Escenarios de futuro: Boric, un presidente obligado a los grandes acuerdos
La Administraci¨®n de izquierda, con menos de seis meses en el poder, apost¨® por la victoria del apruebo en este plebiscito, que se ha vivido como un refer¨¦ndum sobre su gesti¨®n
Con el amplio rechazo a la nueva Constituci¨®n ¨C62,55% contra el 37,45% para el apruebo, con la mitad escrutada¨C, el Gobierno de Gabriel Boric ha sido uno de los principales derrotados de esta jornada, aunque podr¨ªa aplacar el impacto con gestos y movimientos pol¨ªticos de unidad nacional. Primero enlaz¨® su destino a la convenci¨®n constitucional, al texto que present¨® al pa¨ªs y, luego, a una de las opciones del plebiscito de salida, el apruebo. Pese a las recientes declaraciones del mandatario y de sus ministros en que se distanciaban del resultado ¨C¡±ac¨¢ no pueden haber vencedores y vencidos¡±, ha dicho Boric¨C la uni¨®n entre el respaldo al Gobierno y la opci¨®n del apruebo era evidente para una buena parte de la ciudadan¨ªa. Ante este impacable resultado del refer¨¦ndum electoral, que se ha vivido como un plebiscito a su gesti¨®n, Boric y los suyos est¨¢n empujados a liderar acuerdos no solo con la oposici¨®n, sino con el ala moderada de su propia coalici¨®n. Es el precio que deber¨¢ pagar para intentar liderar un nuevo proceso constituyente amplio en el Parlamento que, quiz¨¢ al cabo de un a?o, termine con un texto respaldado por las grandes mayor¨ªas.
Los movimientos pol¨ªticos empezaron apenas se cerraron los locales de votaci¨®n esta tarde, cuando se conoci¨® que Boric ha convocado a todos los partidos pol¨ªticos a una reuni¨®n en La Moneda este lunes a las cuatro de la tarde, hora local, para dar ¡°continuidad al proceso constituyente¡± en un espacio de ¡°di¨¢logo transversal¡±. Es parte de las negociaciones que el Gobierno ha emprendido en las ¨²ltimas horas ante la posibilidad cierta de que hoy ganara el rechazo, como finalmente sucedi¨®. No resulta evidente la forma en que continuar¨¢ el proceso, porque esta amplia ventaja a favor del rechazo deja a sus defensores ¨Cla derecha y la centroizquierda, que se ha articulado por fuera de sus partidos¨C en una inmejorable posici¨®n para negociar sus convicciones. Si hace unas semanas el presidente Boric dijo que se deb¨ªa convocar a un nuevo proceso constitucional, id¨¦ntico al primero, esto hoy est¨¢ en entredicho.
El Parlamento, desde ahora, tendr¨¢ especial relevancia en las negociaciones con miras a una nueva Constituci¨®n. No resulta evidente, sin embargo, las posiciones que adoptar¨¢n los extremos pol¨ªticos, como el Partido Comunista, por la izquierda, y el Partido Republicano, por la derecha, ambos con representaci¨®n parlamentaria. Tampoco parece claro si con esta derrota aplastante del rechazo, el presidente Boric tendr¨¢ espacio para liderar el proceso.
El Gobierno comenz¨® a operar pol¨ªticamente a favor de la moderaci¨®n solo cuando la convenci¨®n constitucional hab¨ªa terminado su trabajo, por lo que los cr¨ªticos no entienden las razones del Ejecutivo para no haber interferido antes a trav¨¦s de sus convencionales, que eran mayor¨ªa. El ala izquierda de su bloque pol¨ªtico, sin embargo, no podr¨¢ cobrarle a Boric no haberse jugado de lleno por la nueva Carta Magna. Este sector, integrado fundamentalmente por el Partido Comunista, ha sido otro de los perdedores de la jornada. Con este resultado sobre la mesa, los socialistas intentar¨¢n tener mayor influencia en un Gabinete que cambiar¨¢ en las pr¨®ximas horas ¨Cpresumiblemente el martes¨C, mientras la derecha pedir¨¢ que rectifique en su agenda de cambios.
A la uni¨®n entre el Gobierno y el apruebo ayudaron las declaraciones de los ministros pol¨ªticos: ¡°Con la Constituci¨®n actual, muchas de nuestras reformas no se podr¨ªan llevar adelante¡±, asegur¨® Giorgio Jackson, uno de los m¨¢s cercanos a Boric, incluso antes de que la convenci¨®n entregara el texto definitivo un mes despu¨¦s. Lo respald¨® el propio presidente: ¡°Es evidente que el actual marco constitucional, de la Constituci¨®n de 1980, es un obst¨¢culo para algunas de las reformas que nosotros queremos hacer¡±. La portavoz, Camila Vallejo, en la misma l¨ªnea asegur¨® por aquellos d¨ªas que ¡°el programa de Gobierno, su profundidad, depende tambi¨¦n en gran medida de lo que pase el 4 de septiembre¡±.
Estas declaraciones fueron matizadas sobre todo cuando La Moneda comenz¨® a convencerse ¨Cpara algunos tard¨ªamente¨C de que no resultaba imposible que ganara el rechazo a la nueva Constituci¨®n, algo que no estaba en los planes de la nueva generaci¨®n de l¨ªderes del Gobierno. El 15 de julio ¨Cmenos de dos semanas despu¨¦s de que se conociera el texto definitivo¨C, Boric anunci¨® que en caso de ganar el rechazo habr¨ªa un nuevo proceso constituyente. Era la primera vez que ese escenario era admitido por el mandatario, lo que provoc¨® dos cosas: un enojo en parte de sus bloques pol¨ªticos ¨Chubo un dirigente comunista que incluso lo calific¨® de traidor¨C y la decisi¨®n cierta, al mismo tiempo, de apostar por el apruebo desde el Gobierno, en acciones que han sido catalogadas por los no oficialistas como ¡°al l¨ªmite de lo correcto¡±.
Pero La Moneda decididamente decidi¨® cambiar de estrategia a fines de julio. El 25 de ese mes Boric se?al¨®: ¡°Todo es perfectible y vamos a llevar adelante ese proceso despu¨¦s del plebiscito¡±, en referencia a reformas para mejorar la propuesta de la convenci¨®n. Solo algunos d¨ªas m¨¢s tarde, sin embargo, cambi¨® de opini¨®n y comenz¨® a empujar la bater¨ªa de compromisos constitucionales para mejorar la propuesta de la convenci¨®n, los que se hicieron p¨²blicos el 11 de agosto. Fue una forma de darle garant¨ªas a los electores que ten¨ªan dudas sobre apoyar la propuesta.
Ante la derrota de la nueva Constituci¨®n, se espera que el presidente chileno intente desde esta misma noche desacoplarse del fracaso y de convocar a una ciudadan¨ªa a un nuevo proceso constituyente. Pero hay quienes observan una oportunidad. El economista Andr¨¦s Velasco, que estuvo por el rechazo, en una reciente entrevista a EL PA?S se?alaba este fin de semana que gane quien gane, la mitad del pa¨ªs quedar¨¢ disconforme con el resultado. ¡°El proceso ha acrecentado las divisiones entre las personas en vez de reducirlas. Esos son mensajes que el Gobierno debe recoger. Parecen una complicaci¨®n, pero, para el presidente Boric, tambi¨¦n resultan ser una oportunidad. Una oportunidad para ayudar a resta?ar esas heridas, renovar su Gabinete, recalibrar la coalici¨®n que lo apoya dando m¨¢s peso al socialismo democr¨¢tico y, en caso de que triunfe el rechazo, para liderar junto al Congreso la segunda etapa del proceso constitucional¡±.
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