Antonio Manzini: ¡°Los porros de Schiavone son poco m¨¢s fuertes que una manzanilla¡±
El creador del subjefe de polic¨ªa Rocco Schiavone present¨® en BCNegra la sexta novela del personaje, ¡®Polvo y sombra¡¯
Rocco Schiavone, subjefe romano de la comisar¨ªa de Aosta (en los m¨¢s altos Alpes de la m¨¢s alta Italia), es un tipo duro, maleducado y chulo pero entra?able. Fuma porros, frecuenta a sus muy poco recomendables amistades de Roma y alimenta una lista con todas las cosas que le molestan. ¡°En principio Rocco iba a ser mucho peor¡±, dice Antonio Manzini (Roma, 1964), actor, director de teatro y escritor, padre de este polic¨ªa protagonista de una decena de novelas y de una popular serie de televisi¨®n en Italia. ¡°Iba a ser un hijo de mala madre, un asesino, un polic¨ªa terrible. Pero mi mujer me amenaz¨® con el divorcio. Y, como ten¨ªa raz¨®n ella, fui edulcorando al personaje, hasta que naci¨® el Rocco Schiavone que conocen los lectores. Pero algo de aquel viejo tipo se le ha quedado, ?eh?¡±. Manzini present¨® en BCNegra Polvo y sombra (Salamandra, en castellano y en catal¨¢n).
?C¨®mo llega un tipo como ¨¦l a hacerse polic¨ªa? ¡°Es gente como ¨¦l, la que se hace polic¨ªa¡±, responde Manzini, con una sonrisa en los labios. ¡°No es una cr¨ªtica, es un dato objetivo. Yo he conocido a polic¨ªas que ven¨ªan de la calle. En Roma hubo uno muy famoso, de la brigada m¨®vil, al que llamaban Il Gabbiano (la gaviota). Era toxic¨®mano al m¨¢ximo nivel. Se chutaba hero¨ªna y muri¨® de una sobredosis a los 43 a?os. Pero era un muy buen polic¨ªa¡±. Rocco no pasa de sus canutos que, adem¨¢s, son muy suaves: ¡°El THC de sus porros es muy bajo, poco m¨¢s que una manzanilla¡±, bromea Manzini.
Los libros protagonizados por Schiavone tocan temas cotidianos, cercanos y conflictivos. En esta sexta novela que se publica en Espa?a, el subjefe investiga el asesinato de una transexual. ¡°No s¨¦ por qu¨¦, cada equis a?os volvemos a escuchar gilipolleces sobre homosexuales, sobre jud¨ªos, sobre gitanos¡±, dice Manzini. ¡°Ahora estamos en la oscuridad m¨¢s absoluta, hemos vuelto a los a?os veinte [cuando irrumpi¨® el fascismo en Italia]. Vuelvo a ver pintadas en la calle: ¡®Jud¨ªos a los hornos¡¯, ¡®Jud¨ªos de mierda¡¯, ¡®Maricones asquerosos¡¯. Existe el miedo al diferente¡ al que la sociedad, conservadora y tan de derechas, no considera, esconde o maltrata¡±. Indignado, Manzini no se muerde la lengua: ¡°Me llama la atenci¨®n que la religi¨®n cat¨®lica, en el fondo, siempre haya apoyado todo esto. Cuando Cristo dec¨ªa exactamente lo contrario¡±.
A ra¨ªz del asesinato, Rocco dar¨¢ con nombres y apellidos de los que no podr¨¢ hablar. Fin del camino. Las altas esferas no permiten seguir investigando. ¡°La corrupci¨®n forma parte del tejido pol¨ªtico de la sociedad¡±, declara el escritor, apenado. ¡°Creo que Italia es el pa¨ªs europeo m¨¢s corrupto que hay. A todos los niveles. Desde el camarero hasta los altos mandatarios¡±.
No es extra?o que Schiavone tenga en su despacho esa lista con todas las cosas que le molestan: ¡°?Madre m¨ªa, la de cosas que nos tocan los huevos¡! Evidentemente esa lista es m¨ªa, aunque la comparto con Rocco. Para m¨ª, una de las m¨¢s grandes tocaduras de huevos (9 sobre 10, quiz¨¢s¡) es hacerme fotos, pero¡ ?qu¨¦ le voy a hacer?¡±, comenta, entre risas, durante la entrevista, despu¨¦s de haber posado ante la c¨¢mara de la fot¨®grafa del diario.
Haber sido desterrado de Roma a Aosta no es ya una tocada de huevos sino un castigo, algo as¨ª como llevar a un polic¨ªa de Sevilla a un pueblo de los Pirineos, pero¡ peor: ¡°Aosta no tiene nada que ver con Roma y yo quer¨ªa poner a Rocco en una situaci¨®n inc¨®moda. Un romano no pega con la gente de all¨ª: los valdostanos son impenetrables. Muchos creo que ignorar¨¢n a Rocco o incluso lo detestar¨¢n¡±. No es de extra?ar que a Rocco, de Roma, le queden solo los platos de cacio e pepe que se mete con sus colegas entre pecho y espalda cada vez que baja a su ciudad.
Creo que Italia es el pa¨ªs europeo m¨¢s corrupto que hay. A todos los niveles. Desde el camarero hasta los altos mandatarios
Schiavone es hura?o, poco sociable y solitario y lo acompa?a un abanico de personajes que vienen a reflejar toda la sociedad¡ La presencia fantasmal de Marina, la mujer de Rocco, muerta de un disparo que iba dirigido a ¨¦l; Caterina Rispoli, la compa?era que arrastra un pasado de violencia y abusos; el vecino adolescente Gabriele¡ ¡°Me gusta hablar de los otros, para que no se queden en figuras bidimensionales, sin sentido, al servicio de Rocco¡±, explica el escritor. Y, por supuesto, est¨¢ el agente D¡¯Intino, que recuerda mucho a otro personaje del giallo, el entra?able Catarella, de Camilleri. ¡°Tanto yo como Andrea [Camilleri, que fue profesor de Manzini] venimos del teatro. Y he copiado a los grandes, o sea, a Shakespeare, que siempre pone a los juglares, portadores de ligereza. D¡¯Intino es un cretino y en todos lados hay un cretino. Rocco lo detesta, no lo puede soportar, querr¨ªa matarlo... pero lo trata bien¡±, revela Antonio Manzini.
El escritor, que admite, como pidiendo perd¨®n, no ser lector asiduo de novela negra (¡°Simenon, s¨ª, Camilleri, claro, o Montalb¨¢n, por supuesto, que es de los mejores escritores espa?oles, no solo de novela negra¡±), ha creado una trama que va m¨¢s all¨¢ del caso que resuelve el subjefe en cada novela y que nos hace entender la psicolog¨ªa del personaje, su sed de venganza, su preocupaci¨®n, sus miedos. ¡°Cada investigaci¨®n empieza y acaba y reconozco que para m¨ª es la parte m¨¢s aburrida¡±, reconoce. ¡°Me gusta considerar cada novela como un cap¨ªtulo de un mismo libro, que viene a ser la vida de Rocco. Trabaja en un homicidio, pero tiene sus amores, sus tensiones, la mujer que ya no est¨¢, los amigos de Roma que lo traicionan (o no lo traicionan)¡ Todo es parte de su comedia humana¡±.
A pesar de que est¨¢ contento con el resultado de la serie de televisi¨®n sobre Rocco Schiavone, Manzini se siente traicionado por el cine, en general: ¡°Como lector, pienso que el escritor ha escrito para m¨ª. Esa es la belleza del libro, la relaci¨®n ¨ªntima con el autor, un acto casi de amor. Por eso, cuando veo una pel¨ªcula sobre un libro que he amado me siento traicionado porque descubro que el escritor no ha escrito solo para m¨ª¡±.
Manzini, que fue director de teatro, no se ha planteado subir a Rocco a las tablas: ¡°El teatro es el term¨®metro de la civilizaci¨®n de un pa¨ªs. Cuanto menos teatro hay, m¨¢s incivilizado es un pa¨ªs. Y hay que preocuparse. Y en Italia hay poqu¨ªsimo, en estos momentos. ?Imag¨ªnate en 20 a?os de Berlusconi lo que se ha llegado a recortar! Las salas se han convertido en bingos¡¡±.
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