Voto obligatorio en Chile: qu¨¦ es, cu¨¢ndo se repuso y c¨®mo funciona

Los chilenos fueron convocados por sexta vez en menos de tres a?os a las urnas, en unas nuevas elecciones para avanzar en un segundo proceso constitucional, que busca poner fin a una crisis pol¨ªtica desatada tras el estallido social de 2019 y reemplazar la Constituci¨®n de 1980. Los electores se acercaron masivamente el domingo a los locales electorales empujados por el voto obligatorio, medida reimpuesta por una reforma constitucional despachada por el Congreso Nacional a finales de 2022.

En 1988, a partir de la apertura democr¨¢tica que puso fin a la dictadura de Augusto Pinochet, el sistema electoral sufri¨® pocas modificaciones. Durante m¨¢s de dos d¨¦cadas el padr¨®n electoral envejeci¨® y mostr¨® el poco inter¨¦s de los j¨®venes. Una modificaci¨®n legal abri¨® la puerta a la voluntariedad del sufragio, lo que para algunos fue un paso a una participaci¨®n electoral m¨¢s elitista y a un alejamiento de los sectores populares de los procesos democr¨¢ticos.

La crisis de 2019 y los intentos para escribir una nueva Constituci¨®n hicieron reflexionar a las autoridades sobre la necesidad de legitimar cada decisi¨®n pol¨ªtica. Para ello empujaron un cambio en la modalidad de voto al establecer la inscripci¨®n autom¨¢tica y el sufragio obligatorio. Aquello deriv¨® en la llegada masiva de electores, que antes entraban y sal¨ªan del proceso de acuerdo a sus intereses.

C¨®mo votan los chilenos

Desde 1958 el sistema electoral chileno est¨¢ sustentado en la c¨¦dula ¨²nica. Aquello establece que la papeleta para elegir a los candidatos es impresa y proporcionada por el Estado para despu¨¦s ser entregada en el mismo momento del sufragio. Dicho documento no es transferible y solo lo puede manipular el elector, los vocales de mesa y agentes autorizados. Con esto se evit¨® la pr¨¢ctica del cohecho, muy frecuente en los procesos democr¨¢ticos de finales del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX, con lo que se abrieron espacios a la participaci¨®n de sectores campesinos y obreros, que en d¨¦cadas ejercieron su derecho de manera coaccionada.

El sistema desde el retorno a la democracia

Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 y la cancelaci¨®n de toda actividad democr¨¢tica, el Registro Electoral fue cerrado. Luego de un cuestionado plebiscito sobre la Constituci¨®n de 1980, la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) decidi¨® reabrir el sistema proyectando los comicios que definir¨ªan su continuidad en 1988. Miles de personas, mayores de 18 a?os, se inscribieron para poder participar de los comicios donde se impuso la opci¨®n No, lo que signific¨® el cierre de r¨¦gimen liderado por los militares.

Desde entonces, el sistema se mantuvo. Los ciudadanos se acercaban a los registros para inscribirse de manera voluntaria. La condici¨®n era que en cada elecci¨®n presidencial, parlamentaria y municipal deb¨ªa asistir a sufragar de forma obligatoria. Quien no lo hiciera arriesgaba multas o sanciones que incluso podr¨ªan llegar al presidio.

Entre 1989 hasta 2012 se consolid¨® una tendencia a la baja en la participaci¨®n electorales. Los j¨®venes, principalmente, estaban lejanos a la idea de sumarse al sistema electoral para ser obligados a votar o a ser vocales de mesa. Por lo mismo, durante esos a?os se observ¨® un envejecimiento en el padr¨®n electoral, el que permaneci¨® est¨¢tico en cantidad de participantes. Durante dos d¨¦cadas la cantidad de habilitados para votar no super¨® las 8.200.000 de personas, de los cuales cerca del 85% al 90% asist¨ªa efectivamente a las urnas.

La voluntariedad

En 2012, tras un intenso debate parlamentario, el Congreso Nacional aprob¨® una reforma constitucional que estableci¨® la inscripci¨®n autom¨¢tica y el voto voluntario. A partir de eses momento todos los chilenos mayores de 18 a?os fueron ingresados de manera autom¨¢tica al los Registros Electorales, pero su asistencia a votar era voluntaria. De esta manera las personas habilitadas para votar subieron de 8.000.000 a 13.000.000. En primera elecci¨®n con este sistema -las municipales de 2012- participaron 5.700.000 personas, con una participaci¨®n de apenas un 43%, con una cifra neta peor que en la ¨¦poca de la inscripci¨®n voluntaria y voto obligatorio.

A partir de las elecciones siguientes los expertos electorales y soci¨®logos observaron diversos fen¨®menos. En las zonas m¨¢s acomodadas del pa¨ªs, la participaci¨®n voluntaria a los procesos electorales era mayor que en los sectores m¨¢s pobres. Tambi¨¦n se mantuvo la tendencia favorable al voto de las personas mayores por sobre los j¨®venes, que conservaron su desinter¨¦s. De esta manera se interpret¨® que el voto se volvi¨® elitista y envejecido. El sistema, adem¨¢s, forz¨® a los partidos pol¨ªticos a elaborar estrategias para movilizar a su electorado para asistir a las urnas, lo que en casos puntuales deriv¨® en pr¨¢cticas cuestionables como el acarreo, en donde se ofrec¨ªan traslados para llevar a adherentes a sus locales de votaci¨®n.

La llegada del voto obligatorio a Chile

En noviembre de 2019, en pleno estallido social, los principales partidos pol¨ªticos de Chile firmaron un acuerdo para abrir un proceso de nueva Constituci¨®n. A partir de esto se fij¨® que el plebiscito de entrada -que pregunt¨® a los ciudadanos si quer¨ªan o no una Carta Magna que reemplazada a la promulgada por Pinochet- y en la elecci¨®n de la Convenci¨®n Constitucional -¨®rgano redactor de la nueva propuesta- se mantendr¨ªa el sistema entonces vigente, es decir, la inscripci¨®n autom¨¢tica y el voto voluntario. Esto se modificar¨ªa para el plebiscito de salida -donde se consult¨® sobre la entrada en vigencia o no de la iniciativa constitucional-, en donde todos los mayores de 18 a?os fueron llamados a sufragar de manera obligatoria.

El 4 de septiembre de 2022, con una hist¨®rica participaci¨®n de cerca de 13.000.000, los chilenos se inclinaron por la opci¨®n Rechazo y desestimaron el proyecto creado por la Convenci¨®n. La movilizaci¨®n de electores, motivada por el inter¨¦s o simplemente por evitar las sanciones econ¨®micas, sorprendi¨® a los legisladores, quienes pidieron avanzar en una reforma constitucional que permitiera repetir ese nivel de participaci¨®n a trav¨¦s de la obligatoriedad del sufragio. La idea era que los resultados electorales tuvieran una mayor legitimidad social debido a la alta participaci¨®n. La norma fue promulgada en diciembre de 2022, y debut¨® en las elecciones de consejeros constitucionales del pasado domingo 7 de mayo de 2023.

C¨®mo funciona la obligatoriedad del sufragio

El actual sistema establece la inscripci¨®n autom¨¢tica a los Registros Electorales, habilitando el voto a todos los chilenos y extranjeros que cumplan con los requisitos; es decir, chilenos mayores de 18 a?os que no hayan sido condenados a pena aflictiva (tres a?os y un d¨ªa o mayor) y los extranjeros avecindados en Chile por m¨¢s de cinco a?os, que adem¨¢s no hayan sido condenados a pena aflictiva. El Servicio Electoral de Chile (Servel) cre¨® una plataforma geolocalizaci¨®n para fijar el local de votaci¨®n cerca del domicilio del votante, con lo que se evitan los traslados largos.

Todos quienes est¨¦n inscritos y sin ning¨²n tipo de inhabilidad deber¨¢n presentarse a sufragar en cada elecci¨®n en la que sean convocados. Quienes no lo hagan arriesgan multas de entre 31.000 pesos (39 d¨®lares) hasta los 180.000 pesos (227 d¨®lares), las que deber¨¢n ser fijadas por un juez de polic¨ªa local. Los que no se presenten al tribunal podr¨ªan recibir m¨¢s sanciones econ¨®micas e incluso una pena reclusi¨®n nocturna.

Las excusas para no votar

Los chilenos que no votaron en una jornada electoral pueden presentar sus excusas, aunque deben recurrir a causales que est¨¢n determinadas por la normativa vigente. Por ejemplo, si un elector se encuentra a m¨¢s de 200 kil¨®metros de distancia de su local de votaci¨®n asignado, puede asistir a una comisar¨ªa de Carabineros de Chile a notificar su situaci¨®n. Esto tambi¨¦n se extiende a casos como enfermedades, ausencia del pa¨ªs y otros impedimentos graves, los que tienen que ser argumentados ante un juez.

Las autoridades reportaron que en las ¨²ltimas elecciones se recibieron m¨¢s de 500.000 justificaciones de ciudadanos que no cumplieron con su deber. La mayor¨ªa lo hizo porque estaba lejos del lugar donde se encontraba su mesa electoral, por lo que el Servel pidi¨® que, una vez finalizada la elecci¨®n, los electores que hayan cambiado su lugar de vivienda actualicen sus datos en las plataformas oficiales.

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