La bola de fuego que mat¨® a Sergio en Tarragona: Una tapa de una tonelada que vol¨® 2,5 kil¨®metros por la explosi¨®n
La placa sobrevol¨® el patio interior del edificio, impact¨® en una tercera planta y la v¨ªctima, que viv¨ªa debajo, muri¨® atrapada por los cascotes
Sergio era un hombre conocido en Torreforta. A¨²n no hab¨ªa cumplido los 60 a?os. Hasta que la crisis le oblig¨® a bajar la persiana, hab¨ªa regentado una fruter¨ªa en este populoso barrio de Tarragona, con m¨¢s de 8.000 vecinos, crecido en los a?os setenta del siglo pasado con el desarrollo econ¨®mico que, precisamente, procur¨® la implantaci¨®n en la zona de varias de las principales compa?¨ªas qu¨ªmicas mundiales. Los bloques de pisos que inundan el barrio, igual que en los cercanos Camp Clar y Bonavista, dibujan una miniciudad, a 2,5 kil¨®metros del principal pol¨ªgono petroqu¨ªmico del sur de Europa.
Este martes por la tarde, dos explosiones secas sacudieron Torreforta. Los vecinos, acostumbrados a escuchar rugir las sirenas de emergencias una vez al a?o, cuando se hace el simulacro de accidente qu¨ªmico, se preguntaban entre ellos si se hab¨ªan activado las voces de alarma. No hubo aviso alguno y el origen de la ruidosa sacudida gener¨® un largo rato de incertidumbre. Los inquilinos de un bloque de pisos de la plaza Garc¨ªa Lorca s¨ª pudieron escuchar el suelo resquebrajarse. Una vivienda de la tercera planta hab¨ªa quedado hecha a?icos. Justo debajo viv¨ªa Sergio, que falleci¨® atrapado por los cascotes.
La expresi¨®n "una bola de fuego" era lo m¨¢s repetido entre los vecinos de la plaza, cuando trataban de hallar explicaci¨®n a qu¨¦ hab¨ªa podido derribar las paredes de dos viviendas. Varios testigos aseguraban haber visto una pieza anaranjada sobrevolar el patio interior de los bloques hasta terminar impactando con la pared posterior del tercer piso. Este mi¨¦rcoles, el alcalde de Tarragona, Pau Ricom¨¤, ha confirmado que la "hip¨®tesis m¨¢s probable" con la que trabajan es que lo que vol¨® fue una tapa del reactor que explot¨®. La placa, de 122 cent¨ªmetros, por 165 y 3 de ancho y una tonelada de peso, desgarr¨® el interior de la vivienda y provoc¨® un derrumbe que cay¨® sobre el piso inferior, donde estaba Sergio.
Padre de dos hijos, en aquel momento estaba solo porque su mujer acababa de salir a la calle a pasear con una nieta peque?a. La fatalidad le atrap¨® en una habitaci¨®n de su casa. "Ha sido como una bomba", aseguraba Antonia Mora, una vecina de la primera planta, que sali¨® corriendo a la calle pensando que se trataba de una explosi¨®n de gas. A Josep Maria, otro vecino del bloque, el estruendo ya le pill¨® fuera de casa. Y desconoce cuando podr¨¢ regresar.
Los arquitectos municipales eval¨²an si la finca ha sufrido da?os estructurales. Entrada la noche, en el patio posterior del bloque, agentes de la Guardia Urbana de Tarragona rastreaban los parterres buscando rastros de alg¨²n objeto procedente de la planta incendiada. Lo que fuera que entr¨® por la ventana del tercer piso y provoc¨® la muerte del vecino de abajo.
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