Depedro, el orgullo barrial del chico que triunf¨® desde abajo
Jairo Zavala celebra con tres Rivieras el ¨¦xito de ¡®Todo va a salir bien¡¯ y afronta el ¡°v¨¦rtigo¡± de su primer a?o sab¨¢tico
Jairo Zavala es, despu¨¦s de su buen cuarto de siglo sobre los escenarios, un hombre muy viajado. Ha vivido en ?frica e indagando en la cultura senegalesa, es el brazo derecho de la banda de rock fronteriza?Calexico (Tucson, Arizona) y cuenta por centenares los d¨ªas que duerme lejos de casa al cabo del a?o. Pero en ocasiones, incluso a varios miles de kil¨®metros de la ancha meseta castellana, repara en que su mirada sigue guardando conexi¨®n con aquel chiquillo loco por la m¨²sica que creci¨® correteando por los parques de Aluche. ¡°Cada cual construye su personalidad sobre algo¡±, reflexiona, ¡°y la vida de barrio me ha marcado a la hora de apreciar las cosas. Me siento orgulloso de que las calles me forjaran como persona: quiz¨¢ por eso sea tan disfrut¨®n¡±.
Habla el artista que, bajo el apelativo art¨ªstico de Depedro, se dispone a cerrar su gira Todo va a salir bien con tres noches consecutivas en La Riviera: casi 6.000 almas (solo quedan algunas entradas para este jueves) dispuestas a corear nuevamente Como el viento, Diciembre, Nubes de papel, Te sigo so?ando y el resto de joyas de ese repertorio forjado a lo largo del ¨²ltimo decenio. Zavala dispondr¨ªa de motivos para presumir de cifras y curr¨ªculo, pero predomina en ¨¦l esa sabia prudencia de quien ha comenzado desde el primer pelda?o, sin atajos ni padrinos. ¡°Javi [Vacas, m¨²sico y representante] llevamos m¨¢s de 20 a?os juntos y disfrutamos, sobre todo, con la sensaci¨®n de haber crecido paso a paso. Intento escuchar las cr¨ªticas y aprender de ellas, pero sin perder la fe en lo que hac¨ªamos. Tienes que cre¨¦rtelo, aunque no dispongas de todas las cartas ganadoras¡±.
Su crecimiento, aunque paulatino, es a estas alturas incuestionable. Igual que su adhesi¨®n al cl¨¢sico precepto de P¨ªo Baroja seg¨²n el cual el nacionalismo es una enfermedad para la que no existe mejor vacuna que los viajes. ¡°En todos estos a?os, esa sensaci¨®n la he percibido cada vez que cruzas una frontera y reparas en que es una convenci¨®n de pol¨ªticos y personas con intereses¡±, reflexiona. ¡°Viajar permite apreciar lo que tienes y comprender que nos unen much¨ªsimas cosas como seres humanos. Un fontanero iran¨ª tiene preocupaciones parecidas a las de uno de mi barrio¡±. ?Recomienda, entonces, hacer las maletas con asiduidad? ¡°Por supuesto. La ignorancia se cura viajando y haci¨¦ndote preguntas todo el rato. Y, adem¨¢s, ahora mismo hay muchas maneras de viajar¡±.
Es todo ese trasiego, tantas horas de vuelo acumuladas o esas m¨¢s de 200 noches de gira que acredit¨® durante 2018, lo que le han permitido labrar su actual confianza en s¨ª mismo. ¡°Lo habitual y cotidiano para m¨ª, durante a?os¡±, rememora, ¡°no eran las rivieras, sino tocar en La Coquette, el barecito de mi amigo Albert en el centro de Madrid. Y a¨²n hoy no me he acostumbrado a que la gente se ponga a cantar mis canciones desde el primer minuto. Lo m¨ªo era empezar a arrancar alguna sonrisa a partir del s¨¦ptimo asalto¡¡±. Su triunfo ha sido tan progresivo y concienzudo que ahora se preocupa mucho de preservar las esencias. ¡°Como no quiero llevar un traje de ganador, nos ponemos trampas a nosotros mismos. Sigo sin escribir el repertorio antes de los conciertos y me niego a calcar el espect¨¢culo cada d¨ªa. Necesito sentirme vivo: prescindo de claquetas o midis porque no soy ni un robot ni un aut¨®mata. Incluso el t¨¦cnico de luces y el que maneja las im¨¢genes tienen que ir improvisando¡±. ?Como el funambulista que prescinde de su red? ¡°Algo as¨ª. Ojal¨¢ fu¨¦ramos infalibles, pero me siento c¨®modo en el error¡±.
Insiste Depedro en su condici¨®n de currante, en que el esfuerzo no le convierte en ning¨²n ¡°h¨¦roe¡±. Y en que se atrevi¨® a titular su disco Todo va a salir bien porque cree firmemente ¡°en la esperanza y la resiliencia; en que, aunque caigan chaparrones, hay que reunir la energ¨ªa para seguir mirando hacia delante¡±. ?Y ahora, en cuanto caiga el tel¨®n? Zavala suspira hondo y, por vez primera, admite que siente ¡°v¨¦rtigo¡± ante un a?o que ser¨¢, en gran medida, de descanso y recapacitaci¨®n. ¡°Es la primera vez que mi trabajo me permite hacer un receso, pensar en irme de vacaciones con mi familia¡±, se sincera este padre de tres peque?os. ¡°Despu¨¦s de una rueda de 22 a?os de giras, me siento nuevamente ante el vac¨ªo. Intentar¨¦ aprovechar estos meses y escribir otro disco, eso s¨ª. Pero soy di¨¦sel, voy despacito. Y hasta que algo no me emociona mucho, no lo grabo¡¡±. De momento, no hay indicios: solo la determinaci¨®n de mantener la iniciativa. ¡°Me han sugerido muchas veces de todo, desde que meta un dj a que me afeite las patillas, pero lo har¨¦ cuando la idea sea nuestra. Solo nos fiamos de las decisiones propias¡±.
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