La artista chilena Cecilia Vicu?a regresa a su alma m¨¢ter: ¡°Valoro este premio m¨¢s que ninguno porque viene de los m¨ªos¡±
La Universidad de Chile, la m¨¢s importante del pa¨ªs, entrega la distinci¨®n Doctor Honoris Causa a una de sus egresadas m¨¢s gloriosas. ¡°Despu¨¦s de tanto rechazo, este es un rechazo transformado en amor¡±, afirma
Cecilia Vicu?a Ram¨ªrez (Santiago de Chile, 75 a?os) cogi¨® hace medio siglo unos desechos arrojados junto al mar y los convirti¨® en esculturas. Las basuritas, como las bautiz¨®, fueron el inicio del arte precario y de una vida dedicada a la creaci¨®n de poemas, pinturas, textiles y performances sobre el ecofeminismo y el indigenismo. La originalidad de la que hace gala en su trabajo le permiti¨® este mi¨¦rcoles transformar un discurso en una obra de arte.
En un estrado ubicado en el Sal¨®n de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile, la principal instituci¨®n del Estado en educaci¨®n superior p¨²blica del pa¨ªs sudamericano, fundada en 1842, Vicu?a emiti¨® un sonido, una entonaci¨®n. Lo hizo durante 32 segundos. Despu¨¦s agradeci¨® cantando la distinci¨®n de Doctor Honoris Causa entregada por su alma mater. ¡°Valoro este premio m¨¢s que ninguno porque viene de los m¨ªos. Despu¨¦s de tanto rechazo, este es un rechazo transformado en amor¡±, dijo casi susurrando al ritmo de una melod¨ªa ancestral.
La Academia de Artes y las Letras de Estados Unidos la acaba de elegir para ingresar a sus filas como miembro honorario extranjero. El honor le lleg¨® tras exponer en el Guggenheim de Nueva York y en el Tate Modern de Londres. Entre los galardones que ha recibido en los ¨²ltimos a?os figuran el Le¨®n de Oro a la Trayectoria de la Bienal de Venecia ¡ªla primera chilena en recibirlo¡ª y el Premio Vel¨¢zquez de Artes Pl¨¢sticas otorgado por el Ministerio de Cultura de Espa?a. Pero como ha relatado, durante d¨¦cadas se sinti¨® ignorada en su tierra y esta Medalla Doctoral de oro otorgada por su casa de estudios viene a subsanar la deuda. Es la m¨¢s alta distinci¨®n que otorga la Universidad de Chile y la primera en recibirlo fue la Premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral, en 1954.
Hija de artistas y revoluciones, Vicu?a vive en el exilio desde la dictadura. El golpe militar de Augusto Pinochet en 1973 contra el socialista Salvador Allende la encontr¨® en Londres y no volvi¨®. Desde hace cuatro d¨¦cadas reside en Nueva York. En la primera fila del acto conmemorativo estaba Norma Ram¨ªrez, de 98 a?os, madre de la artista. ¡°Agradezco estar viva para presenciar este acto maravilloso que est¨¢ viviendo mi hija. Dios la guarde 1000 a?os y un poquito m¨¢s. ?Y yo? 1000 a?os y un poquito m¨¢s¡±, dijo Ram¨ªrez a este peri¨®dico. ¡°El primer reconocimiento en Chile ?En Chile, f¨ªjate! Ya ten¨ªa varios en otros pa¨ªses y ahora¡ qu¨¦ lindo esto¡±, a?adi¨® llena de orgullo.
En su discurso, la poeta y profesora mencion¨® a la folclorista chilena Violeta Parra y a Mistral. De la primera record¨® c¨®mo describ¨ªa cu¨¢ndo se le ocurr¨ªa una idea para un poema: ¡°Viene la nubecita¡±, dec¨ªa. ¡°En cambio a mi me atacan¡±, asegur¨® Vicu?a, ¡°me caen como una bomba at¨®mica. No importa que est¨¦ en el ba?o, en la micro (bus), d¨¢ndome vueltas en la almohada. Nada le importa; hay que sacar l¨¢piz y papel¡±. De la Mistral ense?¨® un cuadro que pint¨® en los setenta, inspirado en su poema Sol del tr¨®pico: ¡°Desnuda m¨ªrame y recon¨®ceme¡con pitahayas y mangos, con los flamencos de la aurora y los lagartos tornasolados¡±.
¡°Cuando la mostr¨¦ la primera vez en 1979 me dijeron ¡®guarda esa porquer¨ªa de pintura rid¨ªcula¡¯. As¨ª era todav¨ªa percibida por las feministas del a?o 79, que eran radicalmente opuestas a las feministas de ahora, que han hecho posible una rectora como Rosa Dev¨¦s [la primera en los 179 a?os de historia de la Universidad de Chile] y como las compa?eras aqu¨ª presentes y los compa?eros que no le tienen miedo a las mujeres radiantes, al feminismo radiante, que no es reivindicativo, sino que busca la transformaci¨®n total de la tierra, del ser y de todas y de todes a la vez¡±, sostuvo la artista visiblemente emocionada. M¨¢s tarde, al cantar el himno de la universidad junto a los presentes, la emoci¨®n lleg¨® a las l¨¢grimas.
Dev¨¦s cit¨® en la ceremonia lo que escribi¨® Vicu?a la noche del golpe de Estado de Pinochet, hace medio siglo. ¡°El golpe de Estado es esa mancha roja, esa manta-raya, esa maldad que se ve volando y la sangre que le cuelga son las heridas, las gotas de Salvador Allende. Esa mancha fat¨ªdica va echando humo, matando todo lo que estaba vivo, transformando en un desierto lo que antes era un vergel¡±. El texto escrito cuando ten¨ªa 25 a?os acompa?¨® su cuadro La Muerte de Salvador Allende. Esa obra nunca se ha exhibido en Chile. ¡°A lo largo de su vida, Cecilia ha sabido ir recogiendo esos huesos, esas piedras y esos vestigios para darles vida nueva. La joven de entonces ya dec¨ªa: si la muerte sirve para la resurrecci¨®n, el desierto volver¨¢ a germinar¡±, agreg¨® la rectora.
A la ceremonia tambi¨¦n asisti¨® el ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Jaime de Aguirre; la subsecretaria de Cultura, Andrea Guti¨¦rrez; el decano y el vicedecano de la Facultad de Artes, Fernando Carrasco y Luis Montes Rojas; as¨ª como vicerrectores, decanos y directores de diferentes reparticiones de la universidad.
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