Dos nuevos casos elevan ya a 13 las obras irregulares de Monasterio y Espinosa de los Monteros
El matrimonio hizo m¨¢s 'lofts' sin licencia en 2003 y 2005 y el Ayuntamiento les abri¨® expedientes disciplinarios que acabaron en ¨®rdenes de demolici¨®n
La l¨ªder de Vox en Madrid, Roc¨ªo Monasterio, y su marido, el portavoz de la formaci¨®n en el Congreso, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, suman ya trece casos de irregularidades urban¨ªsticas con otras dos nuevas obras irregulares encontradas por este diario en lofts de Madrid en 2003 y 2005. Uno est¨¢ en un bajo de calle Zabaleta 29, en el distrito de Chamart¨ªn, y otros dos, en Lazaga 12, en Tetu¨¢n. En ambos hizo las obras sin licencia, se abrieron expedientes disciplinarios y acabaron en ¨®rdenes de demolici¨®n, que en un caso incluso desoy¨®.
En Zabaleta 29, como en casos anteriores publicados por EL PA?S, y seg¨²n la informaci¨®n que consta en el expediente municipal al que ha tenido acceso este peri¨®dico, hizo la obra sin la licencia correspondiente, porque le fue denegada. Adem¨¢s desoy¨® las ¨®rdenes de paralizaci¨®n e incluso de demolici¨®n del Ayuntamiento. En este caso hay una novedad: Monasterio se vali¨® de una empresa llamada Luxury Rentals SL, que hasta ahora no hab¨ªa aparecido en las informaciones sobre sus operaciones inmobiliarias. Es una firma en la que cuenta como socia con una conocida empresaria de Marbella, Sandra Garc¨ªa-Sanju¨¢n, organizadora del festival Starlite. Contactada por este diario, ha preferido no hacer declaraciones: "No tengo nada que comentar". ¡°Yo no llevaba el detalle¡±, se ha limitado a decir.
Por su parte, Monasterio respondi¨® ayer a este peri¨®dico a trav¨¦s de un portavoz: ¡°Niega la autenticidad de dichas informaciones y ofrecer¨¢ las explicaciones pertinentes cuando presente las alegaciones correspondientes en el Colegio de Arquitectos¡±. Se refiere a la investigaci¨®n abierta en esta entidad por presunto intrusismo profesional, tras ejercer sin t¨ªtulo entre 2002 y 2009. Monasterio ten¨ªa hasta esta semana para responder a esas acusaciones.
La obra de Zabaleta fue en un local comercial para el que Monasterio solicit¨® en marzo de 2005 una licencia para ¡°rehabilitaci¨®n de acondicionamiento de car¨¢cter puntual con cambio de uso de local comercial a vivienda¡±. Al igual que en otros casos, el Ayuntamiento le requiri¨® que aportara documentaci¨®n para poder valorar la petici¨®n, pero finalmente deneg¨® la solicitud, en julio orden¨® paralizar las obras y abri¨® un expediente disciplinario por la construcci¨®n de una entreplanta no autorizada en el local. El 4 de noviembre de 2005 el Ayuntamiento ya hizo un requerimiento ¡°para que en el plazo de un mes proceda a la demolici¨®n de las obras realizadas (¡) consistentes en construcci¨®n de entreplanta, reponiendo la finca al estado anterior a su ejecuci¨®n¡±. Como Monasterio segu¨ªa sin cumplir la orden, en 2007 se iniciaron los tr¨¢mites para la ejecuci¨®n subsidiaria del derribo. Eso ocurre cuando el propio Ayuntamiento acomete la demolici¨®n ante la pasividad del interesado, y luego le cobra el coste.
La actual l¨ªder del Vox present¨® sus alegaciones, pero en noviembre de 2007 la jefa del departamento de disciplina urban¨ªstica cerr¨® el asunto argumentando que ¡°las mismas no pueden acogerse, toda vez que, se ha realizado obras de ampliaci¨®n y no est¨¢n amparadas por licencia alguna¡±. De este modo, el Ayuntamiento orden¨® definitivamente la demolici¨®n y hasta pidi¨® el presupuesto a una empresa constructora. Pero lo extra?o del caso es que, por alguna raz¨®n, el tr¨¢mite se par¨® y nunca lleg¨® a acometerse. Luego la ilegalidad prescribi¨® a los cinco a?os. Ahora mismo, seg¨²n el registro de la propiedad, sigue siendo un local comercial. En el buz¨®n que corresponde al inmueble a¨²n se ve la pegatina de Luxury Rentals, aunque ya fue vendido a un particular. En los portales inmobiliarios digitales ha aparecido a la venta descrito indistintamente como oficina y como vivienda.
Orden de demolici¨®n
El matrimonio fue especialmente prol¨ªfico en el barrio de Tetu¨¢n durante la d¨¦cada de los 2000. En el n¨²mero 12 de Lazaga, una calle estrecha de edificios antiguos, el estudio Monasterio y Asociados reform¨® dos locales a pie de calle. Revisando la documentaci¨®n del expediente del inmueble (106/2003/07175) se ve claramente la forma de operar de la pareja, una forma de hacer y entender los negocios muchas veces repetido. A nombre del propietario, Monasterio solicita una licencia de obras de rehabilitaci¨®n ¡°de acondicionamiento puntual¡±. La Junta de Distrito de Tetu¨¢n, el 28 de abril de 2003, notific¨® al due?o que el local se encontraba ¡°fuera de la ordenaci¨®n relativa¡±, por lo que no autorizaba las obras. A tenor de las resoluciones siguientes, se desoyeron los requerimientos del Ayuntamiento.
En 2004, el jefe del departamento jur¨ªdico de la Junta de Tetu¨¢n mand¨® demoler las obras que hasta ese momento se hab¨ªan realizado en un plazo de ocho d¨ªas. En caso de desobediencia, advert¨ªa el documento oficial, los responsables podr¨ªan ser sancionados y los servicios t¨¦cnicos municipales se encargar¨ªan de llevar a cabo la demolici¨®n. La orden fue acatada, seg¨²n certific¨® luego una inspecci¨®n.
Era recurrente que algo as¨ª les pasara, les sucedi¨® incluso en sus propias viviendas. Espinosa de los Monteros fue sancionado en firme en 2010 por hacer una obra ilegal en una de sus casas, en Fuente del Berro, un proyecto que Roc¨ªo Monasterio llev¨® a cabo sin licencia y burlando una orden de paralizaci¨®n. El matrimonio vendi¨® poco despu¨¦s el chal¨¦, sin avisar al comprador que sobre la vivienda pesaba una orden de demolici¨®n del s¨®tano. Todav¨ªa hasta hace unos meses, el productor de cine David Naranjo, continuaba en litigio con el Ayuntamiento. Finalmente, unos trabajadores municipales tirar¨¢n la obra irregular. Le costar¨¢ 22.000 euros al productor.
Despu¨¦s de lo que fue otra larga disputa de un cliente del estudio Monasterio con la administraci¨®n, los locales en Lazaga siguen operativos a d¨ªa de hoy como oficinas. En uno hay instalada una agencia de publicidad, y en el otro, la mitad del espacio la ocupa la misma agencia y el estudio de un fot¨®grafo profesional.
Monasterio se defender¨¢ de las acusaciones de intrusismo
El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) dio un plazo de 15 d¨ªas a la l¨ªder de Vox para que se defendiera de las acusaciones de intrusismo que pesan sobre ella. El plazo se cumple esta semana. La comisi¨®n de recursos del colegio acept¨® estudiar la queja que el arquitecto y concejal de M¨¢s Madrid Jos¨¦ Manuel Calvo present¨® contra Roc¨ªo Monasterio por las evidencias de mala praxis profesional. Una portavoz de la pol¨ªtica dijo a este peri¨®dico que en los pr¨®ximos d¨ªas se defender¨¢ de estas acusaciones que considera injustas y dar¨¢ todas las explicaciones pertinentes. En una entrevista con El Independiente, la pol¨ªtica agradec¨ªa la investigaci¨®n del colegio: ¡°Han presentado un recurso que me ha venido muy bien porque ahora les voy a contestar. Espero que cuando comprueben la realidad y vean que no existen irregularidades, M¨¢s Madrid haga una declaraci¨®n p¨²blica rectificando. Lo que alega el se?or Calvo, m¨¢s siendo arquitecto, nos tiene que preocupar por el hecho de tener un concejal con esa falta de conocimiento. Los medios tendr¨¢n acceso a determinada documentaci¨®n que yo voy a facilitar en los pr¨®ximos d¨ªas para que pregunten a la izquierda c¨®mo se atreve a hacer determinadas afirmaciones con tan poco rigor¡±. En redes, sin embargo, se mostr¨® menos diplom¨¢tica al llamar ¡°tonto ¨²til¡± al concejal Calvo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.