Los 14 kil¨®metros olvidados de Madrid
Dos a?os y medio despu¨¦s del Pacto por la Ca?ada Real, las mejoras y cambios que se preve¨ªan no se han completado y el avance es lento y lleno de obst¨¢culos administrativos y pol¨ªticos
Ven¨ªa camino arriba, empujando un carricoche rojo con algo de fatiga pero con br¨ªo. Desde que apareci¨® en la carretera de tierra se cruz¨® con una gallina, una furgoneta y dos gatos. A la altura de los escombros de lo que hasta hace poco era una casa, mir¨® para tantear la subida del mont¨ªculo y atravesar el hueco que dej¨® esa vivienda. Esquivando una sandalia de tac¨®n semienterrada y una fiambrera de pl¨¢stico cuarteada, salv¨® el desnivel.
¡ªHombre, buenos d¨ªas ?qu¨¦ pasa, para d¨®nde vas?
Pregunt¨® Agust¨ªn Rodr¨ªguez, el p¨¢rroco de Santo Domingo de la Calzada, en la Ca?ada Real Galiana.
¡ªPa'll¨¢, pa donde la Petra. Que voy a por las ni?as y ya luego nos volvemos juntas.
Contest¨® ella, en mallas y mo?o grueso. Tir¨® hacia delante y unos pasos despu¨¦s, sin detenerse, gir¨® la cabeza y grit¨®:
¡ªVenirse de noche, que es mucho mejor. As¨ª veis hasta las ratas.
El vac¨ªo que atravesaba esa joven gitana, levantando algo de polvo con sus pantuflas, es la cicatriz de uno de los pocos realojos que se han producido hasta ahora en la Ca?ada Real Galiana, en esa zona que el sacerdote dice que llaman "el camino sin asfaltar". Est¨¢ dentro del ¨²ltimo de los sectores, el seis, en los que se dividen 14 kil¨®metros en los que se suceden chal¨¦s con jard¨ªn, casitas de madera, caravanas sin ruedas, ruedas sin caravanas, chamizos, latas, c¨¢scaras, alambre, calcetines y jeringuillas desperdigadas.
En la Ca?ada Real viven 7.283 personas, de ellas 2.548 son menores
Desde que en 2017 todos los grupos pol¨ªticos de la Asamblea de Madrid y los Ayuntamientos de Coslada, Madrid y Rivas, ¡ªciudades por las que se ribetea la Ca?ada¡ª firmaron un pacto por la mejora del enclave, los avances han sido m¨ªnimos. El objetivo final era regular la situaci¨®n de cada uno de los sectores y conseguir unas condiciones de vida digna para 7.283 personas que residen all¨ª seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles, de 2016. Empezando con un convenio de realojo en el sector seis con 18 millones de euros de presupuesto; el m¨¢s empobrecido, ese que aparece de vez en cuando en las noticias relacionado con robos de coches o tr¨¢fico de drogas. En el que m¨¢s urge actuar. De los 150 realojos a los que la Comunidad y el Ayuntamiento de la capital se comprometieron en 2018, se han producido 14.
Esa ralentizaci¨®n fue lo que denunci¨® la concejala socialista Mercedes Gonz¨¢lez en el Pleno madrile?o a finales de octubre. "Se prometi¨® realojar a 150 familias de las 284 de ese sector y el desmantelamiento del tramo que va desde la incineradora de Valdeming¨®mez hasta Getafe", dijo entonces la edil. "Al paso que van se tardar¨¢ medio siglo en cumplir y realojar a esas familias (el 18% de las que hay)".
A pesar de ese acuerdo, que lleva vigente dos a?os y medio, la realidad de la Ca?ada sigue siendo la misma . El p¨¢rroco la dibuja con una frase, al paso del sector seis: "Aqu¨ª est¨¢ la prueba de mi fe. Si todos los d¨ªas no mueren electrocutadas seis personas es porque Dios existe". Postes y cables cuelgan a ambos lados del camino, se enroscan en los aleros de los tejadillos de uralita, bailan sueltos sobre alguna paredina y en varios alguien ha enganchado pinzas que serpentean por el borde del carreter¨ªn hasta meterse por la ventana de aluminio de alguna vivienda. "Hay quien tiene esos postes dentro de casa, en medio del sal¨®n".
La diversidad a la que hacen alusi¨®n algunos pol¨ªticos cuando hablan de la Ca?ada es, en realidad, desigualdad. En ese batiburrillo, la situaci¨®n es distinta para cada sector. El comisionado de la Comunidad, Jos¨¦ Tortosa, la resume: "El sector uno est¨¢ regulado; en el dos la idea es mantener todas las viviendas posibles y, aquellas que est¨¦n en un estado de vida no digna, demolerlas y construir. El tres tiene que desmantelarse por completo por cuestiones legales, esas familias se realojar¨¢n preferentemente en el sector dos y aquellas que no entraran en el dos se les ofrece otro lugar o la indemnizaci¨®n. El sector cuatro y cinco todav¨ªa no tienen ning¨²n acuerdo¡±. Y en el seis ya est¨¢ en marcha el convenio de realojo.
El convenio de realojo para el sector seis se firm¨® en 2018 con un presupuesto de 18 millones de euros
Despu¨¦s del vac¨ªo de los ¨²ltimos meses ¡ªpor el cambio de Gobierno tras las elecciones municipales y regionales de abril y de tres nombramientos fallidos para el comisionado de la Comunidad¡ª, la pasada semana volvi¨® a reunirse la Comisi¨®n de Seguimiento de ese convenio. En ella se aprob¨® por unanimidad prorrogarlo para cumplir con los objetivos de reubicar a las familias que sufren de insalubridad.
Una pr¨®rroga que seg¨²n el actual comisionado, Tortosa, ¡°es normal¡±. Sin embargo, el ¨²ltimo responsable municipal de la Ca?ada, nombrado por Manuela Carmena, Pedro Navarrete, asegura que ¡°la previsi¨®n era que en diciembre de este a?o, esas 150 familias estuviesen en sus nuevos hogares¡±. En julio se compraron 62 casas desde la Agencia de Vivienda Social y estaba aprobado el traslado de 27 familias. Pero todo va despacio. Mientras, la Ca?ada sigue parcheada de desequilibrios.
Rodr¨ªguez, el p¨¢rroco, pone un ejemplo pocos metros despu¨¦s de entrar al sector dos. Detiene el todoterreno gris y se baja: ¡°?Esto qu¨¦ es? Pues esto es una bofetada al sentido com¨²n y a la dignidad de la gente¡±. Delante se levantan unos cuantos racimos de edificios nuevos, las gr¨²as de los que a¨²n est¨¢n construyendo, un acerado impoluto y un firme liso y negro. Detr¨¢s, la carretera de la Ca?ada y un muro que cerca una finca llena de rastrojos. En medio, unos bloques de cemento para separar esos dos mundos de la misma ciudad. Al ser distintos tipos de terreno, ¡°una v¨ªa urbana y una pecuaria¡±, no puede haber paso. ¡°Si no lo abres parece que est¨¢s diciendo que con esto ya no cuentas¡±, espeta el cura. Aunque apunta que, haya o no voluntad pol¨ªtica, ¡°el sistema administrativo es capaz de aburrir a un muerto y hay cosas que no se pueden hacer¡±.
Esa es una de las razones de las diferencias abismales entre sectores. Seg¨²n se avanza por ellos, crece el absentismo escolar de los menores que viven all¨ª (2.548, seg¨²n los ¨²ltimos datos, de 2016). El correo llega al sector uno y dos; falta por asfaltar el dos; solo hay un autob¨²s que une el dos y tres con Puerta de Arganda... Y en los servicios m¨¢s b¨¢sicos, agua y luz, solo en el uno est¨¢n reguladas ambas. ¡°Agua y luz tienen todos, pero ilegal¡±, dice el cura.
Las d¨¦cadas de olvido institucional de la Ca?ada; las dificultades administrativas y legales por el tipo de terreno (una v¨ªa pecuaria); los vaivenes pol¨ªticos y, a veces, el desinter¨¦s, han provocado que despu¨¦s de 80 a?os este asentamiento ilegal, el mayor de Europa en una urbe, sea un lugar lleno de flecos y desconfianza que ¡°va a costar remendar¡±, cabecea el sacerdote.
¡°Los habitantes temen que vuelvan a producirse los derribos que ya sucedieron con los gobiernos de Alberto Ruiz-Gallard¨®n y Ana Botella¡±, apunta Rodr¨ªguez. Esto, dice, ¡°se cura con tiempo, con implicaci¨®n y con paciencia, mucha paciencia¡±. La misma que han tenido asociaciones y organizaciones del tercer sector para ¡°generar una red con un profundo conocimiento del lugar, que ha logrado crear comunidad y convivencia y que ayuda en el d¨ªa a d¨ªa, el real, de la gente que vive all¨ª¡±. Algo que nunca ha logrado, y a veces ni siquiera ha intentado, la pol¨ªtica.
Las cifras de los seis sectores
Sector 1
Sector 2
Sector 3
Sector 4
Sector 5
Sector 6
Abarca 1.370 metros entre Coslada y Madrid capital. Va desde la mitad de la calle de Santiago hasta el cruce con el puente de la M-45. Tiene 499 habitantes, 70 son menores.
Los 1.960 metros de este sector est¨¢n en Madrid; desde el cruce con el puente de la M-45 de entrada a Coslada hasta la carretera de Vallecas a Mejorada del Campo (M-203). Tiene 577 habitantes, de ellos 83 son menores.
Discurre desde la carretera de Vallecas a Mejorada del Campo hasta el cruce de Ca?ada con la carretera M-823. 758 metros que pertenecen a Madrid y Rivas Vaciamadrid. Es el sector con menos habitantes, 385, de ellos 110 son menores.
Este tambi¨¦n tiene parte en Madrid y parte en Rivas. Discurre desde el cruce de Ca?ada con la carretera M-823 hasta el cruce con el Camino de la Partija: 2.008 metros en los que viven 1.268 personas, 473 son menores.
Es el segundo en poblaci¨®n: 1.601 habitantes, 601 menores. Pertenece a Madrid y Rivas y va desde el cruce con el Camino de la Partija, en RIvas, hasta la carretera A-3.
Empieza en el cruce de Ca?ada con la A-3 y acaba en el t¨¦rmino municipal de Getafe. Es el sector m¨¢s extenso (6.627 metros), el que tiene m¨¢s poblaci¨®n (2.953 personas, de los que 1.211 son menores), y el m¨¢s empobrecido.
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