¡°?Alguien vio mi accidente en patinete el¨¦ctrico?¡±
La v¨ªctima de un incidente de tr¨¢fico busca testigos para respaldar su demanda a la empresa Lime
El 15 de octubre de 2018, Alex Casta?eda se cay¨® de bruces de un patinete el¨¦ctrico en el que viajaba por el centro de Madrid. Llevaba vaqueros y camisa, iba como un pincel. Esa ma?ana se dirig¨ªa a la oficina en la que trabaja. Alguien an¨®nimo llam¨® a la ambulancia. Una mujer joven le ayud¨® a levantarse y un se?or mayor, que pasaba en ese momento por la calle, estuvo a su lado hasta que los param¨¦dicos le inmovilizaron el hombro. Despu¨¦s, ese mismo hombre le deposit¨® en el bolsillo de la chaqueta una tarjeta de abogado que m¨¢s tarde se perdi¨® camino del hospital. Los rostros de la gente que le ayud¨® tras el accidente est¨¢n sumidos en una nebulosa que Casta?eda trata ahora de desentra?ar.
Este empleado de finanzas de 38 a?os ha empapelado las farolas de la calle en la que ocurri¨® la ca¨ªda para tratar de localizar a aquellos testigos que ahora necesita m¨¢s que nunca. Casta?eda ha interpuesto una demanda contra la empresa due?a del patinete, Lime Scooters Espa?a, servicio de alquiler que factura por minutos. ?l trat¨® de llegar a un acuerdo con la compa?¨ªa. Mand¨® correos electr¨®nicos a cuentas gen¨¦ricas que encontr¨® en Internet, llam¨® por tel¨¦fono a las oficinas, contact¨® con sus directivos a trav¨¦s de las redes sociales. No recibi¨® respuesta.
Todo ocurri¨® cerca de un sem¨¢foro de la calle Toledo. No era raro que fuera al trabajo en este medio de transporte que coloniz¨® las calles de la capital desde marzo del a?o pasado. Basta con desbloquear con la aplicaci¨®n del m¨®vil uno de los patinetes para echar andar. Casta?eda estaba parado en una intersecci¨®n, respetando el disco en rojo, cuando de repente se puso en verde. ?l accion¨® el acelerador. Al cabo de unos cinco o diez metros, seg¨²n recuerda, se fren¨® de repente. Est¨¢ convencido de que el sistema se fundi¨®. Todo se fue a negro. La ca¨ªda fue brutal, de acuerdo a su testimonio: sufri¨® una luxaci¨®n de hombro que lo tuvo siete meses en rehabilitaci¨®n y tres de baja laboral.
La Polic¨ªa Municipal se present¨® all¨ª, pero su trabajo no ha dejado satisfecho a Casta?eda ni a su representante legal, del despacho Blanco Segarra Abogados. Los polic¨ªas debieron de encontrarse ante un escenario desconocido, un accidente poco com¨²n entonces. Los agentes no tomaron declaraci¨®n a los testigos ni pusieron en custodia el veh¨ªculo, pruebas que ahora le resultar¨ªan fundamentales al demandante. Los carteles puestos por Casta?eda en las farolas del barrio tratan de averiguar qu¨¦ pas¨®.
La cantidad que exige Casta?eda como compensaci¨®n no es excesiva. No se trata de una demanda millonaria, como por ejemplo las denuncias de particulares contra las tabacaleras en los a?os noventa en Estados Unidos. Casta?eda reclama unos 10.000 euros, una cantidad que cree que compensar¨ªa la baja y el tiempo que ha estado yendo y viniendo a la cl¨ªnica de fisioterapia. "Adem¨¢s, no puedo levantar el brazo. Es una lesi¨®n que tendr¨¦ para siempre", dice.
Un error de software
Demandar a la empresa es algo que ha venido barruntando durante m¨¢s de un a?o, hasta que ha dado el paso. Tuvo una epifan¨ªa al leer en prensa que Lime confirmaba que "un peque?o porcentaje" de sus patinetes se hab¨ªa visto afectados por un error en el software que provocaba un repentino frenazo. Est¨¢ convencido de que eso fue lo que le ocurri¨® a ¨¦l.
"Nuestro equipo de incidencias est¨¢ investigando lo ocurrido en Madrid y est¨¢n dispuestos a cooperar en lo necesario, si bien no podemos hacer comentarios sobre potenciales litigios", responde Lime sobre el caso, a trav¨¦s de su equipo de comunicaci¨®n. "La seguridad de nuestros usuarios y del resto de ciudadanos es nuestra principal prioridad. Por eso innovamos cada d¨ªa en tecnolog¨ªa, infraestructuras y educaci¨®n para marcar la pauta de seguridad en micromovilidad", agregan fuentes de la compa?¨ªa.
En su d¨ªa, Casta?edo no encontr¨® esa cooperaci¨®n. Se dio con un muro. La ¨²ltima vez que la compa?¨ªa le contest¨® fue 24 horas despu¨¦s del accidente, cuando se dio cuenta de que no hab¨ªa cancelado el servicio y el tiempo de uso segu¨ªa su marcha. Lime le devolvi¨® los 50 euros que le hab¨ªan facturado. No parecen dispuestos a darle mucho m¨¢s. Al menos por las buenas.
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