Una plaza pensada para las mujeres en el centro de Santiago de Chile
El proyecto, pionero en su tipo, contempla guardias de seguridad, sectores de lactancia y puestos comerciales para emprendedoras
Una calle del centro de Santiago es conocida por una rica oferta de libros, tanto en puestos al aire libre como en tiendas. Los libreros m¨¢s antiguos de la v¨ªa Diego de Almagro recuerdan con nostalgia el pasado tranquilo y la bohemia alegre del barrio. Aclaran que conservan a los clientes, pero lamentan c¨®mo la delincuencia ha convertido el bulevar en un sitio inseguro a partir de las seis de la tarde. El Gobierno Regional Metropolitano, junto a la empresa Metro, han escogido esa calle para levantar la primera plaza pensada para las mujeres. El espacio, que seg¨²n lo previsto se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo mes de mayo, contar¨¢ con lugares de lactancia abiertos y cerrados, guardias de seguridad y puestos de emprendedoras, entre otros servicios.
Los 28 grados de temperatura se resienten en la intersecci¨®n de Diego de Almagro con calle Alonso Ovalle, cerca de la Alameda, la principal avenida de Santiago. La poca sombra no viene de los l¨¢nguidos ¨¢rboles, sino de las torres habitacionales. Una reja impide el paso al espacio cedido por Metro para construir la plaza en la que se invertir¨¢n unos 125.000 d¨®lares. Las murallas de cemento desnudo que la rodean est¨¢n decoradas por grafitis, salvo una a medio pintar de blanco, del domingo, cuando se anunci¨® el inicio de las obras. Maria Olga Zapata, de 44 a?os, tesorera de la junta de vecinos Parque Almagro, reconoce que por las noches piensa bien antes de transitar por esta calle. Entre la falta de alumbrado y la cantidad de hombres merodeando y lanzando comentarios impropios, no se siente segura. ¡°Una se pregunta a d¨®nde acudir si pasa algo¡±, sostiene, y por eso celebra con entusiasmo la idea de una plaza con guardia en la zona.
El Gobierno Metropolitano, una de las instituciones impulsoras de esta iniciativa, ha dicho que esta plaza tendr¨¢ enfoque de g¨¦nero. Pero si bien la Justicia, las relaciones internacionales y la educaci¨®n pueden tener esta mirada, entre otras disciplinas, ?c¨®mo ser¨ªa exactamente una plaza con enfoque de g¨¦nero, la primera en su tipo en Chile?
Hay algunos datos clave. El 86,5% de las mujeres ha sufrido acoso f¨ªsico en el espacio p¨²blico, seg¨²n la encuesta Movilidad & Ciudad realizada por el Observatorio contra el Acoso Chile (OCAC), el Banco Interamericano de Desarrollo y Fundaci¨®n FIA, encargada por el Gobierno Regional. El gobernador Claudio Orrego asegur¨® en el arranque de las obras que la primera de las cuatro plazas con enfoque de g¨¦nero que se ha comprometido a levantar tiene un objetivo central: recuperar espacios p¨²blicos actualmente abandonados, potenciar el emprendimiento y el desarrollo econ¨®mico de las chilenas y avanzar en una ciudad inclusiva, ¡°especialmente de aquellos que han sido discriminados y abusados como las mujeres¡±.
El proyecto es parte de las llamadas plazas bolsillo, una iniciativa que comenz¨® en el segundo Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet (2014-2018), que consiste en ocupar espacios abandonados y convertirlos en plazas hasta que se llegue a una soluci¨®n definitiva para el terreno. Los mil metros cuadrados cedidos por Metro en un convenio de comodato por cuatro a?os transformar¨¢n el terreno bald¨ªo en una plaza con carritos de comida de empresas lideradas por mujeres con mesas para instalarse, huertos urbanos, ba?os con mesones para cambiar pa?ales y lactancia y puestos para emprendedoras, adem¨¢s de un ¨¢rea infantil. El terreno tiene un respiradero de la l¨ªnea de Metro de forma circular que ocupa cerca de un tercio del espacio. Ah¨ª se pretende levantar un mural de piso crom¨¢tico.
Lidia Gil, de 64 a?os, trabaja desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas en la calle de los libreros. Su madre consigui¨® la patente en la Unidad Popular de Salvador Allende, a comienzos de los setenta. Est¨¢ de acuerdo con la apertura de una nueva plaza, siempre y cuando las emprendedoras que traigan no le hagan competencia a su negocio. Soledad Bravo, una mujer mayor que prefiere omitir su edad, es locataria de un puesto que le perteneci¨® d¨¦cadas atr¨¢s tambi¨¦n a su madre. ¡°Antes era m¨¢s tranquilo, m¨¢s ameno para todos, pero ahora est¨¢ como todo Santiago. Tratamos de cuidar y mantener a salvo a la clientela de la delincuencia¡±, apunta.
La transformaci¨®n del terreno abandonado, donde la gente lanzaba basura y rayaba las paredes, le puede abrir los ojos a la comunidad para recuperar otros sectores deteriorados de la calle, como la plaza de cemento de la esquina, se?ala tesorera de la junta de vecinos Parque Almagro. ¡°Este proyecto nos permite visualizar otros espacios que no los ve¨ªamos habitables y trabajar con la comunidad para embellecerlos¡±, sostiene. La plaza bolsillo queda en la vereda poniente, que le pertenece a la junta de vecinos de su barrio, donde habitan unas 60.000 personas, pero la vereda oriente es de otro sector, por lo que ambos tendr¨¢n que mantenerlo. ¡°Eso ayuda a hacer tejido social, que estaba totalmente perdido¡±, a?ade la dirigenta vecinal.
La futura plaza es el resultado de un esfuerzo p¨²blico-privado entre Metro, el Gobierno Regional, el Consejo Regional, la Municipalidad de Santiago, Ciudad de Bolsillo y V¨¦rtice Urbano. Est¨¢ contemplado que en uno de esos muros grises y rayados que la rodean se pinte un mural inspirado en las fundadoras del peri¨®dico Aurora Feminista, inaugurado en 1904. De aquella revolucionaria y extinta publicaci¨®n pensada para defender los derechos de la mujer, en particular de las obreras, viene el nombre del nuevo espacio p¨²blico: Aurora. As¨ª se llamar¨¢ la primera plaza chilena pensada para las mujeres que tambi¨¦n permitir¨¢ la entrada de hombres.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.