Los libros con insomnio de Lobo Antunes
El escritor aborda la violencia del poder en su novela ¡®De la naturaleza de los dioses¡¯
¡°En casa de mis padres hab¨ªa muchos libros; con cinco o seis a?os, me levantaba por la noche para hacer pip¨ª, todo oscuro, pero ve¨ªa en las paredes que los libros malos dorm¨ªan y que los buenos, como el de Los hermanos Karamazov, ten¨ªan los ojos abiertos: era el insomnio de los buenos libros; y me dije: yo voy a hacer libros con insomnio¡±. La voz y el discurso del portugu¨¦s Ant¨®nio Lobo Antunes es un fluir cadencioso, de tono bajo y suave y manos entrelazadas a la altura del diafragma, con un punto de mon¨®logo interior, de fluir de consciencia que ha marcado buena parte de su obra. Y un riachuelo as¨ª es por el que se deja mecer el lector de su ya 29? libro: De la naturaleza de los dioses (Literatura Random House), donde F¨¢tima, modest¨ªsima librera en la lujosa Cascais, se convierte en la excusa de una acaudalada anciana que rememorar¨¢ en voz alta el corrupto ascenso de su poderosa familia. Otro libro con insomnio.
"El pueblo portugu¨¦s es muy pobre; apenas ahora, desde la democracia, vive un poco mejor; las diferencias sociales eran muy marcadas y de peque?o no lo entend¨ªa; las familias con mucho dinero viv¨ªan juntas, mayormente en Cascais, y as¨ª se proteg¨ªan; solo hablaban entre ellas; yo pertenec¨ªa m¨¢s o menos a una, pero mis abuelos ten¨ªan una mansi¨®n en Benfica, un barrio pobre de Lisboa, y todo era raro, viv¨ªa entre dos mundos: iba a la iglesia y el cura se levantaba por m¨ª, un ni?o entonces¡ No quiero afear eso, quer¨ªa tratarlo de manera oblicua, delicada¡±, narra Lobo Antunes (Lisboa, 1942) ante unas rugosas columnas gaudinianas de Barcelona, donde ayer particip¨® en la octava edici¨®n del ciclo Conversaciones en La Pedrera, que organiza la Fundaci¨® Catalunya La Pedrera con el sello Arcadia, interpelado por el periodista Xavi Ay¨¦n.
Insiste el autor de Exhortaci¨®n a los cocodrilos y un fijo en las quinielas del Nobel en lengua portuguesa que ¡°los c¨®digos de los ricos eran dif¨ªciles de entender¡± y que quer¨ªa hablar de ellos y de los pobres, ¡°pero no de forma evidente, no quer¨ªa hacer un libro de Historia¡±. No lo hace, aunque aparezcan de nuevo ?frica (¡°c¨®mo es posible que se mate y se muera en un lugar con una belleza sin igual¡±) y la guerra colonial de Angola (¡°puro matar y morir¡±), infierno en el que el escritor entonces ya m¨¦dico, como teniente, estuvo 27 meses. ¡°Hay cosas que me persiguen con el tiempo; y la guerra es una; ten¨ªa un inmenso miedo a morir: hac¨ªa poco que hab¨ªa fallecido un primo m¨ªo; pens¨¦ en huir a Par¨ªs, hacer la revoluci¨®n desde los caf¨¦s de Par¨ªs, pero la revoluci¨®n se hace desde dentro¡±. Los recuerdos de Lobo Antunes son claros: ¡°Fue una guerra de ni?os: los oficiales ten¨ªan entre 23 y 25 a?os; los soldados, entre 18 y 21; muchos no hab¨ªan visto nunca el mar; uno me pregunt¨®: ¡®Teniente, ?qu¨¦ r¨ªo es este tan grande y con espuma?¡¯; era gente muy pobre; ah¨ª quiz¨¢ me qued¨¦ loco porque perd¨ª uno de mis guardaespaldas y yo dec¨ªa: ¡®No est¨¢ muerto: est¨¢ durmiendo, echadlo en mi camastro¡¡±. Siente que contrajo una obligaci¨®n moral. ¡°Tengo que ser fiel hasta la muerte a m¨ª mismo y a la gente destruida por la violencia y la miseria¡ Esa gente no merec¨ªa la dictadura que viv¨ªa Portugal; era gente tan pobre... Luego me dicen que por qu¨¦ he hecho esta opci¨®n de clase. ?C¨®mo no hacerlo?¡±.
De la naturaleza de los dioses es un t¨ªtulo que evoca al fil¨®sofo y poeta romano Lucrecio y quiz¨¢, como aqu¨¦l, muestra el portugu¨¦s que, si existen los dioses, ¨¦stos no intervienen en los asuntos de los mortales; tampoco es muy alegre la visi¨®n que da del amor humano; como en su Esplendor de Portugal, el supuesto di¨¢logo es una excusa para el mon¨®logo, formato muy querido por Lobo Antunes y que siempre est¨¢ impregnado de la nostalgia portuguesa, que no desmiente que exista. ¡°La gente es introvertida, pero es que es muy pobre, viv¨ªa muy mal y eso lo facilita; Portugal, como dec¨ªa el poeta, es lo que el mar no quiere; pero es gente que si se abre lo da todo, su fidelidad es total y tienes amigo para toda la vida. Adem¨¢s, el idioma es muy dulce, es muy bueno para escribir; me siento bien en esta pen¨ªnsula: no entiendo la divisi¨®n en dos pa¨ªses¡±, dice en un correct¨ªsimo castellano.
Amor y amistad
Es complicado para Lobo Antunes, dice, hablar de patriotismo; por eso, cuando asoma Barcelona (¡°la ¨²nica ciudad en que me siento en casa fuera de m¨ª Portugal¡±) y el proceso secesionista de Catalu?a se limita a decir que le crea ¡°confusi¨®n¡± que el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, est¨¦ en B¨¦lgica. Le conmueve el trato y los amigos que tiene y ha tenido aqu¨ª porque ¡°siempre me han destilado ternura¡±. Y as¨ª repasa a los ausentes: Anna Maria Moix, Josep Maria Castellet y sus Nueve nov¨ªsimos que no sabe c¨®mo le lleg¨® a las manos (¡°tengo envidia buena de todos ellos porque son buenos y yo no puedo ser poeta¡±), a su editor Claudio L¨®pez Lamadrid o a su agente Carmen Balcells (¡°una mujer tan mujer que no ten¨ªa miedo de ser un hombre¡±). Y luego, los que a¨²n est¨¢n: Jacobo Fitz-James Stuart (¡°su editorial, Siruela, es ¨²nica en el mundo¡±), Pere Gimferrer o Juan Mars¨¦, todos ¡°generosos y tiernos: me gustan los hombres tan hombres que no les asusta ser mujeres¡±, dice cerrando el c¨ªrculo. Y a?ade: ¡°Amor y amistad es lo m¨¢s importante en la vida; el resto es una mierda¡±. De todo ese aluvi¨®n est¨¢ hecho De la naturaleza de los dioses. Eso, un libro con insomnio.
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