El momento del Partido Republicano en Chile

El domingo 7 de mayo, en una elecci¨®n con voto obligatorio, un 85% del electorado concurri¨® a la quinta elecci¨®n popular relativa al proceso de cambio constitucional en Chile. Esta vez para elegir a un segundo ¨®rgano constituyente (el primero, la Convenci¨®n Constitucional, fue electo en mayo de 2021). Chile, una de las democracias m¨¢s estables de Am¨¦rica Latina, entr¨® desde 2019 en un espiral de tensiones pol¨ªticas y sociales, que ha tenido como derrotero tres ensayos constitucionales, considerando el del segundo Gobierno de Michelle Bachelet. En una gran paradoja, el resultado electoral del domingo 7 de mayo instala como gran ganador al partido Republicano, partido de extrema derecha, quien se ha manifestado contrario al cambio.

?Gir¨® la sociedad chilena a la extrema derecha? Me parece que es apresurado llegar a esa conclusi¨®n. Desde 2020 Chile entr¨® en un mega ciclo electoral, que ha llevado a las chilenas y chilenos a 17 elecciones, de las cuales cinco procesos electorales fueron exclusivamente para pronunciarse y decidir sobre materias constitucionales: en octubre de 2020 el plebiscito para decidir sobre el proceso y el ¨®rgano que redactar¨ªa un nuevo texto constitucional, en mayo de 2021 la elecci¨®n de la Convenci¨®n Constitucional (con 155 integrantes), en septiembre de 2022 el plebiscito ratificatorio del texto constitucional. Como en el plebiscito de septiembre se impuso el rechazo al texto, se ha convocado a un nuevo proceso, y la elecci¨®n del 7 de mayo de 2023 ha sido para elegir un nuevo ¨®rgano constituyente, esta vez integrado por 50 representantes.

Sin duda Chile vive una crisis pol¨ªtica-institucional que se asimila a otras de Am¨¦rica Latina: crisis de confianza y legitimidad hacia las instituciones pol¨ªticas, desigualdades, violencia y criminalidad, fragmentaci¨®n del sistema pol¨ªtico, malestar de la sociedad. Lo que ha sido constantemente valorado en el caso de Chile, es la capacidad de canalizar esta crisis mediante procesos institucionales que se reflejan fundamentalmente en acuerdos pol¨ªticos amplios y convocatoria a las urnas. Una a?oranza a la pol¨ªtica de las alianzas y los consensos que formaron parte de la transici¨®n a la democracia y que dieron estabilidad al sistema pol¨ªtico hasta el 2010, y una b¨²squeda de la revalorizaci¨®n de la pol¨ªtica, como principal mecanismo de resoluci¨®n de los conflictos sociales.

Esta crisis de legitimidad y confianza ubica su origen en la d¨¦cada de 2010 con el fen¨®meno de la desinstitucionalizaci¨®n del sistema de partidos. Desde esta d¨¦cada, la p¨¦rdida de confianza de la ciudadan¨ªa frente a las principales instituciones pol¨ªticas del pa¨ªs, debilit¨® el sistema pol¨ªtico, y desde entonces se ha venido en un derrotero de reformas pol¨ªticas (las m¨¢s importantes entre 2014-2018), y la b¨²squeda del cambio constitucional, anhelado por unos y evitado por otros. Es relevante recordar que en Chile rige una Constituci¨®n Pol¨ªtica promulgada en 1980, bajo dictadura, y reformada sustantivamente en 1989 y 2005. Esta Constituci¨®n de origen autoritario y r¨ªgida para adaptarse a los importantes cambios de la sociedad ha sido el eje de los procesos pol¨ªticos y sociales en los ¨²ltimos a?os, y ha mostrado una volatilidad electoral, que no se hab¨ªa visto en la pol¨ªtica regular.

El p¨¦ndulo electoral constituyente, pas¨® de un ciclo de las izquierdas en mayo de 2021, a un ciclo de las derechas en mayo de 2023. Luego del malestar social de 2019, los partidos pol¨ªticos establecieron el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constituci¨®n, y convocaron al plebiscito de octubre de 2020. Dicho plebiscito es el inicio del ciclo de las izquierdas, donde un 80% del electorado aprob¨® el cambio constitucional. Luego vino la elecci¨®n de la Convenci¨®n Constitucional en mayo de 2021, con una regla electoral especial que inclu¨ªa paridad, pueblos ind¨ªgenas e independientes, donde se eligi¨® a una mayor¨ªa de las izquierdas e independientes. En las elecciones presidenciales de noviembre de 2021, se impuso en segunda vuelta Gabriel Boric, frente al candidato derechista Jos¨¦ Antonio Kast. Sin embargo, en este mismo proceso electoral se vot¨® para diputados y senadores, ingresando representantes de la derecha populista a la C¨¢mara de Diputados, y obteniendo la derecha un 50% de representaci¨®n en el Senado. Comenz¨® a darse un cambio en las preferencias.

En septiembre de 2022, la ciudadan¨ªa rechaz¨® la propuesta Constitucional que propuso la convenci¨®n, dando cuenta de un quiebre en la tendencia que ven¨ªa desde 2020. Las razones del rechazo son m¨²ltiples, pero, a fin de cuentas, las ¨¦lites pol¨ªticas debieron concurrir a un nuevo acuerdo y convocar a la ciudadan¨ªa a las urnas. Esta vez los partidos pol¨ªticos ya ten¨ªan un acuerdo sobre el mecanismo de cambio y sobre los contenidos constitucionales, que denominaron las 12 bases institucionales. Al Acuerdo por Chile no concurri¨® el Partido Republicano ni el Partido de la Gente, de corte populista. Sus razones: que las prioridades ciudadanas estaban en una agenda de seguridad, migraciones y econom¨ªa. Pero a pesar de no concurrir a este acuerdo constitucional, participaron del proceso electoral. Como una paradoja, el gran ganador en las elecciones del Consejo Constitucional es el Partido Republicano, que obtuvo el 35% de los votos, y eligi¨® a 23 de los 51 integrantes del Consejo (50 por los distritos regionales m¨¢s un representante de los pueblos ind¨ªgenas), teniendo la mayor relevancia en el nuevo ¨®rgano constituyente.

El triunfo del Partido Republicano es el principal hecho pol¨ªtico de este momento. Ya no hablamos de la paridad, la representaci¨®n inclusiva, de la importancia de que las bases institucionales incluyen temas clave como la propuesta de un Estado Social y Democr¨¢tico de Derecho, del cuidado y la conservaci¨®n de la naturaleza y su biodiversidad, de la continuidad que se da a las principales instituciones pol¨ªticas del pa¨ªs a trav¨¦s de un r¨¦gimen presidencial. Y se entiende que este sea el foco, porque es un giro importante a la voluntad ciudadana. Pero los problemas sociales persisten y la crisis pol¨ªtico-institucional tambi¨¦n. Esto da cuenta que la grieta entre expectativas ciudadanas y la capacidad institucional de responder a las necesidades de la ciudadan¨ªa no se ha resuelto, y que el desacople del sistema pol¨ªtico con la ciudadan¨ªa es una de las razones de ello. La experiencia de Chile nos ense?a que todo es un proceso, con distintos momentos, pero que para que la democracia persista se requiere de un sistema pol¨ªtico con anclaje social. M¨¢s all¨¢ del actual momento, el desaf¨ªo perdura, y el proceso contin¨²a.