Los trucos de Roc¨ªo Monasterio para suplantar la firma de 'arquitecta' (y otros desmanes)
El caso de la dirigente de Vox explicado por un arquitecto: m¨¢ster inventado, desprecio por la responsabilidad penal y civil y la paradoja del c¨®digo deontol¨®gico que no aplica
Se?ala ?mile Durkheim, en el ¨¢mbito de la sociolog¨ªa de las profesiones, que las ocupaciones alcanzan el estatus de profesi¨®n cuando sus miembros detentan un conocimiento exclusivo y, sobre todo, cuando se adhieren a un c¨®digo de conducta ¨¦tico al que se someten de forma voluntaria. Esta labor, en Espa?a, es la que ejercen los colegios profesionales.
En el caso de Roc¨ªo Monasterio se produce una paradoja que han sufrido los clientes de su estudio, el ¨²ltimo conocido el presentador Arturo Valls. La dirigente de Vox gestionaba reformas para las que eran necesarios complejos tr¨¢mites con un proyecto visado por un arquitecto, cosa que Monasterio no pod¨ªa ofrecer porque no era arquitecta y por eso tampoco estaba sometida a c¨®digo deontol¨®gico alguno.
Los planos que presentaba a sus clientes daban a entender lo contrario. Siempre, eso s¨ª, cuidando no dejar su r¨²brica manuscrita bajo el r¨®tulo de arquitecta: o bien firmaba bajo "Monasterio y Asociados", o bien rotulaba el cajet¨ªn como "Arquitecto: Roc¨ªo Monasterio", pero lo dejaba sin firmar, o en una tercera versi¨®n firmaba como "direcci¨®n facultativa". Por eso, la l¨ªder del partido de ultraderecha en Madrid ha sido denunciada ante la Comisi¨®n Deontol¨®gica del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) por Jos¨¦ Manuel Calvo, doctor arquitecto y concejal de Ahora Madrid. En el ¨²ltimo caso, incluso, el Colegio de Aparejadores ha declarado que el visado del documento para el loft de Arturo Valls fue falsificado, pues no guarda ning¨²n documento equivalente en sus archivos. ?Quiz¨¢ sustituy¨® el cajet¨ªn de la aparejadora por el suyo?
El 'loft' no existe en la legislaci¨®n espa?ola
Estos planos correspond¨ªan a reformas en edificios en suelo industrial bajo la denominaci¨®n de loft. Un t¨¦rmino que no existe en la legislaci¨®n espa?ola y que tiende a asociarse al de vivienda, por lo que suele proponerse un cambio de uso del suelo. La realidad es que este cambio es muy complejo ¡ªen muchos casos imposible por la cantidad de adaptaciones que requiere el espacio y la normativa que hay que cumplir para que un local pueda ser declarado vivienda¡ª, y necesita de la intervenci¨®n de un arquitecto titulado. En muchas ocasiones, el resultado son viviendas ilegales ubicadas en suelos industriales, una pr¨¢ctica perseguida por los ayuntamientos, y m¨¢s habitual en los a?os del boom inmobiliario.
M¨¢s all¨¢ de otras consideraciones, Monasterio no era arquitecta en las fechas que hemos ido conociendo, por lo que no pod¨ªa firmar un proyecto de cambio de uso. Volviendo a Durkheim, la adscripci¨®n a un c¨®digo ¨¦tico profesional de la que hablaba el soci¨®logo no exist¨ªa y esta es, de hecho, la raz¨®n esgrimida por el COAM para archivar la denuncia de Calvo: Monasterio no era colegiada en aquellas fechas, por lo que no puede aplic¨¢rsele el c¨®digo deontol¨®gico. Triunfa la paradoja y queda as¨ª la profesi¨®n desprotegida ante el uso indebido del t¨ªtulo de arquitecto.
Queda, no obstante, la cuesti¨®n de la suplantaci¨®n profesional, bastante m¨¢s peliaguda en sus implicaciones, aunque probablemente prescrita, y que el colegio, entiendo, deber¨ªa valorar no tanto como una cuesti¨®n de t¨ªtulos y fechas sino como una de desprestigio de la profesi¨®n.
De cuando Monasterio se invent¨® un m¨¢ster
La Arquitectura pertenece en Espa?a a las llamadas "profesiones reguladas", esto es: es necesario un requisito previo para su ejercicio que, en este caso, se sustancia en la posesi¨®n de un t¨ªtulo habilitante obtenido a trav¨¦s de los planes de estudio que establecen, bajo la tutela del Ministerio de Educaci¨®n, las diferentes universidades.
?Muchos pol¨ªticos se inventan un Master...y a mi @elpais_espana me lo quita! Si no os importa soy Arquitecto Superior por la Politecnica de Madrid y eso hoy equivale a Grado superior + Master en Urbanismo. Al panfleto de #FakeNews del socialismo caviar eso no le interesa....?? pic.twitter.com/iHjiM61q3Z
— Rocio Monasterio (@monasterioR) November 1, 2019
Quiz¨¢ sea este un buen punto para referirse a la curiosa relaci¨®n de t¨ªtulos que seg¨²n la dirigente de Vox la habilitan para la profesi¨®n que puede ejercer desde 2009 ¡ªa?o en que aprob¨® su proyecto de fin de carrera (PFC)¡ª y en ning¨²n caso antes. Se?alaba Monasterio en su cuenta de Twitter:
En Espa?a coexisten varias acreditaciones relativas al ejercicio de la Arquitectura, las anteriores y las posteriores al plan Bolonia. Antes se obten¨ªa el t¨ªtulo de arquitecta tras cursar las asignaturas y entregar y aprobar un PFC. En la actualidad, tras un grado no habilitante de cinco a?os de duraci¨®n y un m¨¢ster habilitante de un a?o se obtiene el t¨ªtulo de M¨¢ster Habilitante en Arquitectura. Ambos t¨ªtulos son, como no podr¨ªa ser de otra forma, equivalentes y se equiparan a un nivel europeo MECES 3 (m¨¢ster).
Peca la diputada de la Comunidad de Madrid de aquello que ella misma critica: inventarse varias cosas y entre ellas, un m¨¢ster. No existe la arquitectura superior (salvo que se posea un ego importante, muy com¨²n en algunos sectores de la profesi¨®n), y desde luego no existen ni el grado superior ni el m¨¢ster en Urbanismo. Monasterio se refiere ¡ªes una de las im¨¢genes que aporta en su tuit¡ª a la aprobaci¨®n de la equivalencia de su t¨ªtulo (arquitecta) con los actuales (m¨¢ster habilitante), lo que no implica que ella posea m¨¢ster alguno y, menos a¨²n, que este sea en Urbanismo.
Urbanismo era una de las especialidades del plan 1975, el que fundamentalmente curs¨® la actual diputada de Vox. El batiburrillo que hace Monasterio ¡ªel de su antigua especialidad con el t¨ªtulo actual, que es en realidad un m¨¢ster habilitante y jam¨¢s m¨¢ster en Urbanismo¡ª cae dentro del terreno de la pura fantas¨ªa, del desconocimiento m¨¢s atrevido o de la costumbre de torcer la realidad a conveniencia.
La suplantaci¨®n profesional y las responsabilidades civiles y penales
Esta precisi¨®n en los t¨¦rminos con respecto a c¨®mo llamamos a las cosas no es en absoluto balad¨ª. El t¨ªtulo de arquitecta posee una serie de atribuciones exclusivas para la redacci¨®n y control de proyectos, recogidas en la Ley de Ordenaci¨®n de la Edificaci¨®n (LOE), como la capacidad de asumir ciertas responsabilidades ¡ªciviles y penales¡ª por la especial relevancia econ¨®mica y de seguridad que implica el ejercicio de la profesi¨®n. El empleo del t¨ªtulo, incluso en una tarjeta de visita, no es pues una cuesti¨®n menor.
Sin necesidad de entrar en cuestiones jur¨ªdicas, y por hacer sencillo lo que suele complicarse demasiado, alguien que no posea el t¨ªtulo puede desarrollar los mismos proyectos que un bachiller: la ¨²nica titulaci¨®n que se pose¨ªa a falta de aprobar el proyecto de fin de carrera. Estos son exclusivamente "proyectos de obra menor". En otras palabras: el que cualquier ciudadano sin relaci¨®n alguna con la arquitectura podr¨ªa solicitar de un Ayuntamiento. Se trata de obras de muy escasa entidad, que no necesitan proyecto y que, en ning¨²n caso, afectan a elementos estructurales ni implican demoliciones de entidad, excavaciones, rehabilitaciones, etc¨¦tera.
Si la cuesti¨®n ¨¦tica no es menor, resulta mucho m¨¢s singular que su firma manuscrita aparezca en certificaciones de obra que incluyen demoliciones de muros de carga bajo el ep¨ªgrafe de "direcci¨®n facultativa". Esta figura es aquella facultada ¡ªde ah¨ª el nombre¡ª para controlar la ejecuci¨®n y el pago de las obras correctamente ejecutadas y resulta por tanto improcedente que, sin estar en posesi¨®n del t¨ªtulo, se pretenda formar parte de un agente cuyas atribuciones y obligaciones, de nuevo, est¨¢n meridianamente claras en la LOE.
Lo que dicen el COAM y el CSCAE
Desde esta perspectiva, resulta siempre recomendable acudir a una arquitecta titulada. La titulaci¨®n es la primera garant¨ªa (aunque no la ¨²nica) de la capacidad profesional y de la habilitaci¨®n legal de quien contratamos. Es as¨ª entendible que la profesi¨®n defienda el t¨ªtulo d¨¢ndole siempre su justo valor.
Lejos de proteger a los arquitectos o resolver sus cuitas, la deontolog¨ªa est¨¢ para proteger a los ciudadanos de la mala praxis profesional. Demasiado acostumbrados a una relaci¨®n distante con la sociedad a la que sirven (son entidades de derecho p¨²blico, no lo olvidemos), los colegios de arquitectos¡ªpese a notables esfuerzos de modernizaci¨®n en los ¨²ltimos a?os¡ª siguen siendo lentos a la hora de cumplir con esta funci¨®n de servicio.
Sin embargo, y sin tener por qu¨¦ entrar en la cuesti¨®n personal de Monasterio, el Colegio de Arquitectos de Madrid ¡ªal que ahora s¨ª pertenece la diputada de la Asamblea de Madrid¡ª tiene entre sus funciones asignadas la protecci¨®n de la profesi¨®n y de los consumidores y usuarios de servicios de arquitectura. No se me ocurre mejor manera de cumplir con este cometido que pronunciarse a este respecto, poniendo en valor los t¨ªtulos profesionales de sus colegiados y colegiadas, recordando ¡ªcomo dec¨ªamos¡ª que son la primera garant¨ªa de buen hacer y de profesionalidad, y no algo que se pueda "olvidar", sin prestar atenci¨®n a la gravedad de las responsabilidades que implica.
Algunos de los grupos de representantes que pertenecen al COAM, entre ellos NuevoCoam y ADN-Coam, as¨ª lo hab¨ªan solicitado a trav¨¦s de sus comunicaciones quincenales o de sus redes sociales.
El comunicado, que finalmente ha sido conjunto entre el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos (CSCAE) y el COAM, incide en la paradoja de Monasterio, sobre quien el colegio no ten¨ªa autoridad, pues de hecho no era arquitecta. Lo hace quiz¨¢ con una excesiva carga legislativa que, pese a ser entendible, me temo producir¨¢ el habitual alejamiento entre nuestras instituciones y la sociedad. Nos entendemos muy poco con los ciudadanos.
La realidad, en ocasiones, requiere de una mayor claridad. El objetivo es sencillo: la conveniencia de advertir a los ciudadanos contra cualquier actuaci¨®n que, dici¨¦ndose profesional, se mueva en zonas grises en las que se busca bordear la normativa antes que observarla. Es necesario subrayar que el control de la Administraci¨®n y los procedimientos no son laberintos burocr¨¢ticos que hay que sortear, sino procesos garantistas sin los que el principal perjudicado es siempre el ciudadano.
Y, poco despu¨¦s, la profesi¨®n.
(*) Jos¨¦ Mar¨ªa Echarte Ramos (Almer¨ªa, 1973) es arquitecto (ETSAM, 2000) y profesor de Proyectos y Teor¨ªa y Cr¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos. Fue vocal de la junta de gobierno del Colegio de Arquitectos de Almer¨ªa (2003-2006) y actualmente trabaja en una tesis que estudia la deontolog¨ªa profesional en la arquitectura.
AVISO ACLARATORIO DE RECTIFICACI?N
Por sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia n¨²m. 49 de Madrid, de fecha 1 de septiembre de 2020 se publica lo siguiente:
¡°Do?a Roc¨ªo Monasterio San Mart¨ªn, no ha infringido ninguna norma legal en su actividad en el sector inmobiliario y, en particular, antes de ser arquitecto colegiado, no ha firmado nunca proyecto alguno que exigiese tal condici¨®n, y no ha inventado ning¨²n m¨¢ster para s¨ª porque se ha limitado a afirmar en Twitter que el t¨ªtulo de arquitecto expedido por la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, que es el que ella recibi¨®, es hoy equivalente a dos t¨ªtulos, de grado y el de m¨¢ster¡±.
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