Decenas de refugiados se movilizan ante el Samur Social por la mala gesti¨®n de las camas
Los afectados afirman que est¨¢n ocupando plazas de la campa?a de fr¨ªo cuando quedan camas libres en albergues para personas demandante de protecci¨®n internacional
Unas 50 personas solicitantes de asilo se han concentrado este lunes frente al Samur Social para denunciar que la ¨²ltima semana han quedado camas sin ocupar en dos albergues municipales: el Mej¨ªa Lequerica, en Chamber¨ª y el Vivero, en Villa de Vallecas. Muchos de ellos siguen durmiendo en la parroquia San Carlos Borromeo y otros ocupan plazas en recursos de campa?a del fr¨ªo, pensadas para personas sin hogar.
El Mej¨ªa Lequerica, gestionado por la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR), cuenta con 132 plazas distribuidas en 25 habitaciones para dos, cuatro y seis personas. Permite la entrada a adultos y a familias, aunque las mujeres y los ni?os tienen prioridad. El segundo acoge a hombres solos, tiene una capacidad para 120 personas y lo gestiona la ONG de ¨¢mbito estatal ACCEM.
La congregaci¨®n ha surgido tras una asamblea organizada en la Borromeo, uno de los puntos clave de la emergencia social que vive Madrid desde hace meses. La falta de recursos municipales ha hecho que sean los vecinos del barrio y la parroquia de Javier Baeza los que se movilizan y ofrecen su espacio para evitar que los solicitantes de protecci¨®n duerman en la calle. "Quedamos para repasar cual es la situaci¨®n de muchos de ellos que est¨¢n durmiendo en recursos de la campa?a de fr¨ªo y en otros lugares, y de ah¨ª sali¨® la idea de venir a denunciar y a reivindicar sus quejas", explica Baeza. La mayor¨ªa de personas congregadas este lunes frente al Samur han sido hombres adultos de Venezuela y Colombia que han puesto de manifiesto el descontrol y la desorganizaci¨®n de las distintas administraciones que est¨¢n gestionando su situaci¨®n: Gobierno y Ayuntamiento.
Seg¨²n Andr¨¦s Eduardo ?vila, venezolano de 28 a?os, que ha actuado de portavoz de la manifestaci¨®n, quieren hacer valer sus derechos y han pedido ¡°una mejor gesti¨®n de las plazas¡±. No quieren ocupar puestos que, seg¨²n ha sostenido ?vila, pertenecen por ley a los espa?oles. ¡°Muchos de ellos se est¨¢n quedando sin su plaza por nuestra culpa¡±. Tambi¨¦n piden acelerar los plazos de la oficina de asilo, ya que est¨¢n esperando mucho m¨¢s tiempo de lo que las leyes internacionales determinan.
Tambi¨¦n piden aumentar el n¨²mero de plazas de acogida para los solicitantes. ¡°En Alemania, por ejemplo, se amolda el Gobierno a las necesidades. Somos muchos solicitantes y pocas plazas, estamos desubicados, en la calle, en la campa?a de fr¨ªo nos dan una tarjeta para poder dormir siete noches y a muchos de nosotros no nos est¨¢n renovando esa tarjeta¡±, ha a?adido ?vila. En definitiva, no tienen nada seguro. Consideran que el Samur no tiene conocimiento de las plazas libres que tiene, por ejemplo, albergues como Mej¨ªa Lequerica.
Nay, venezolana de 29 a?os, lleva en este recurso de CEAR dos semanas tras pasar unas noches en la Borromeo. All¨ª asegura haber visto c¨®mo quedaban plazas libres durante d¨ªas hasta ser, de nuevo, ocupadas. ¡°Cuando llegue a la Mej¨ªa ¨¦ramos cinco mujeres en una habitaci¨®n para seis personas. Ahora est¨¢n todas ocupadas, pero tardan bastantes d¨ªas en hacerlo¡±, explica. Otros dos personas demandantes de asilo presentes en la concentraci¨®n que no han querido dar sus nombres, afirmar lo mismo. Ella, colombiana de 26 a?os afirma que ha dormido en habitaciones con camas libres y ¨¦l, venezolano de 29, que lleg¨® a Espa?a con su mujer hace veinte d¨ªas, va m¨¢s all¨¢. Explica c¨®mo el pasado jueves sacaron a 35 personas, todas familias con ni?os a otras zonas de Espa?a y que esas camas tardaron m¨¢s de tres d¨ªas en ser, de nuevo, ocupadas. ¡°Estos d¨ªas fueron vacaciones, literal¡±, explica el venezolano.
Desde CEAR lo desmienten. "No tenemos plazas libres desde hace dos a?os, cuando se desocupan, se vuelven a ocupar". Admiten que s¨ª sacaron a esas familias porque el Ministerio llam¨® al Ayuntamiento para ordenarlo, pero que esas plazas se ocuparon. ¡°Pueden tardar en encontrar a la persona adecuada para cada plaza¡± porque el Mej¨ªa Lequerica est¨¢ pensado para que lo ocupe un perfil determinado de personas que no est¨¢n "de tr¨¢nsito", como s¨ª ocurre en otros recursos. Alegan que la presencia de familias y menores, que tienen prioridad sobre las personas adultas solas, hace que la selecci¨®n de nuevos usuarios requiera de tiempo y que sea complejo. "No podemos meter en una habitaci¨®n con ni?os a adultos que no sean de su familia, tampoco mezclar mujeres con hombres, por seguridad", explica Paco Garrido, coordinador de CEAR Madrid.
ACCEM, responsable del Vivero, el otro centro de las cr¨ªticas de los congregados a la concentraci¨®n, tambi¨¦n afirma que todas las plazas est¨¢n ocupadas cada noche. ¡°Lo que puede ocurrir es que alguna cama quede excepcionalmente sin ocupar porque el hombre al que est¨¢ asignada y lleva d¨ªas pernoctando en El Vivero pide un permiso. Ese permiso puede ser, por ejemplo, porque la persona est¨¦ trabajando en algo o vaya a ver a un allegado¡±, a?aden. El Ayuntamiento, por su parte, afirma que "no se deja ninguna plaza libre cuando existen solicitudes". Seg¨²n la?Delegaci¨®n de Familias, Igualdad y Bienestar Social que depende?de Jos¨¦ Aniorte, "afirmar lo contrario es faltar a la verdad".
En lo que demandantes, vecinos, organizaciones y administraciones confluyen es en confirmar una realidad ya innegable: hay m¨¢s demanda que plazas actualmente en la ciudad de Madrid.
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