Andrea Motis, torbellino de voz y trompeta
La joven e hiperactiva jazzista catalana ofrece en el Price su proyecto m¨¢s brasile?o, pero no para de anotar en el m¨®vil nuevas ideas
La vida, en el caso de Andrea Motis, es sin¨®nimo de alboroto. Cualquier chavala de 24 a?os que ultimara los preparativos de un concierto en el Teatro Circo Price madrile?o ser¨ªa un manojo de nervios, pero esta trompetista y cantante barcelonesa se vacun¨® hace mucho tiempo ya contra el v¨¦rtigo. Entre otras cosas, porque lleva m¨¢s de la mitad de su existencia subida a los escenarios. Y porque el reto del Price, aun siendo ¡°una manera fuerte e ilusionante de empezar el a?o¡±, no parece tanta cosa si echamos un vistazo al resto de su agenda inmediata.
Nada m¨¢s finiquitar este domingo su paso por el festival Inverfest, en el que presenta un muy reciente proyecto de m¨²sica brasile?a (Do outro lado do azul), Motis emprende un mes de gira internacional con escalas en Alabama, Miami y distintas ciudades de Chile y M¨¦xico. Y para los ratos libres se ha reservado una encomienda in¨¦dita: la composici¨®n de su primera banda sonora, Sigena, un documental de Jes¨²s Garc¨¦s Lambert sobre el arte rom¨¢nico en la Sala Capitular del municipio oscense de Villanueva de Sigena. ?Cu¨¢l es la conexi¨®n entre Andrea y unas pinturas del siglo XIII? ¡°?Ninguna! Por eso mismo siento mucha curiosidad. Me apasiona involucrarme en un universo tan alejado de mi vida, aunque ya aviso de que no me est¨¢ saliendo algo estrictamente jazz¨ªstico¡±.
As¨ª es Andrea: polifac¨¦tica, inabarcable, inagotable. Si quieren saber qu¨¦ es un torbellino, no le pregunten a un meteor¨®logo: c¨ªtense con ella. Durante este 2020, sin ir m¨¢s lejos, grabar¨¢ al menos ¡°un par de nuevos ¨¢lbumes¡±, m¨¢s alg¨²n otro proyecto para el que encuentre hueco de su ¡°lista de asuntos pendientes¡±. Y eso de la lista hemos de entenderlo en su literalidad. ¡°No se trata de un papel en la puerta del frigor¨ªfico, sino de una nota de texto en permanente evoluci¨®n, porque los m¨®viles son las nuevas neveras¡±, se carcajea. ¡°Y s¨ª, dispongo de un archivo donde voy anotando ocurrencias, ideas que entreveo, cosas que imagino y nombres de posibles colaboradores. Desde el momento en que escribo algo ah¨ª, mi ilusi¨®n es acabar haci¨¦ndolo alg¨²n d¨ªa¡¡±.
La contemplan ya, a unos meses a¨²n de su primer cuarto de siglo, media docena de ¨¢lbumes propios y una infinidad de colaboraciones. Empez¨® con apenas 11 a?itos, difundiendo v¨ªdeos caseros a trav¨¦s de YouTube, y su popularidad se ha disparado de tal manera que la termin¨® fichando Impulse!, el venerado sello jazz¨ªstico neoyorquino, adem¨¢s de que acaba de protagonizar el documental La trompeta silenciosa, con el que la c¨¢mara de Ram¨®n Tort va testimoniando su ascenso a los olimpos europeos. En esa cinta, Motis anota entre risas que ella no habr¨ªa pagado en su d¨ªa una entrada por asistir a un concierto suyo. ¡°?Si hasta hace bien poco apenas ten¨ªa experiencia como m¨²sico!¡±, se excusa. ¡°Pero supongo que la gente, adem¨¢s de la m¨²sica, aprecia la sensaci¨®n de bienestar. Transmitimos un buen rollo que sentimos de verdad. Encima de un escenario se dan cuenta de si est¨¢s estresado, impostado o te ha da dado por fingir¡±.
Con semejante trayectoria, la buena de Andrea alcanza en primavera sus cinco primeros lustros, pero la onom¨¢stica, el 9 de mayo, la pillar¨¢ en plena gira entre Francia y Suiza. El a?o pasado ya les sorprendi¨®, curiosamente, por esa misma franja geogr¨¢fica. ¡°La noche del cumplea?os, la cantante C¨¦cile McLorint Salvant y su pianista nos sacaron de noche por Berna para tomar algo. Fue de las salidas m¨¢s felices de la vida: ser¨¢ dif¨ªcil superarla¡±. As¨ª es la suerte de ganarse la vida con lo que de verdad a uno le apasiona. Y de destacar en un ¨¢mbito que hasta ahora presentaba una mayor¨ªa evidente entre el g¨¦nero masculino. ¡°Yo nunca me he sentido cohibida por ser bajita y mujer¡±, concluye con ese buen humor contagioso con que lo impregna todo. ¡°Es m¨¢s, siempre he disfrutado de un entorno familiar y profesional bajito y cercano. Sufr¨ª hace un par de a?os algunas cr¨ªticas en las que el periodista se deten¨ªa m¨¢s en mi manera de vestir que sobre la m¨²sica. As¨ª son, todav¨ªa ahora, las cosas del micromachismo, pero los vestigios del pasado no existen ya en mi entorno¡±.
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