Pere Portabella: ¡°Sue?o que los espectadores se convierten en usuarios¡±
El productor de 'Viridiana' o de 'El cochecito' recibe el homenaje de la Filmoteca de Catalu?a en los 60 a?os de su productora, Films 59
Pere Portabella (Figueres, 1927), que acaba de ganar el Giraldillo de Honor en el Festival de Cine Europeo de Sevilla en reconocimiento a su trayectoria, lo tiene claro: "No hago cine, pero no dejo de ser un cineasta", subraya, sentado en el luminoso despacho de su productora, en plena Rambla de Catalunya de Barcelona. Esta semana la Filmoteca de Catalu?a le dedica un ciclo con ocasi¨®n de los 60 a?os de su productora, Films 59.
En aquel a?o, 1959, Portabella entr¨® en la producci¨®n cinematogr¨¢fica con la idea de producir un cine que fuera mucho m¨¢s all¨¢ del propio cine, y que fuera ¨²til: "A m¨ª nunca me har¨¢n una cr¨ªtica diciendo que la interpretaci¨®n es estupenda, que el final est¨¢ muy bien logrado, no. En cambio, mi cine es ¨²til, y eso es lo que propongo. Necesito so?ar que millones y millones de personas han dejado de ser meros espectadores y son usuarios de un medio y ya nunca m¨¢s ser¨¢ un espectador".
"Yo ven¨ªa de Dau al Set [grupo art¨ªstico vanguardista de los a?os 50], con Joan Brossa, Joan Mir¨®, Antoni T¨¤pies... todos estos, y con?la Escola de Barcelona de Jacinto Esteva que cogieron la corriente sobre todo de la nouvelle vague, con algunas cosas de lo que fue el underground americano. Estaba en todos los movimientos de vanguardia, radicales, cualquier objeto era arte, lo despoj¨¢bamos del car¨¢cter de mercanc¨ªa, ¨¦ramos preconceptual, ¨ªbamos a la ultima", recuerda Portabella. "Por eso veo en el cine una simbiosis de varios espacios en uno: la literatura, la pol¨ªtica, el arte, el cine est¨¢n en una nube con diferentes matices". Con esos mimbres, "cuando llega Carlos Saura con lo de Los golfos [la primera pel¨ªcula del autor de Cr¨ªa cuervos] entiendo que tengo que montar una productora". Y cre¨® Films 59, "como un instrumento" con la intenci¨®n de reflejar el entorno social y pol¨ªtico de un pa¨ªs sumido en una dictadura. El nombre, tan sencillo, lo puso su mujer, Antonia Maci¨¤, calmando las alternativas belicosas que propon¨ªan Portabella, Saura y compa?¨ªa: "Estamos en 1959, ?no? Dejaros de historias y poned este nombre", les dijo, poniendo a todos de acuerdo.
Los tres a?os entre 1959 y 1961 fueron fren¨¦ticos y emocionantes. Tres pel¨ªculas (Los golfos, El cochecito y Viridiana) y un pacto con Bu?uel para poner en evidencia el r¨¦gimen dictatorial. "Yo siempre he tenido una mirada abierta a los imprevistos", dice Portabella. Y por ese resquicio abierto al azar entr¨® Bu?uel: "Present¨¢bamos Los golfos en el festival de Cannes y Carlos Saura y yo nos lo encontramos en el ascensor del hotel. Para m¨ª era una persona de referencia un exiliado de la barbarie que signific¨® la Guerra Civil, un luchador por la libertad, el creador de un mundo mejor a partir de su propia profesionalidad pero al mismo tiempo con un car¨¢cter humanista", recuerda el cineasta. "Pero Carlos Saura, un aut¨¦ntico cin¨¦filo, alucin¨®: 'Don Luis... ?es usted!', le vino a decir". Portabella vio enseguida que era una ocasi¨®n fant¨¢stica que no pod¨ªa desaprovechar.
"Al d¨ªa siguiente pact¨¦ con Luis", dice, todav¨ªa con picard¨ªa, Portabella. "?Qu¨¦ te parece si hacemos una pel¨ªcula, yo como productor y t¨² como director?", le pregunt¨®. "Bu?uel puso dos condiciones: que se hiciera en Espa?a y que yo presentara el guion para que fuese convenientemente censurado, ¨¦l aceptase la censura y, as¨ª, pudirea volver a Espa?a. La gente menos radical del franquismo vio la posibilidad de que, de cara a fuera, que alguien del exilio, que no hab¨ªa matado a nadie, en el fondo, viniera a rodar a Espa?a era una manera de maquillar el r¨¦gimen".
Pero Portabella ten¨ªa un plan: "Yo te garantizo que cuando se pueda proyectar la pel¨ªcula la presentaremos ¨ªntegra y asumiremos las consecuencias de lo que pueda pasar". Ah¨ª estaba el riesgo, el imprevisto. Bu?uel ten¨ªa un guion, La belleza del cuerpo (que acab¨® siendo Viridiana). Lo presentaron a la censura para aceptar lo que estableciera y que el cineasta exiliado pudiera volver a Espa?a para rodarlo. ¡°Una manera de maquillar el r¨¦gimen de cara al exterior¡±, dice Portabella. Lo rodado poco tuvo que ver con lo censurado. Hubo, por tanto, que sacar los negativos de Espa?a, en una ¨¦pica fuga de material, escondido entre capotes y muletas de la cuadrilla de Domingo Domingu¨ªn (hermano de Luis Miguel, el famoso torero). Todo sali¨® bien. Incluso lo que ten¨ªa que salir mal, sali¨® convenientemente mal. Como ten¨ªa que salir. Viridiana, con todas sus alusiones blasfemas a la religi¨®n y sus elementos fetichistas, gan¨® la Palma de Oro (es, todav¨ªa, la ¨²nica pel¨ªcula espa?ola que lo ha logrado). El Vaticano embisti¨® contra la dictadura y esta, en lugar de prohibir la pel¨ªcula, la neg¨® como pel¨ªcula espa?ola.
"El azar me persigue porque estoy abierto, no me defiendo", explica Portabella. "Nuestra cultura, en general conservadora, quiere que te cierres y decidas no moverte de donde est¨¢s y que esto te garantice la vida, que puedas comer lo suficiente, que puedas tener hijos, hacer carrera... Y no, esto no va as¨ª. La medida de tus l¨ªmites los conoces si los pones, si arriesgas. Hay un riesgo que debe estar presente siempre". Portabella se ha mantenido fiel a estas ideas en todos los campos de su vida, desde que traz¨® un camino diferente al de ser el hijo del fundador de Danone y luch¨® por sus principios.
SIn haber militado nunca en un partido pol¨ªtico, Portabella fue senador y asesor en la eleboraci¨®n de la Constituci¨®n de 1978. En sus pel¨ªculas, esas que rompen el lenguaje cinematogr¨¢fico tradicional para, a menudo, poner el dedo en la llaga, ha descrito una sociedad que no se puede decir que haya ido por el mejor camino. Dos ejemplos candentes escandalizan al cineasta: ¡°En 2010 un recurso de inconstitucionalidad arras¨® de un plumazo el Estaut votado por los catalanes¡±, se queja. ¡°Nunca hemos tenido un estatuto adecuado a las m¨¢s m¨ªnimas reivindicaciones¡±. Y, considerando que Espa?a es un pa¨ªs europeo, implica a la Uni¨®n Europea: ¡°Los estados de la UE parten de una situaci¨®n en falso de consecuencias terribles cuando se constituye, solo en base a las finanzas y la pol¨ªtica; la palabra cultura no aparece, cuando es el espacio donde est¨¢ todo, empezando por el ciudadano¡±, sostiene. Una de las consecuencias de esta deriva la ve en el Mediterr¨¢neo: ¡°Un mar que se ha convertido en un cementerio¡±, dice serio, avergonzado, como un indignado m¨¢s que es. ¡°El fracaso con los inmigrantes ha dejado el prestigio de Europa por los suelos¡±, sentencia.
'Films 59 en fa 60'
El ciclo 'Films 59 en fa 60' que la Filmoteca dedica a Pere Portabella empez¨® ayer con la proyecci¨®n de la versi¨®n ¨ªntegra (sin censuras) de El cochecito (1960), el ¨¢cido retrato de Marco Ferreri de la sociedad espa?ola de finales de los a?os 50, y tambi¨¦n incluye Los golfos, el debut como realizador de Carlos Saura, Viridiana, el ¨²nico filme espa?ol galardonado en la Palma de Oro en Cannes, una sesi¨®n dedicada al t¨¢ndem creativo que Portabella estableci¨® con el m¨²sico Carles Santos, recientemente desaparecido, as¨ª como una de las ¨²ltimas producciones de Films 59, el documental de Rudy Gnutti In the same boat (2016), una reflexi¨®n sobre los retos tecnol¨®gicos de la sociedad contempor¨¢nea que incluye testimonios pensadores como Zygmunt Bauman o el ex presidente de Uruguay , Jos¨¦ M¨²jica, entre otras de gente de la calle.
La retrospectiva se cerrar¨¢ el domingo 24 de noviembre con un programa triple formado por el debut de Portabella en la direcci¨®n, No compteu amb els dits (1967), con gui¨®n de Joan Brossa, Vampir-Cuadecuc (1970), film experimental realizado aprovechando el rodaje del Dr¨¢cula de Jes¨²s Franco, y Mudanza (2008), Premio Nacional de Cinematograf¨ªa, que recog¨ªa el proceso de traslado de muebles y objetos de la casa-museo de la familia Garc¨ªa Lorca en Granada.
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