policiales. La delicada decisi¨®n puede comprometer al consejero del Interior, Miquel Buch, en la cuerda floja por las cargas policiales.

El Consistorio por ahora elude abordar directamente el problema. La teniente de alcalde de Movilidad de Barcelona, Janet Sanz, pidi¨® este jueves a los Mossos que activen el servicio de mediaci¨®n para ¡°hacer compatible el derecho a la protesta y el de la movilidad¡±.?La polic¨ªa catalana mantiene abiertos los canales de interlocuci¨®n.

Los estudiantes que ocupan la plaza de Universitat han dejado muy clara su posici¨®n: ¡°Si quieren que levantemos el corte, autodeterminaci¨®n, futuro digno y amnist¨ªa¡±. El lugar va creciendo paulatinamente, con unas 300 tiendas instaladas, y organizaci¨®n de charlas, conciertos, asambleas, cenas y una caja de solidaridad. Autodenominados la Generaci¨®n del 14-O, recuerda al esp¨ªritu de la acampada en la plaza de Catalunya en 2011, del movimiento del 15-M, que tantos problemas gener¨® entonces al consejero del Interior, Felip Puig. Las im¨¢genes del desalojo brutal de los Mossos dieron la vuelta al mundo. ¡°No podemos vernos de nuevo en esa situaci¨®n¡±, indican fuentes policiales.

La acampada es tambi¨¦n un polo de atracci¨®n para los pol¨ªticos independentistas. El mi¨¦rcoles, diputados de ERC, como Joan Josep Nuet, o de la CUP, como Albert Botran, acudieron a la plaza cortando el tr¨¢fico de la avenida de Diagonal de Barcelona. Lo hicieron despu¨¦s de asistir al acto de creaci¨®n de un foro en favor de una rep¨²blica catalana y contra la sentencia del proc¨¦s, bautizado como la Asamblea de cargos electos de Catalu?a.

La protesta ¡ªque corta la Gran V¨ªa, dejando ¨²nicamente un carril por donde pueden pasar los autobuses y los taxis¡ª se puede convertir en un serio problema para el consejero del Interior, Miquel Buch. En la cuerda floja despu¨¦s de las cargas policiales durante la semana de altercados tras la sentencia del proc¨¦s, cualquier decisi¨®n puede servir de excusa para ser cesado por el presidente catal¨¢n, Quim Torra, muy inc¨®modo con las actuaciones de la polic¨ªa catalana.

Una de las cartas que pueden jugar tanto el Ayuntamiento de Barcelona como los Mossos es consultar a la Junta Electoral sobre si la acampada es compatible con la campa?a electoral. Fuentes de ambas instituciones niegan haberlo hecho, aunque afirman que obedecer¨¢n cualquier resoluci¨®n que dicte. En 2011, con la acampada en plaza de Catalunya, fue el Govern qui¨¦n consult¨® a la Junta Electoral, que la prohibi¨® durante la jornada de reflexi¨®n y el d¨ªa de votaci¨®n de aquellas elecciones municipales. A pesar de eso, los acampados no se marcharon y los Mossos no desalojaron hasta despu¨¦s de los comicios.

Las acampadas est¨¢n expresamente prohibidas por la ordenanza municipal, aunque el Consistorio se escuda en que es una protesta de naturaleza pol¨ªtica. El mismo argumento usado con la acampada independentista instalada en la plaza de Sant Jaume en septiembre del a?o pasado, a la que dio su apoyo el presidente Torra. Finalmente, los Mossos la desmontaron.

En esta ocasi¨®n, fuentes del Departamento de Interior lo comparan con la ocupaci¨®n de la Gran V¨ªa por parte de los taxistas, en julio del a?o pasado. La alcaldesa Ada Colau mantuvo la misma postura ambigua que ahora, pidiendo hacer compatible la protesta con la movilidad. Los Mossos no intervinieron para retirar los veh¨ªculos instalados en la c¨¦ntrica avenida.