Traje y corbata, pa?uelos antiaborto y el discurso de un veterano cineasta de izquierdas: el d¨ªa 1 del Consejo Constitucional

Las diferencias entre el primer y el segundo proceso chileno para enterrar la Constituci¨®n heredada de la dictadura de Augusto Pinochet se hicieron exageradamente evidentes este mi¨¦rcoles en la sede del Congreso de Santiago. Los contrastes se vieron en la forma y en el fondo. La ceremonia de 2021, cuando asumi¨® la Convenci¨®n Constituyente, arranc¨® en medio de una gran expectaci¨®n ciudadana impregnada de ¨¦pica, simbolismos y protestas. El frenes¨ª de ese acto inaugural tuvo momentos de alta tensi¨®n: las autoridades se vieron obligadas a suspenderlo temporalmente luego de que un grupo de constituyentes interrumpieran el canto del himno nacional alegando que la polic¨ªa estaba reprimiendo a los manifestantes que estaban en las afueras del recinto. Esta ma?ana, sin embargo, sin casi p¨²blico afuera, la ceremonia transcurri¨® de forma expedita, sobria y sin que se desataran pasiones.

Los 50 miembros del Consejo Constitucional llegaron a primera hora vestidos formales ¨Cla mayor¨ªa de ellos con corbata; ellas, traje dos piezas¨C con una actitud similar a la de quien entra a un nuevo trabajo y no quiere hacerse notar mucho para no cometer errores. Hasta los primeros aplausos fueron t¨ªmidos. El relajo proven¨ªa de los integrantes de la Comisi¨®n Experta, que durante casi tres meses redactaron el anteproyecto que servir¨¢ de base para los constituyentes: se abrazaban con afecto, se tomaban selfies y se re¨ªan despreocupados, con la libertad de quien despacha una enorme tarea. De todas formas, el grupo seguir¨¢ vinculado al proceso, pero solo con derecho a voz, aunque con una voz muy influyente.

A diferencia de la ceremonia inaugural del 4 de julio de 2021, donde no hubo autoridades del Gobierno, el presidente Gabriel Boric particip¨® del acto, con un discurso moderado y convocante en el que urgi¨® a los constituyentes a buscar acuerdos. La cuota de emocionalidad la puso el cineasta Miguel Littin, quien por ser el consejero de mayor edad (80 a?os) presidi¨® provisoriamente el ¨®rgano. El representante socialista rompi¨® la formalidad alzando su brazo ¡°por la paz y la armon¨ªa¡±. ¡±Al momento de jurar pensemos en Chile. Pensemos en las mujeres, en los hombres, en los campesinos, en los obreros, en la clase media. En la gente que confi¨® en nosotros¡±, sostuvo. Y record¨® las palabras que escuch¨® en la calle: ¡°Escriba una Constituci¨®n que la ame, que la haga m¨ªa y la defienda. Y que sirva de carta de navegaci¨®n hacia el futuro¡±. Al finalizar, los representantes de todos los colores pol¨ªticos se levantaron para aplaudirlo.

El palco del segundo piso estaba reservado para los invitados de los consejeros. En el lado republicano, dos mujeres con pa?uelos celestes contra el aborto amarrado a sus pu?os ense?aron uno de ellos al hemiciclo con un lema que rezaba: ¡°Salvemos las dos vidas¡±, en referencia a la vida de la madre y del hijo. Tres representantes de la formaci¨®n conservadora, entre ellos el abogado constitucionalista Luis Silva, sacaron sus m¨®viles para tomarles fotos.

Uno de los principales contrastes con la primera experiencia es la l¨ªder del ¨®rgano. El primero eligi¨® como presidenta a una ind¨ªgena mapuche, la doctora y acad¨¦mica Elisa Loncon, de 58 a?os, nacida en una humilde comunidad de La Araucan¨ªa. Logr¨® el cargo despu¨¦s de dos rondas de votaciones, con el apoyo de los constituyentes ind¨ªgenas, los partidos de izquierda y los independientes antisistema capitalista. Ellos eran la gruesa mayor¨ªa. En su discurso, Loncon asegur¨® que el texto que redactar¨ªan ¡°transformar¨ªa a Chile en un pa¨ªs plurinacional, intercultural¡±. En esta oportunidad, el triunfo inmediato fue de Beatriz Hevia, una abogada de 30 a?os, representante del Partido Republicano, de extrema derecha, la principal fuerza pol¨ªtica del Consejo. Hevia, hija del exdirector de la Sociedad Agr¨ªcola y Ganadera de Osorno, en la zona ganadera del sur de Chile, hizo un llamamiento al di¨¢logo y alert¨® que el pa¨ªs vive una profunda crisis moral, econ¨®mica, pol¨ªtica y social.

En el primer intento, el ¨®rgano estaba compuesto por 155 miembros, la mayor¨ªa independientes ajenos al mundo pol¨ªtico con trayectorias marcadas por causas sociales e identitarias. Adem¨¢s, 17 esca?os estaban reservados para las 10 naciones originarias. Todos se sentaron en la mesa a discutir una hoja en blanco. Tras el fracaso de su propuesta, rechazada por el 62% de los chilenos el pasado septiembre, los parlamentarios definieron una serie de marcos legales y dieron poco espacio a la entrada de for¨¢neos de la pol¨ªtica. El Consejo Constituyente est¨¢ compuesto mayoritariamente por militantes y solo un representante fue electo por las listas de los pueblos originarios. Las nuevas reglas dieron el tenor de la convencional ceremonia.

Si en la maratoniana ceremonia inaugural del primer proceso en 2021 dej¨® escenas de manifestantes lanzando piedras afuera del Congreso, agresiones a constituyentes en la calle, feministas entregando sus propuestas a los l¨ªderes de la convenci¨®n y varias reivindicaciones hist¨®ricas de los convencionales a la hora de asumir y votar, el de este mi¨¦rcoles 7 apenas hizo ruido. Lo m¨¢s rupturista de la jornada se vio a la hora de asumir los cargos, cuando unos pocos consejeros a?adieron por qui¨¦n o qu¨¦ aceptaban. El m¨¢s fuerte provino del republicano H¨¦ctor Urban, agricultor v¨ªctima de ataques: ¡°Por las v¨ªctimas de violencia rural de la macrozona sur, acepto¡±. Otros mencionaron a los territorios que los votaron y uno que otro a Dios.

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