C¨®mo usar la cabeza para eliminar conejos en Madrid pese a estar ¡°en peligro¡±
La Comunidad permite la caza del conejo en el sureste de la regi¨®n pese a menguar su poblaci¨®n en un 70% y la extensi¨®n del mapache la da por "pr¨¢cticamante controlada"
El problema del (exceso) de determinadas especies de animales no es nuevo en Madrid. S¨ª lo es el debate que suscit¨® la semana pasada la situaci¨®n de los conejos en la comunidad madrile?a. La Asociaci¨®n Agraria de J¨®venes Agricultores (Asaja) se quej¨® de que los roedores causan da?os en los cultivos del sureste de regi¨®n y les ocasionan ¡°cuantiosos da?os¡±. Pero esa percepci¨®n contrasta con un hecho importante: la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN) ha alertado de que la poblaci¨®n ha menguado considerablemente ¡ªcasi un 70% en el ¨²ltimo decenio en su h¨¢bitat natural¡ª hasta el punto de que lo ha incluido en la Lista Roja de Especies Amenazadas. El conejo aut¨®ctono, tan esencial en la biodiversidad entre otras cosas por ser fuente de alimento del ¨¢guila imperial, el zorro o el lince, ha pasado a ser catalogado como ¡°en peligro¡±, la primera vez que alcanza este estatus de alarma.
¡°En realidad tienen raz¨®n tanto los de UICN como los agricultores. Hay zonas en las que hay muchos y en otras han desaparecido por el cambio de la vida rural o del cultivo¡±, explica Felipe Ruza, subdirector general de recursos naturales de la Comunidad de Madrid. En el sureste de la regi¨®n, con un terreno blanco y arenoso donde pueden fabricar sus madrigueras, y un cultivo suculento, el roedor ha conseguido asentarse y reproducirse sin problema.
?C¨®mo equilibrar lo mucho en un lugar con lo poco en general? ¡°La soluci¨®n m¨¢s factible es la de aprovechar la temporada cineg¨¦tica y, siguiendo siempre la normativa, que los cazadores cacen m¨¢s. Hay m¨¦todos legales para controlar esto, utilizando hurones para que entren en las madrigueras, que los conejos salgan corriendo y los cazadores les esperen fuera con la escopeta¡±, ahonda Ruza, que entiende que para algunos sectores de la poblaci¨®n esta soluci¨®n le puede generar un debate, aunque cree que es lo m¨¢s realista. ¡°Capturar al animal en vivo y trasladarlo a otras zonas es m¨¢s costoso y tampoco significa que vaya a sobrevivir. Al no tener sitio donde refugiarse estar¨ªa expuesto a los depredadores¡±.
Ruza no se equivoca y hay quien ve en la soluci¨®n de la administraci¨®n ¡°una aut¨¦ntica barbaridad¡±. Miguel ?ngel Hern¨¢ndez, bi¨®logo y miembro de Ecologistas en Acci¨®n, asegura que ¡°antes de empezar a pegar tiros¡± hay que utilizar la cabeza. ¡°Hay un m¨¦todo sencillo y tradicional que funciona. Yo soy de campo, de Castilla la Mancha, donde subvencionan las mallas conejeras, que son baratas y f¨¢ciles de poner. De esa manera los cultivos se mantienen intactos. Otra cosa es que no interese porque es m¨¢s rentable cobrar un seguro¡±, se queja. ¡°Tambi¨¦n hay que ahondar en la raz¨®n de por qu¨¦ el conejo no tiene depredadores naturales en esa zona. Es f¨¢cil. La caza se ha cargado al zorro. Es alucinante. Se piden permisos para cazar conejos y zorros y la administraci¨®n lo consiente, y m¨¢s cuando es una especie b¨¢sica para la biodiversidad¡±.
En lo que s¨ª est¨¢n de acuerdo Ruza y Hern¨¢ndez es en que no se puede comparar esta situaci¨®n con la de las especies al¨®ctonas, da?inas para el ecosistema. El caso del mapache ha sido una lucha sin cuartel de la administraci¨®n para evitar que acabe con huevos y cr¨ªas que anidan en los r¨ªos, donde campa a sus anchas. Sin depredador, como el puma en EE UU, este animal considerado extremadamente inteligente, lleg¨® en 2003, se asent¨® y alcanz¨® su momento ¨¢lgido en 2013. Desde 2007 hasta la actualidad se han cazado alrededor de 900 y quedan todav¨ªa ¡°unos 200¡±. A¨²n as¨ª se considera que la situaci¨®n ¡°est¨¢ estabilizada y pr¨¢cticamente controlada¡±.
Tras un trabajo arduo de caza por trampeo y eliminaci¨®n por eutanasia, la Comunidad canta victoria: el mapache ha perdido su batalla. Por ahora.
La situaci¨®n del conejo en sureste madrile?o y la de mapache solo coinciden en una cosa: son ¡ªo han sido¡ª muchos y problem¨¢ticos. Pero no son los ¨²nicos. Pese a que la regi¨®n madrile?a goza de buena salud faun¨ªstica, los expertos est¨¢n obligados a mantener el ojo avizor para controlar los desequilibrios que ocasionan algunas especies aut¨®ctonas en algunas zonas. Ya es conocido el problema que ocasionan los jabal¨ªes en el noreste de la regi¨®n o las cabras montesas en el Parque Nacional del Guadarrama, cuyo debate para combatirlos ha sido similar al que surge ahora con los conejos.
Sin embargo, al otro lado lado de la balanza, se encuentran los animales ex¨®ticos que, como los mapaches, da?an el ecosistema con su sola presencia. Las cotorras argentinas, el gal¨¢pago de Florida o el vis¨®n americano son especies que aterrizaron en suelo madrile?o por negligencia del ser humano y ahora pagan en sus propias carnes las consecuencias. No hay debate en esos casos. Los excesos al final siempre se pagan.
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