Dilema en la sierra: expropiaci¨®n a la vista
La Comunidad comunica a los due?os de cientos de casas de Cercedilla y Navacerrada que la concesi¨®n de sus viviendas ha caducado, pero estos siguen en ellas y ninguna Administraci¨®n sabe qu¨¦ hacer
La cama de matrimonio se asoma a un gran ventanal con vistas privilegiadas de la sierra de Madrid. La luz que se cuela entre los abetos dibuja un apartamento peque?o pero coqueto. Ha sido reformado y cuenta con suelo de madera y piedra caliza de Sep¨²lveda. Es la vivienda del Puerto de Navacerrada donde reside desde hace dos d¨¦cadas Fernando D¨ªaz, que estos d¨ªas vive a la sombra de la incertidumbre. ¡°Si el alcalde me obliga a entregarle las llaves, se las dar¨¦, pero antes me quedo con el suelo, las ventanas y los sanitarios, que los puse yo. Le entregar¨¦ un esqueleto. Y la hipoteca, claro¡±, dice. ?Su problema? Que la Comunidad oficializ¨® el 2 de enero que la cesi¨®n de terrenos que permiti¨® la construcci¨®n de su vivienda, y de m¨¢s de 500 propiedades de Cercedilla y Navacerrada, ha caducado. Y nadie sabe qu¨¦ hacer.
El suelo sobre el que se levanta este edificio a 60 kil¨®metros de la capital lo gestiona la Comunidad pero pertenece a los dos municipios. En 1920 se cedieron a la Sociedad An¨®nima de Ferrocarril El¨¦ctrico de Guadarrama los Montes de Utilidad P¨²blica n¨²meros 25 (Pinar de la Helechosa), 32 (Pinar u Agregados) y 33 (Pinar Bald¨ªo), con un total de 85,5 hect¨¢reas. La meta era construir un tren y complejos sanitarios para enfermos de tuberculosis. En lugar de estos se levantaron torres de apartamentos en el Puerto de Navacerrada y chal¨¦s en la colonia de Camorritos de Cercedilla, adem¨¢s de restaurantes, hoteles y edificios de uso terciario.
Cien a?os despu¨¦s, la cuenta atr¨¢s ha terminado. La concesi¨®n ha expirado. Los terrenos deben volver a los dos Ayuntamientos, que ven c¨®mo peligra la vivienda habitual de decenas de vecinos, no saben qu¨¦ hacer y se han puesto en manos de un despacho de abogados. La Comunidad, por su parte, cuenta con informes jur¨ªdicos que explicitan que la concesi¨®n no se puede renovar ni prolongar, argumenta que son los consistorios quienes tienen que proponer una soluci¨®n, y media sin ¨¦xito hasta ahora. Los vecinos est¨¢n que trinan: tras pasarse d¨¦cadas pagando impuestos, de repente han dejado de cobrarles el IBI porque ahora ya nadie est¨¢ en condiciones de asegurarles que puedan seguir en sus casas.
¡°El Ayuntamiento es nuestro enemigo¡±, resume Andr¨¦s Pino, presidente de la Asociaci¨®n Puerto de Navacerrada, que agrupa a los afectados. De los 193 socios, 172 han pagado 500 euros cada uno para ser defendidos por un despacho de abogados. ¡°Esto es un tema especulativo. Ni la Comunidad ni el Ayuntamiento explican qui¨¦n se lleva el dinero¡±.
¡°Estamos intranquilos¡±, reconoce Ana Paula Espinosa, alcaldesa de Navacerrada. ¡°Es un problema¡±, subraya. ¡°Por ahora estamos un poco paralizados porque lo principal es no perjudicar a los vecinos, a las familias que viven ah¨ª, y sobre todo a aquellas que lo hacen todo el a?o, que no tienen all¨ª su residencia de verano, o de fin de semana, sino la primera, en la que viven con sus hijos¡±, sigue. Y a?ade: ¡°Los Ayuntamientos somos los due?os de los terrenos, pero la gesti¨®n corresponde a la Comunidad, que tiene que ser parte de la soluci¨®n¡±.
Caducidad de la ocupaci¨®n
temporal de montes p¨²blicos
T¨¦rmino
municipal
FF CC
MADRID
Puerto de
Navacerrada
(1.858 m)
La Bola
del Mundo
(2.257 m)
1 km
SEGOVIA
Pinar Bald¨ªo
Pinar de Helechosa
Camorritos
MADRID
Pinar de
Agregados
M-601
Cercedilla
Navacerrada
M-607
FF CC
Becerril de
la Sierra
Fuente: elaboraci¨®n propia y Comunidad de Madrid
EL PA?S
Caducidad de la ocupaci¨®n
temporal de montes p¨²blicos
T¨¦rmino
municipal
FF CC
MADRID
Puerto de
Navacerrada
(1.858 m)
La Bola
del Mundo
(2.257 m)
1 km
SEGOVIA
Pinar Bald¨ªo
Pinar de Helechosa
Camorritos
MADRID
Pinar de
Agregados
M-601
Cercedilla
Navacerrada
M-607
FF CC
Becerril de
la Sierra
Fuente: elaboraci¨®n propia y Comunidad de Madrid
EL PA?S
Rascafr¨ªa
Caducidad de la ocupaci¨®n temporal de montes p¨²blicos
T¨¦rmino
municipal
FF CC
Puerto de
los Cotos
(1.830 m)
MADRID
Puerto de
Navacerrada
(1.858 m)
Valdesqu¨ª
1 km
La Bola del Mundo
(2.257 m)
SEGOVIA
Pinar Bald¨ªo
Pinar de Helechosa
Camorritos
MADRID
Pinar de
Agregados
M-601
Cercedilla
Mataelpino
Navacerrada
FF CC
M-607
Becerril de
la Sierra
Fuente: elaboraci¨®n propia y Comunidad de Madrid
EL PA?S
La Administraci¨®n regional discrepa: ¡°El monte p¨²blico es de titularidad municipal, la Comunidad es mero supervisor. Los Ayuntamientos tendr¨¢n que presentar alternativas a los vecinos¡±. Mientras las instituciones debaten, los vecinos sufren. D¨ªaz, que lleg¨® a la zona a principios de siglo, compr¨® por 24.000 euros su casa, y ha invertido unos 40.000 euros en la reforma.
De la treintena de apartamentos del bloque Gino 2, uno de los ocho construidos en la zona afectada en el Puerto de Navacerrada, solo su vivienda y dos m¨¢s son empleadas como residencia habitual. Es el sino de esta zona de la sierra de Madrid, que ve c¨®mo su poblaci¨®n se multiplica en funci¨®n de la temporada de vacaciones o de los fines de semana, vaci¨¢ndose el resto del tiempo. En todo caso, insiste D¨ªaz, vallecano de 57 a?os, ¡°no es una propiedad abandonada¡±. La mayor¨ªa de garajes y zonas comunes est¨¢n pintados y limpios. No hay deudas en la comunidad. Eso s¨ª, se trata de una zona en la que se compra vivienda barata y algunas ventanas tienen el cartel de ¡°se vende¡±, tentando a los incautos. ¡°Yo en Madrid no tendr¨ªa acceso a vivir¡±, concede D¨ªaz.
?Hay alg¨²n vecino intentando trasladarle el problema a alg¨²n comprador? Hay residentes que temen que eso haya ocurrido. Las notas simples de los apartamentos afectados que emite el registro de la propiedad, sin embargo, advierten de que los titulares ¡°disponen ¨²nica y exclusivamente del derecho de ocupaci¨®n¡±, seg¨²n se recoge en los casos a los que ha tenido acceso este diario. Queda claro, por lo tanto, que la finca est¨¢ sujeta ¡°a las condiciones impuestas¡± hace 100 a?os a la Sociedad del Ferrocarril: todo debe volver a manos de los Ayuntamientos.
¡°El monte p¨²blico no puede pagar el pato¡±, pide durante un paseo por el lugar Adolfo Rodr¨ªguez, de Ecologistas en Acci¨®n. ¡°Esto ha sido una chorizada pura¡±, ampl¨ªa Laura D¨ªaz, abogada especializada en asuntos urban¨ªsticos de esta misma organizaci¨®n, que afirma que la cesi¨®n ha terminado con ¡°una zona de chal¨¦s para privilegiados y una constructora que peg¨® un pelotazo en Navacerrada¡±.
Hubo una ¡°brutal plusval¨ªa¡± con unos terrenos adquiridos a ¡°bajo coste¡±, unos tres c¨¦ntimos de peseta el metro cuadrado, que acabaron vendidos por la Sociedad de Ferrocarriles por entre 6 y 8 pesetas, es decir, unas 200 o 250 veces m¨¢s, seg¨²n recoge Carlos M. Manuel Vald¨¦s en un libro publicado en 1996 por el Ministerio de Agricultura.
Por eso, el piso de Fernando D¨ªaz y los dem¨¢s inmuebles afectados est¨¢n ocupados, seg¨²n entiende el Ayuntamiento de Cercedilla. Es m¨¢s, la administraci¨®n municipal presiona a los propietarios para que se los entreguen al Consistorio.
¡°Este Ayuntamiento se reserva el derecho de ejercitar las acciones que le asisten en derecho a fin de recuperar la posesi¨®n de sus propiedades frente a aquellos que no accedan voluntariamente a entregarle la posesi¨®n de los inmuebles ocupados¡±. As¨ª consta en un documento de agosto de 2019. El Consistorio de Cercedilla recuerda en su respuesta a una solicitud de permiso de obras, que, una vez transcurrido el periodo de cesi¨®n, todas las construcciones ¡°pasan a ser propiedad del titular de la concesi¨®n a t¨ªtulo gratuito y libres de grav¨¢menes¡±. El alcalde no respondi¨® a los intentos de este diario de obtener su versi¨®n.
¡°No es f¨¢cil vivir aqu¨ª¡±, afirma D¨ªaz. ¡°Necesitas tener cierta vida interior y saber disfrutar de la monta?a¡±. Es raro encontrarse con alguien un d¨ªa entre semana entre estos bloques, levantados entre 1967 y 1991. Algunos garajes aparecen abandonados y con escombros. No hay comercios, apenas circulan veh¨ªculos y la paz es alterada ¨²nicamente por el paso circunstancial del tren, que hace parada en la estaci¨®n que se halla delante de los bloques. El fin de la concesi¨®n planea como un tab¨² sobre el que casi nadie accede a pronunciarse. Silencio y evasivas. Y una pregunta sin respuesta: si los vecinos podr¨¢n seguir viviendo o no en este para¨ªso de la sierra.
Un complejo conflicto sobre el terreno
Los vecinos de la colonia de Camorritos, agrupados en una asociaci¨®n de afectados, consideran ¡°grave¡± y ¡°generador de indefensi¨®n material¡± que el Ayuntamiento de Cercedilla no les facilite informaci¨®n que consideran p¨²blica; tampoco este diario obtuvo respuesta del alcalde.
La asociaci¨®n alega que son ¡°propietarios¡± de los inmuebles ¡°edificados con sus medios sobre terrenos adquiridos al Ayuntamiento¡± y que no se trata de terrenos ¡°ocupados¡± como afirma la Comunidad.
Entienden, adem¨¢s, que son ¡°titulares de un derecho real ilimitado en el tiempo¡± y que hay otras propiedades dentro de los montes afectados cuyos propietarios gozan tambi¨¦n de ¡°plena propiedad¡± como 12 edificios colindantes al contorno de Camorritos.
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